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El Deseo Sexual Hipoactivo (DSH) es un trastorno que puede afectar profundamente tu vida íntima y tu relación de pareja. Por ello, debes estar atenta a las señales, aunque estas suelen ser bastante claras: no tener ganas de sexo y sentirte incómoda por ello. También debes saber que hay muchas personas que sufren este problema, del que tanto cuesta hablar. Pero es importante saber que hay soluciones disponibles. Para conocer más sobre el DSH y las opciones de tratamiento, hablamos con varios especialistas.
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¿Qué es el Deseo Sexual Hipoactivo (DSH)?
La Dra. Yéssica Sánchez, especialista en antiage de la Clínica Neolife, nos explica que el DSH se manifiesta como una falta o disminución persistente del interés en la actividad sexual. A diferencia de otros problemas sexuales, el DSH impacta en varias fases de la respuesta sexual, incluyendo la excitación y el orgasmo.
Es necesario destacar que si no practicas el sexo con frecuencia, pero no te inquieta, el DSH no es tu diagnóstico. En cambio, si la abstinencia sexual te produce angustia o te hace sentir mal, sí podrías estar entre quienes padecen este trastorno, que también puede incluir desinterés por todo lo relacionado con el erotismo. Según la Sociedad de Medicina Sexual de América del Norte, este trastorno afecta al 22% de las mujeres y al 5% de los hombres, siendo en el grupo femenino la disfunción de mayor incidencia en este ámbito.
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Causas del DSH
La experta señala que las causas del DSH son variadas y pueden incluir factores hormonales, psicológicos y físicos.
- En las mujeres, por ejemplo, los cambios hormonales como la menopausia, el estrés y los problemas de relación son causas comunes.
- En los hombres, los niveles bajos de testosterona, el estrés, la depresión y las enfermedades crónicas juegan un papel importante.
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Por otro lado, el envejecimiento, ligado al declive hormonal, afecta la funcionalidad sexual. Es decir, la menopausia en mujeres y la andropausia en hombres puede provocar esta pérdida de interés por el sexo. La solución, en ambos casos, y después de un estudio completo del estado de salud de cada individuo, es la terapia hormonal sustitutiva bioidéntica.
Según explica el doctor Alfonso Galán de Neolife, el tratamiento consiste en reponer las hormonas perdidas, testosterona, progesterona y estrógenos, según el caso, con hormonas bioidénticas, indistinguibles a nivel molecular de las que produce el propio cuerpo. Esta terapia se ha demostrado muy beneficiosa en la protección de la salud cardiovascular de la mujer y en los hombres, previene el declive general del organismo, ralentizando la pérdida de masa muscular y densidad ósea asociadas a la edad.
En cuanto al deseo sexual hipoactivo no asociado al envejecimiento, se han identificado diversas otras causas:
Las causas del DSH pueden incluir:
- Estrés y ansiedad asociados al estilo de vida.
- Inadecuada higiene circadiana o falta de sueño de calidad.
- Depresión y algunos de sus tratamientos.
- Componente metabólico, como síndrome metabólico, diabetes u obesidad.
Las personas con estas condiciones tienen mayor riesgo de sufrir problemas de libido o disfunción eréctil. Es muy importante llevar una vida saludable que incluya ejercicio regular y una nutrición equilibrada para que haya un menor impacto en la salud y la calidad de vida.
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El tratamiento si has perdido el interés por el sexo
El diagnóstico del DSH, explica Yéssica Sánchez, puede ser complicado debido a los estigmas sociales y expectativas culturales, especialmente en hombres. Un diagnóstico preciso se basa en una evaluación clínica detallada que incluye la historia sexual y médica del paciente, así como una valoración psicológica. Los criterios del DSM-5 son fundamentales en este proceso, ya que proporcionan un marco claro para identificar el DSH. Además, no debemos olvidar que el deseo sexual hipoactivo en uno de los miembros de una pareja puede ser motivo de conflicto y, en algunos casos, dar al traste con la relación, pero la buena noticia es que se puede tratar.
La doctora subraya la importancia de un enfoque personalizado en el tratamiento del DSH. Este puede incluir terapia psicológica, terapia sexual, medicación y técnicas específicas adaptadas a cada paciente. En casos hormonales, como decíamos, la optimización de hormonas como la testosterona es clave para aumentar el deseo sexual y mejorar la relación de pareja.
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Hábitos que mejoran el deseo sexual
Como señalábamos, los buenos hábitos de vida también influyen en el tratamiento del deseo sexual hipoactivo. La experta destaca 5 pilares básicos.
- Lleva una dieta saludable. Una dieta equilibrada es fundamental para la salud sexual. Consumir alimentos ricos en nitratos inorgánicos, como el zumo de remolacha, perejil, apio y espinacas, puede aumentar los niveles de óxido nítrico, esencial para la erección masculina. También es importante incluir arginina, presente en frutos secos, soja y cereales, para mejorar la función eréctil y la salud sexual en general.
- Haz ejercicio. El ejercicio regular no solo mejora la circulación y la salud cardiovascular, sino que también ayuda a reducir el estrés y aumentar el deseo sexual. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana para mantener un peso saludable y optimizar la salud metabólica.
- Mejora la calidad de tu sueño. Establecer rutinas de sueño consistentes, evitar dispositivos electrónicos antes de dormir y crear un ambiente propicio para el descanso mejoran la calidad del sueño y, en consecuencia, el deseo sexual.
- Busca ayuda si tienes estrés, ansiedad o depresión. Incorporar prácticas como el yoga y la meditación puede ayudar a reducir estos factores. Además, la terapia cognitivo-conductual y otras formas de psicoterapia pueden ser efectivas para tratar la salud mental y minimizar los efectos secundarios en la libido. Si ves que no puedes, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.
- Habla con tu médico, psicólogo o un especialista si no mejora tu deseo sexual. Si a pesar de hacer cambios en tu estilo de vida, tu deseo sexual no mejora, es importante consultar con un profesional de la salud. Un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado, que puede incluir terapia psicológica y hormonal, son fundamentales.
