Gato afilándose las uñas © Getty Images

Mascotas

Trucos para que tu gato use el rascador

Son uno de los artículos imprescindibles para mantener la salud física y emocional de tu mascota. Así es como puedes animarle para que lo use y no te destroce los muebles


23 de julio de 2024 - 13:38 CEST

Los gatos se afilan sus uñas por instinto, lo que les ayuda a mantener sus garras en buen estado, eliminando capas viejas y desgastadas. Este comportamiento no solo mantiene sus uñas listas para cazar y defenderse, sino que también les permite marcar territorio mediante marcas visibles y señales olfativas, así como ejercitarse, estirarse y sentirse mejor. Pero, ¿qué pasa con los gatos domésticos que solo tienen sillas o sillones para afilarse las uñas? Los rascadores domésticos cumplen estas funciones, ayudando a preservar las uñas y reducir daños en los muebles. Estos dispositivos están hechos de materiales duraderos y ofrecen múltiples niveles para estimular a los gatos y proporcionarles seguridad. Nos lo cuenta Adelaida Gómez, veterinaria de Clinicanimal, la red de centros veterinarios de Tiendanimal.

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¿Cuál es la principal razón por la que los gatos se afilan las uñas?

Los gatos se afilan las uñas meramente por una cuestión instintiva y multifuncional. Haciéndolo, mantienen sus garras en buen estado, eliminando las capas viejas y desgastadas que ya nos les resultan útiles. Esto les permite mantenerlas afiladas y listas para cazar, trepar y defenderse.

Además, este comportamiento les ayuda a marcar su territorio. Y es que, aunque resultan imperceptibles para el ser humano, los gatos tienen glándulas odoríferas en sus patas y, al rascar superficies, dejan tanto marcas visibles como señales olfativas que comunican su presencia a otros animales.

                   

Aportan también ejercicio y estiramiento para su bienestar físico y emocional. Por ello, los rascadores adecuados satisfacen su necesidad natural y protegen los muebles

Adelaida Gómez. Veterinaria

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© Getty Images

¿Cumple la misma función un rascador para casa?

En efecto. Un rascador para casa cumple la misma función; al fin y al cabo, los rascadores están diseñados específicamente para satisfacer las necesidades instintivas de los gatos de afilar sus uñas, marcar territorio y estirarse.

Y es que, al proporcionar un rascador adecuado, ayudas a tu gato a mantener sus uñas sanas y afiladas, así como a expresar su comportamiento natural de marcaje territorial y a ejercitarse de manera segura. Además, el uso de rascadores protege muebles y otras superficies del hogar, canalizando el comportamiento de rascar hacia un lugar apropiado y diseñado para ello, en lugar de sofás, mesas y otro mobiliario de la casa, que tiende a ser tu lugar favorito y de esta forma reducimos la probabilidad de que pase.

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¿De qué materiales están hechos?

Los rascadores para gatos están hechos de una variedad de materiales diseñados para ser duraderos y atractivos para los gatos. Entre los formatos más comunes incluyen, en primer lugar, el cartón, popular por su textura atractiva para los gatos y es reciclable, aunque tiende a desgastarse más rápido que otros materiales.

También, el sisal, una fibra natural muy resistente que es ideal para rascar. 

Los rascadores de sisal pueden ser de cuerda o de alfombra; así como la textura similar a la alfombra doméstica, que ofrece una superficie resistente y familiar para los gatos; o de madera, que se utiliza como estructura base en muchos rascadores por su durabilidad y estabilidad. Por último, otro material que te puedes encontrar es el tejido de peluche, empleado especialmente para cubrir áreas donde el gato puede descansar o dormir, proporcionando una superficie suave y cómoda.

¿Por qué es importante que los rascadores tengan diferentes niveles o alturas?

Es importante que los rascadores para gatos tengan diferentes niveles o alturas por varias razones que contribuyen al bienestar físico y mental de los felinos.

La primera de ellas es la estimulación física, y es que los rascadores con múltiples niveles permiten que los gatos salten, trepen y se estiren, lo cual es esencial para su ejercicio diario y para mantener su agilidad y salud muscular. También, favorecen la actividad mental del animal, ya que el contar con diferentes niveles y alturas proporcionan un entorno más interesante y desafiante para los gatos, ayudándolos a evitar el aburrimiento y reduciendo el riesgo de comportamientos destructivos o problemas de comportamiento.

Otro factor clave para el animal y que los diferentes niveles hacen posible es la sensación de seguridad y refugio

Esto se produce porque los gatos se sienten seguros cuando pueden observar su entorno desde una determinada altura y es que la sensación de elevación les permite descansar, vigilar y sentirse protegidos. Al igual que favorece el desgaste de energía, ya que, al utilizar un rascador con diferentes niveles, los gatos pueden canalizar su energía de manera positiva, lo cual es crucial para gatos jóvenes y activos.

Para las familias que cuenten con más de un gato en el hogar, los rascadores con diferentes alturas ayudan a ampliar el territorio vertical disponible, lo que puede reducir conflictos al permitir que cada gato encuentre su propio espacio.

© Getty Images

¿Qué hacer para que tu gato use el rascador?

Convencer a un gato para que utilice su rascador puede requerir algo de paciencia y estrategia. Aquí compartimos algunos consejos que pueden resultar de ayuda a las familias que estén en ese proceso.

Hay que ubicar el rascador en una zona estratégica, preferiblemente cerca de algún lugar en el que el animal tienda a pasar tiempo. 

Si ya tiene un lugar favorito para rascar, como un sofá, pon el rascador cerca de esa área. Otro consejo que daría es que emplee elementos que puedan resultar atractivos al gatete para que empiece a prestar atención al rascador. Por ejemplo, frotando la hierba en los diferentes pisos, impregnándolo de olor, usando juguetes para atraer a tu gato al rascador, moviéndolos alrededor de la base y los niveles superiores; o bien rociándolos con productos que existen el mercado y que contienen diversas sustancias atrayentes más específicas y no perjudiciales para el animal, como aquellos que simulan la feromona interdigital felina.

También puede resultar útil las recompensas o refuerzos positivos. De modo que cada vez que veas a tu gato utilizando el rascador, refuérzalo positivamente con caricias, elogios y golosinas. Esto le ayudará a asociar el rascador con experiencias positivas.

Para los casos en los que el animal muestre desconocimiento, ya sea huyendo de él o no empleándolo para rascar sus garritas, puedes optar por rascar el rascador tú mismo para mostrarle a tu gato cómo usarlo. Los gatos son curiosos por naturaleza y pueden intentar imitarte.

Otros de los consejos que podemos dar a las familias con gatos que se resistan a explorar el mundo de los rascadores es optar por rascadores con diferentes texturas, ya que algunos gatos tienen preferencias específicas por ciertas texturas, con diferentes materiales ya sea sisal, cartón o alfombra, para que así pueda encontrar el que más le guste. Así como asegurarse de que el rascador se encuentre siempre en buen estado, retirando las partes desgastadas o sucias, porque así conseguiremos que siga resultando atractivo para el gato; o redirigir comportamientos, de modo que, si el animal está rascando un lugar inapropiado, le llevemos suavemente al rascador. 

Puedes usar un juguete o una golosina para guiarlo, reforzando el comportamiento deseado cuando use el rascador.

¿Por qué tu gato no usa el rascador? 

Existen varias razones por las que un gato puede no usar su rascador. Una ubicación inadecuada puede ser un problema si el rascador está en un lugar poco frecuentado por el gato. Las preferencias de textura también son importantes, ya que cada gato tiene gustos específicos. Además, la altura del rascador debe permitir que el gato se estire completamente.

Una mala experiencia con un rascador inestable puede desanimar al gato, al igual que la competencia con muebles más atractivos. La falta de familiaridad con el rascador nuevo y posibles problemas de salud, como dolor en las patas o artritis, también pueden influir. Identificar y abordar estas cuestiones puede ayudar a fomentar el uso del rascador y asegurar el bienestar su bienestar, tanto físico como mental.

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