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Kim Kardashian con su hijo Saint

Enfermedades

La enfermedad que sufre el hijo de Kim Kardashian y que ha heredado de su madre

La empresaria ha confesado que su pequeño de 8 años sufre una enfermedad de la piel que le ha obligado a investigar y a tener que aceptarla. Y es que este trastorno puede acarrear un gran impacto en la salud mental de quienes lo padecen


19 de julio de 2024 - 14:39 CEST

Los famosos ayudan a la visibilidad de muchas enfermedades, lo que ayuda a tomar consciencia de ellas para detectarlas de forma precoz y tratarlas o para no estigmatizarlas. Esta vez Kim Kardashian ha revelado que su hijo de ocho años Saint West sufre una patología cutánea denominada vitíligo. Cómo explicó en el podcast  podcast She MD, el segundo de sus cuatro hijos, que tuvo durante su matrimonio con Kayne West padece de vitiligo, una enfermedad que causa pérdida de color de la piel en forma de manchas. 

"Viene de mi madre, yo lo heredé… Y le ha pasado de manera diferente a mi hijo, quien tiene un vitíligo muy leve"

Kim Kardashian

Esta patología la tuvo muy preocupada y tuvo que investigar, aprender y compartirlo ha sido una bendición, señaló. Este trastorno de la piel, que no es grave, sí tiene un gran impacto en la salud mental de los pacientes que la sufren. 

Kim Kardashian con su hijo Saint y su hija © @kimkardashian

¿Qué es el vitíligo? 

El vitíligo es una enfermedad crónica, inflamatoria y autoinmune que afecta a la piel destruyendo progresivamente los melanocitos (células encargadas de la producción de melanina) provocando la aparición de manchas blancas o despigmentadas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y variar en tamaño, forma y localización. "La despigmentación ocurre porque los melanocitos, las células responsables de producir melanina (el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos), son destruidos. La causa exacta de esta destrucción no se conoce con exactitud, pero sí se sabe que hay varias causas que pueden provocarlo", explica la Dra. Ana Martín Santiago, jefa de Servicio del Hospital Universitario Son Espases de Palma, Mallorca colaboradora de la Guía sobre el Vitíligo de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV).

La prevalencia en España es 0.19%. Hombres y mujeres se ven afectados por igual, aunque ligeramente superior en la población femenina. Puede desarrollarse a cualquier edad, aunque es más común antes de los 20 años.

Una de las causas que puede provocar esta enfermedad esla transmisión de genes de padres a hijos. Tal como explica Kim Kardashian, su hijo la ha heredado, así como ella también la heredó de su madre. Y es que existe una contrastada evidencia de que el vitíligo tiene un componente genético. Alrededor del 20% de las personas con vitíligo tienen al menos un familiar de primer grado con la enfermedad. Los estudios han identificado varios genes que pueden aumentar la susceptibilidad al vitíligo, aunque la herencia no sigue un patrón simple. 

Impacto psicológico de esta enfermedad 

Pese a que esta enfermedad no es grave, tiene un gran impacto psicológico y en la calidad de vida de los pacientes que la sufren. Tal como indica la Dra. Martín Santiago,  el impacto psicológico del vitíligo es significativo y puede ser más debilitante que los síntomas físicos de la enfermedad. Las manchas blancas en la piel pueden atraer miradas y comentarios, lo que lleva a sentimientos de vergüenza, baja autoestima y aislamiento social. Este impacto es especialmente fuerte en sociedades donde la apariencia física es altamente valorada. 

Y es que las enfermedades de la piel han sido estigmatizadas desde la antigüedad en diferentes contextos culturales y religiosos. Es especialmente destacable la relación entre vitíligo y lepra. Sirva como ejemplo la frase del Levítico-13: “Si en la zona afectada el vello se ha puesto blanco, y aquella aparece más hundida que el resto de la piel, es un caso de lepra”. En otras religiones, como la budista antigua (624–544 a. C.), se afirmaba que las personas con vitíligo no eran elegibles para la ordenación religiosa. Por otro lado, desde la antigüedad, los hombres y mujeres con vitíligo a menudo eran descalificados para el matrimonio e incluso se ha considerado como una razón sólida para el divorcio. 

Lamentablemente, esta confusión con la lepra persiste en muchas comunidades donde las personas con vitíligo sufren un estigma social

Dra. Ana Martin Santiago

Ciertamente, numerosos estudios han demostrado que las personas con vitíligo tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos psicológicos como depresión y ansiedad. La constante preocupación por la apariencia, el temor al rechazo social y la percepción de estigma pueden llevar a un deterioro de la calidad de vida. De hecho, como nos informa la web para pacientes esvitiligo.es, que ha creado Incyte Biosciences Iberia para visibilizar esta enfermedad, las personas con vitíligo son 5 veces más propensos a sufrir depresión, 6 de cada 10 pacientes reportan un fuerte impacto negativo en su autoestima y alrededor de un 25% de los pacientes han tenido tendencias suicidas. En niños y adolescentes, el vitíligo puede afectar negativamente el desarrollo emocional y social, y puede resultar en problemas de comportamiento y rendimiento escolar.

Además, el vitíligo puede impactar en la vida profesional y personal. Las personas con vitíligo a menudo informan que evitan ciertas actividades, como nadar o hacer ejercicio al aire libre, para no exponer su piel. También pueden enfrentarse a la  discriminación en el lugar de trabajo, lo que puede afectar sus oportunidades de empleo y avance profesional.

Por ello, el apoyo emocional y psicológico es un aspecto fundamental del tratamiento de las personas con vitíligo. Esto puede incluir terapia individual, grupos de apoyo y educación sobre la enfermedad para los pacientes y sus familias. Las intervenciones psicológicas pueden ayudar a las personas a desarrollar estrategias de afrontamiento, mejorar su autoestima y reducir los síntomas de ansiedad y depresión.

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La importancia de protegerse del sol en verano

Los pacientes con esta afección deben tener cuidado con el sol, ya que este puede provocar que las manchas localizadas se intensifiquen o que aparezcan nuevas. Para evitarlo, se recomienda proteger la piel con crema solar con un SPF alto, sobre todo las zonas con manchas, y evitar un contacto prolongado y directo con el sol lo máximo posible.  “El sol nos aporta muchos beneficios, pero debemos tener en cuenta que los efectos negativos de una exposición prolongada son acumulativos. Aunque las manchas solares están asociadas a multitud de factores como la edad, la genética, las hormonas o algunos tipos de medicamentos, sí que podemos afirmar que una exposición solar sin la protección adecuada puede dar lugar a estas indeseadas manchas, generalmente inofensivas, pero que no dejan de ser una respuesta defensiva de nuestra piel. No hay que olvidar que el bronceado es un mecanismo que tiene la piel para protegerse de la radiación ultravioleta”, concluye la Dra. Daniela Silva, Especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España. 

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