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Pese a que el pasado mes de mayo Aitana y Sebastián Yatra decidían darse nueva oportunidad y retomar su relación por todo lo alto y nos sorprendían lanzando Akureyri, una canción creada y cantada a dúo, la tentativa de volver a estar juntos y darse una segunda oportunidad vuelve a parecer fallida. La pareja ha decidido separarse, al igual que ha sucedido recientemente con otros nombres, como Jennifer Lopez y Ben Affleck, o el que más nos ha impactado, Alice Campello y Álvaro Morata. De estos últimos, decía la italiana en una de sus historias de Instagram para tratar de calla rumores por una posible infidelidad, por "incomprensiones continuas".
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A veces, para conocer a alguien bien y saber que le quieres a tu lado hacen falta años, muchas otras, unos segundos bastan. Sin embargo, sea el caso que sea, o creamos estar, o estemos, lo enamorados que estemos, cualquier relación puede quebrajarse en cualquier momento. Encontrar a alguien con quién compartir la vida, teniendo en cuenta los más de ocho millones de personas que somos en el mundo, no es una tarea fácil. De hecho es mucho más difícil de lo que nos puede parecer. El Instituto Nacional de Estadística (INE) deja clara esta dificultad: tan solo en 2023 en España, hubo 80.065 casos de separación y divorcio. Y, los motivos para saber que una persona no debe estar a tu lado son variados. Puede haber una tercera persona de por medio que altere nuestros esquemas, mentiras, falta de entendimiento o, entre otros muchos motivos, simplemente un cariño que se ha transformado bajando revoluciones, dejando la pasión a un lado (o incluso, puede que suceda lo contrario, y la pasión sea lo único que persista).
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¿Podemos ser amigos de nuestros ex?
Cuando queremos a una persona y le tenemos aprecio resulta arduo cesar la relación. En muchas ocasiones, sobre todo si antes de que existiera ese vínculo sentimental éramos amigos, nos gustaría continuar teniendo contacto con ella. Buenas noticias: es posible, pero. hay que tener en cuenta ciertos matices. Susana Ivorra, directora del centro de psicología y terapia de pareja Susana Ivorra, así lo sentencia: "La experiencia nos dice que sí es posible, pero a menudo muchas personas bloquean, obstaculizan o dificultan sus procesos de duelo haciendo un esfuerzo en ser amigos de una ex pareja que no nos ha querido bien durante la relación y que ahora sí quiere que haya una amistad. Si no fuimos amigos antes de la relación y no fuimos amigos durante la relación, difícilmente podremos serlo al acabar esta. A veces queremos tener una ruptura ideal que no se corresponde ni con la relación que hemos tenido ni con el estado emocional de las partes implicadas".
Cuando la ruptura se ha producido porque el enamoramiento ha disminuido, o desaparecido, ser amigos o mantener una buena relación a posteriori parece más fácil. "Hay parejas que se separan porque a pesar del amor que se tienen, su proyecto de vida ya no es compatible, quieren cosas distintas en la vida, necesitan explorar en otras direcciones, o quieren sentirse enamorados y ya no pueden hacerlo en esa relación. Si lo desearan, estas personas sí que podrían transformar ese amor en una amistad", comenta la experta. Hacerlo, eso sí, requiere esfuerzo, tener en cuenta varios aspectos y seguir determinadas pautas para no terminar dañando ese cariño que sí queda todavía entre ambos.
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La primera de ellas consiste en empatizar con el otro, en saber que, aunque puede que nosotros hayamos subido escalones, la otra persona todavía no nos haya alcanzado y necesite un tiempo para digerir y asimilar que estaremos en su vida, pero no de la misma manera que estábamos. "Debemos respetar los tiempos, que son distintos para cada uno. Quizá uno ya tiene elaborado su duelo, porque lo hizo durante la relación, y está preparado para ser amigos, mientras que el otro a lo mejor está todavía aterrizando y aún no ha procesado la ruptura", señala destacando que, otro aspecto importante, es ser conscientes, precisamente, de que esa nueva manera de relacionaros ya no va a ser la misma que antes: "También se debe buscar un espacio y un tiempo para compartir, entender y recolocar la relación, que quizá no vuelva a ser tan íntima como cuando se era pareja". Es decir, hay actitudes y comportamientos que ya no debemos esperar. Cada caso es distinto, pero quizá deberíamos dejar a un lado algunas costumbres que teníamos cuando éramos pareja, como los WhatsApps constantes, o los gestos afectivos físicos.
El paso definitivo que nos indicará si lo que sucede entre ambos es que se tiene una buena relación, o existe una amistad real, es el último que nos comenta la psicóloga (y una de las alarmas que pueden indicarnos si hemos sido capaz de transformar, o no, el amor que sentíamos hacia la otra persona): "Tratemos de encajar esa nueva amistad en nuestra vida, siempre desde el respeto a todas las partes implicadas, incluidas nuevas parejas". Esto implica ser honestos con nosotros mismos y con los demás, evaluando si estamos realmente preparados para mantener una amistad sincera y saludable, en lugar de aferrarnos a sentimientos del pasado que podrían interferir con nuestras nuevas relaciones.
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Es posible, pero no siempre
A veces ocurre que esos sentimientos del pasado nos juegan malas pasadas. Cuando no hemos sido capaz de pasar página, con todo lo que ello implica, intentar tener buena relación no solo no es necesario, sino que puede ser perjudicial para ambos. Sabido es que romper una pareja es difícil, pero tratar de estirar esa conexión es dañino e inútil. Forzar el hilo nunca ha sido una buena idea. "Puede suceder que todavía mantenemos los viejos rencores o resentimientos Por ejemplo, cuando hay hijos en común y una de las causas de la separación ha sido la diferencia en cómo se afronta la parentalidad, es muy fácil que las cosas que te molestaban durante la relación, ahora te molesten aún más porque no tienes nada bueno compartido que poner en la balanza. La relación de amistad o cordialidad que estamos tratando de comenzar puede ser peor si no hemos superado las tradiciones o las decepciones vividas en la relación y con el tiempo van macerando y lo intoxican todo. O porque una de las partes lo gestiona de un modo que choca contra la idea que teníamos de esa persona, a quién ya no reconocemos en ese papel. Hay que asumir que existen finales que no hacen honor a la relación que se tuvo". Si no todos somos capaces de mantener la relación de Gwyneth Paltrow y Chris Martin no pasa nada. Siempre hay otros amigos en los que apoyarse.
