“El dolor crónico es la principal causa de pérdida de calidad de vida en los países desarrollados, afectando tanto el bienestar físico como emocional de quienes lo padecen”. Así de contundente se muestra el doctor Carlos Morales Portillo, especialista en la unidad del dolor y miembro del Grupo Top Doctors. Por ello, en su opinión, es esencial dotar a los pacientes de herramientas efectivas para manejarlo adecuadamente.
Y más aún teniendo en cuenta que 12 millones y medio de españoles padecen dolor crónico, según se desprende de un informe de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) que también indica que un 40% de quienes lo padecen cuentan con un diagnóstico.
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Cómo afrontar el dolor crónico
Una de las primeras recomendaciones que el doctor da para abordar este problema de salud que puede llegar a ser tan incapacitante es la práctica de ejercicio, pero no solo tenemos a nuestro alcance dicha estrategia. Las resume en las siguientes:
- La actividad física ha demostrado ser beneficiosa tanto para la prevención como para el tratamiento del dolor.
- Otros hábitos de vida saludables como la nutrición, evitar el estrés y cuidar el sueño también son positivos.
- Complementariamente, el apoyo psicológico juega un papel importante en algunos casos; terapias como la cognitivo-conductual han probado ser efectivas en el manejo del dolor crónico en algunos pacientes.
- Respecto al tratamiento médico, aunque a menudo es necesario, es crucial evitar la automedicación y la creencia de que el dolor crónico se resuelve completamente con medicamentos, ya que raramente es el caso.
- En ciertas circunstancias, la cirugía puede ser requerida para aliviar el dolor. No obstante, antes de considerar esta opción, se recomienda evaluar tratamientos menos invasivos y con menores riesgos, tales como las infiltraciones, los bloqueos, la ozonoterapia, la medicina regenerativa y los tratamientos con radiofrecuencia o láser. El especialista aclara que estas alternativas pueden ofrecer alivio significativo sin la necesidad de procedimientos quirúrgicos o medicación crónica en muchos casos.
Buscar buen asesoramiento
Además, el doctor Morales Portillo nos aclara que lo primero que recomendaría es que quienes padecen este problema busquen un profesional de referencia y consideren obtener una segunda opinión médica de un especialista con experiencia en el tratamiento del dolor. “Muchas veces, los problemas pueden resolverse desde un enfoque diferente, dependiendo de la especialidad médica que los trate. Existen nuevos tratamientos del dolor que son poco conocidos y que podrían ser la solución que necesitan. Es importante estar abiertos a explorar diversas opciones y enfoques terapéuticos para encontrar el tratamiento más adecuado al dolor, ya que a menudo es un problema complejo”, explica.
No resignarse a vivir con dolor
Una de las dudas que se puede plantear quien vive con dolores de forma crónica es si hay que resignarse a vivir con dolor o se puede manejar para tratar de mejorar la calidad de vida de quien lo padece. “Como en todas las áreas de la medicina, existen límites y hay ciertas patologías en las que solo se puede ofrecer un tratamiento paliativo. Este tipo de tratamiento, ya sea con medicación o con alguna intervención específica, busca minimizar la percepción del dolor tanto como sea posible. Sin embargo, en muchas ocasiones, existen tratamientos que pueden abordar y resolver el problema actuando sobre la causa subyacente del dolor”, nos explica el especialista.
Y nos pone un ejemplo concreto. “En el caso de la hernia discal, hemos avanzado significativamente y ahora podemos ofrecer soluciones que resuelven el problema de raíz. Es crucial no resignarse y explorar todas las opciones disponibles para mejorar la calidad de vida de quien padece dolor crónico”, indica.
Un umbral del dolor distinto en cada persona
Lo que está claro es que cada persona tiene un umbral del dolor diferente, mayor o menor aguante, tal y como nos confirma el doctor, que añade que este puede variar en diferentes momentos. “Factores como la privación del sueño, el estrés, el estado anímico o la edad pueden influir y hacer que el umbral del dolor disminuya”, apunta.
Además, nos explica que existen escalas de valoración del dolor que son útiles para medirlo, como la escala visual analgésica (EVA) pero son subjetivas y dependen de la interpretación que cada individuo tiene de su propio dolor. “Para obtener una mejor idea de cómo medir el dolor, se recomienda utilizar escalas funcionales como el Índice de Lattinen. Estas no solo miden el grado de dolor, sino también la repercusión que este tiene en la vida diaria del paciente. De esta manera, se puede obtener una visión más completa y precisa del impacto del dolor en la calidad de vida del paciente”, nos dice.
Tratamientos más eficaces para tratar el dolor crónico
¿Cuáles diría el doctor que son los tratamientos más eficaces para abordar un problema como es el dolor crónico? En su opinión, estamos viendo un cambio de paradigma en cómo tratamos el dolor. “Hemos pasado de simplemente tratar la consecuencia (el dolor) a abordar la causa subyacente. En muchos casos, podemos prevenir la aparición de dolor crónico tratando la causa con medicina regenerativa, como el plasma rico en plaquetas o los tratamientos con células madre”, argumenta.
Así, nos cuenta que cada vez se utiliza más este tipo de medicina porque, a largo plazo, se ha demostrado que tienen una mejor tasa de efectividad y menos efectos secundarios que la medicación convencional con corticoides y antiinflamatorios. “Estos tratamientos no solo alivian el dolor, sino que también pueden prevenirlo, promoviendo la curación del tejido y por tanto una recuperación más completa y sostenible para los pacientes”, apunta.
El dolor crónico desde el punto de vista psicológico
No podemos perder de vista que cuando una persona vive con dolor crónico, su problema va más allá del componente meramente físico. ¿Cómo puede afectar a nivel psicológico? “El dolor crónico no solo impacta físicamente, sino que también tiene un efecto significativo en el bienestar psicológico. Los pacientes pueden experimentar frustración y estrés al verse limitados en su vida diaria, lo que también afecta emocionalmente a quienes les rodean”, nos explica el doctor Morales Portillo.
Por este motivo, considera que además de las terapias para aliviar el dolor físico, es fundamental incorporar apoyo psicológico para ayudar a manejar el impacto emocional del dolor crónico. “Psicólogos y psiquiatras pueden ofrecer estrategias para adaptarse a la vida cotidiana a pesar del dolor. También es crucial el apoyo social y familiar para afrontar estas situaciones”, cuenta el especialista de Top Doctors.
Sin embargo, también explica que es importante aprender a lidiar con esa preocupación y enfocarse en buscar soluciones. “En lugar de preocuparnos por la situación, debemos ocuparnos de dar el primer paso para solucionarla. Puede ser que alguno de los tratamientos de unidad del dolor o de medicina regenerativa sean la solución al problema que el paciente necesita”, sugiere.
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¿Le damos al dolor crónico la importancia que tiene?
Le preguntamos al experto si, desde su perspectiva tratando a diario con pacientes, piensa que, en ocasiones, no se le da la importancia que realmente tiene al dolor crónico. “El Instituto de Medicina ha estimado que el dolor crónico afecta aproximadamente a 100 millones de adultos en los Estados Unidos, con un costo anual estimado de hasta 635 mil millones de dólares. Para poner esto en perspectiva, el Departamento de Educación de Estados Unidos recibió un presupuesto de aproximadamente 83.63 mil millones de dólares para el año fiscal 2024. Esto significa que la pérdida de recursos debido al dolor crónico es más de siete veces mayor que el presupuesto destinado a la educación en EEUU”, nos indica.
Estos datos no hacen sino confirmar que estamos hablando de un problema de una envergadura notable y, a menudo, no se le da la importancia que realmente tiene. “El dolor crónico no solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino que también tiene un impacto económico significativo en la sociedad. Es crucial reconocer la seriedad de este problema y destinar los recursos necesarios para su investigación y tratamiento”, añade.
El papel de las Unidades de Dolor
Es ahí cuando entran en juego las Unidades de Dolor, fundamentales para abordar de manera integral el dolor crónico. Estas unidades han dejado de ser meramente paliativas para adoptar un enfoque especializado en proporcionar tratamientos médicos avanzados.
“En las Unidades de Dolor especializadas, los pacientes pueden recibir tratamientos innovadores que pueden ayudar a tratar el problema subyacente del dolor sin necesidad de recurrir a la cirugía ni a la necesidad de medicación de por vida. Dado que el dolor crónico tiene un impacto social y económico tan significativo, es crucial que estas unidades cuenten con los recursos necesarios para investigar y aplicar tratamientos eficaces. Reconocer la importancia de las Unidades de Dolor y apoyar su desarrollo es un paso vital para mejorar la atención y la calidad de vida de las personas que sufren de dolor crónico”, concluye el especialista.