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fisioterapeuta trabajando con una paciente en la consulta© Getty Images

Las cinco razones por las que la fisioterapia puede ayudar a los pacientes con esclerosis múltiple

Esta enfermedad crónica es una importante causa de discapacidad y, a día de hoy, no tiene cura


29 de agosto de 2024 - 11:12 CEST

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que, solo en España, y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) afecta a 55.000 personas, mayoritariamente a mujeres (el 75% de los diagnósticos, que además se producen principalmente en la franja de edad que va de los 20 a los 40 años). Cada año se diagnostican más de 2.500 nuevos casos de personas afectadas por esta dolencia crónica que condiciona la calidad de vida de quien la padece.

Y es que no podemos olvidar que la esclerosis múltiple es la segunda causa de discapacidad más frecuente en los adultos jóvenes españoles y también es, después de la epilepsia, la segunda enfermedad neurológica más frecuente entre los jóvenes españoles, porque aunque pueden verse afectadas por la enfermedad personas de todas las edades, es más común que se inicie en personas de entre 20 a 40 años.

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Una enfermedad de causas desconocidas

“La esclerosis múltiple se produce como resultado del ataque del sistema inmunitario al sistema nervioso central, pero las causas últimas detrás de la enfermedad aún no están claras. Se cree que se origina en personas genéticamente predispuestas ante la exposición a ciertos factores ambientales como infecciones (sobre todo el virus de Epstein Barr), niveles bajos de vitamina D en suero, tabaquismo, obesidad (sobre todo durante la adolescencia)… y probablemente a ciertos factores hormonales que hacen que las mujeres tengan el doble de riesgo de desarrollar esta enfermedad. Cambios en los estilos de vida, aumento de la exposición a los factores de riesgo y posiblemente también a factores hormonales y reproductivos pueden estar también detrás de este aumento de los casos”, explica la Dra. Ana Belén Caminero, Coordinadora del Grupo de Estudio de Esclerosis Múltiple de la Sociedad Española de Neurología.  

Se suele manifestar en forma de brotes

Tal y como explican los expertos, el ataque del sistema inmunitario al sistema nervioso central que produce la esclerosis múltiple se manifiesta en diversos síntomas motores, sensoriales y/o visuales -dependiendo de la zona del sistema nervioso que resulte afectada- pero también pueden verse afectadas las funciones cognitivas y emocionales. La enfermedad, generalmente, se manifiesta en forma de brotes, durante los cuales pueden aparecer nuevos síntomas o empeorar los ya existentes. Y, puesto que tras sufrir un brote, los síntomas pueden llegar a no desaparecer, y además hay acúmulo de discapacidad independiente de los brotes, los pacientes tienden a desarrollar un empeoramiento neurológico progresivo con el paso de los años.

La detección y diagnóstico precoces son piezas clave para modificar el curso a medio y largo plazo de la enfermedad en muchos de estos pacientes

Dra. Ana Belén Caminero

Ralentizar el avance de la enfermedad

La mala noticia es que, a día de hoy, la esclerosis múltiple no tiene cura. Pero sí que existen algunos tratamientos (farmacológicos y no farmacológicos) que pueden ayudar en los que son los dos objetivos primordiales a la hora de abordar la enfermedad: ralentizar su progresión y mitigar algunos de sus principales síntomas, entre los que se pueden destacar problemas de visión, dificultad para mantener el equilibrio, debilidad muscular, problemas de deglución o fatiga, entre otros.

“Aunque actualmente la enfermedad no tenga cura, la detección y diagnóstico precoces son piezas clave para modificar el curso a medio y largo plazo de la enfermedad en muchos de estos pacientes. Gracias a los avances que se han producido en el tratamiento, en muchos casos, la esclerosis múltiple puede mejorar o estabilizarse incluso desde el inicio de la enfermedad. Por lo que si se mejoran los tiempos de detección de la enfermedad, se puede iniciar un tratamiento lo antes posible y evitar el avance de la discapacidad”, destaca la Dra. Ana Belén Caminero.

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mujer joven con dolor de cuello en la consulta de la fisioterapeuta© Getty Images

La fisioterapia, una buena alternativa

Tratamientos farmacológicos al margen, hay otras opciones que pueden ayudar a un mejor control de la enfermedad. Una de ellas es la fisioterapia. Así, Aymara Abreu, fisioterapeuta del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) y experta en trastornos neurológicos, destaca los cinco principales beneficios que aporta la fisioterapia a las personas con esta patología:

  • Control de los síntomas. “Aunque cada paciente manifestará unos síntomas concretos, la esclerosis múltiple tiene potencial incapacitante a medida que progresa, por lo que toda intervención que contribuya a preservar la autonomía del paciente será de utilidad”, señala Abreu, quien en  este sentido, destaca la importancia de la fisioterapia en el control de los síntomas físicos de la esclerosis múltiple.
  • Mejora en la movilidad. No podemos perder de vista que la esclerosis múltiple también puede afectar a la capacidad de movimiento de los pacientes, hasta el punto de comprometer su autonomía. Aunque la fisioterapia no frenará esta progresión, sí puede “mejorar la movilidad, la fuerza muscular y la coordinación, lo cual puede ayudar a los pacientes a realizar actividades diarias y mantener su independencia” todo el tiempo que sea posible, explica Aymara Abreu.
  • Ayuda a prevenir la discapacidad. Cada paciente afronta la enfermedad de forma distinta, en función de la evolución de la misma, que depende de múltiples factores. La fisioterapia puede ayudar a prevenir la discapacidad ante todos ellos, sobre todo en las primeras fases. ¿De qué forma? El fisioterapeuta pautará ejercicios, recursos y estrategias para mejorar la autonomía funcional del paciente y retrasar cualquier pérdida de autonomía.
  • Un mejor manejo de la fatiga. Es uno de los síntomas más habituales y limitantes, la fatiga, entendida como una sensación de cansancio constante y difícil de revertir. ¿Cómo puede ayudarnos en este caso el fisioterapeuta? Podrá enseñar al paciente ejercicios de conservación de energía para que pueda realizar sus actividades cotidianas sin manifestar tanto cansancio. Además, se trabajará en la priorización de actividades y en una estructura que permita realizar las más importantes cuando se tiene más energía.
  • Mejora general de la calidad de vida. “La esclerosis múltiple puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas”, explica Aymara Abreu. Por ello, el fisioterapeuta podrá poner su experiencia al servicio del paciente para plantearle expectativas y metas realistas sobre el tratamiento de su enfermedad, lo cual mejorará tanto su bienestar físico como el mental.

Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que al tratarse de una enfermedad crónica que tiende a progresar, la estrategia debe pasar por mejorar la calidad de vida de la persona afectada en cada etapa de la misma, a través de herramientas y ejercicios enfocados a preservar su autonomía y bienestar.

Toda intervención que contribuya a preservar la autonomía del paciente, como la fisioterapia, será de utilidad

Aymara Abreu, fisioterapeuta

 Qué pacientes se pueden beneficiar

Los expertos del Colegio apuntan además que cuando una persona recibe un diagnóstico de esclerosis múltiple, a menudo se centra en la búsqueda de un tratamiento farmacológico y deja a un lado la fisioterapia, ya que en las primeras fases de la enfermedad no siempre hay afectación física que comprometa su autonomía. Por eso, desde el CPFCM se incide en la necesidad de implementar desde el primer momento un enfoque fisioterápico al tratamiento médico para poder aprovechar estos beneficios sin demora.

 A pesar de ello, hay cuatro tipos de esclerosis múltiple, por lo que cada paciente deberá comprender la tipología de enfermedad que sufre y trabajar junto a su equipo médico y su fisioterapeuta en el enfoque más adecuado a sus necesidades.

  • Como destaca Aymara Abreu, en tipologías como la remitente-recidivante, que se manifiesta y evoluciona en forma de brotes, puede darse el caso de pequeñas mejorías en las que los síntomas incluso remiten de forma puntual. El fisioterapeuta trabajará junto al paciente para aprovechar los momentos de remisión y reforzar sus capacidades físicas.
  • Otro tipo de esclerosis múltiple es la secundariamente progresiva, en la que se observa una progresión constante que va generando discapacidad en el paciente de forma continuada. Aquí, el papel del fisioterapeuta se centrará en manejar los síntomas para mejorar la calidad de vida de la persona afectada. 
  • Es un trabajo similar al que se realiza en la primariamente progresiva, que se diferencia de la anterior en que en este caso no hay una primera fase en forma de brotes.
  • Por último, la progresiva recurrente, un tipo de esclerosis múltiple más raro, suele caracterizarse por un deterioro progresivo que se produce desde el primer momento, aunque también pueden darse brotes que contribuyen a acelerar el empeoramiento de los síntomas. En este caso, el fisioterapeuta trabajará para prevenir la discapacidad y mejorar la calidad de vida del paciente a través del manejo de los síntomas.