Las lágrimas de Álvaro Morata han sido una de las imágenes de esta Eurocopa. Una señal de que el capitán de 'la Roja' no lo ha pasado bien en los últimos meses, y el éxito logrado en la final contra Inglaterra en el Estadio Olímpico de Berlín hizo que las emociones del siete de la selección estuvieran, una vez más, a flor de piel. Un final feliz después de semanas afrontando los comentarios y algunas críticas por parte de algunos sectores de la prensa y de la afición. Pero de lo que no parece haber duda es de que el delantero, muy querido y valorado en el vestuario, es claro y no tiene reparo alguno en mostrar sus sentimientos.
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“Cuando estoy en el partido estoy concentrado y estoy haciendo mi trabajo, pero cuando me cambian tengo la sensación como si fuera el padre de cualquier jugador. Los padres de Mikel Merino el otro día llorarían; los padres de Lamine, también y creo que no hay que avergonzarse. Yo soy así, es mi personalidad y creo que no hay que avergonzarse de llorar por emociones positivas y ojalá que pueda llorar mucho más el domingo”, decía en un vídeo en el que tomaba la palabra en la previa del partido a través de los canales oficiales de la Federación Española de Fútbol.
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Un recuerdo especial de Morata para dos personas
Y el capitán de la Selección se acordaba poco después de acabar el partido especialmente de dos personas: “Me gustaría también dar las gracias aparte de a mi mujer y a muchas personas que trabajan conmigo, a Andrés Iniesta. Si no fuera por él no hubiera jugado esta Eurocopa, a Bojan también. Si no fuera por ellos no hubiera jugado esta Eurocopa. Seguro. Me acuerdo de ellos ahora porque han pasado momentos como los que yo he pasado y sobre todo que siempre hay luz al final de todo", añadía el capitán de la Roja.
Hacía mención así a ambos jugadores que afrontaron problemas de salud mental en un momento de su carrera, pues tanto Iniesta, autor del gol del Mundial de 2010 que todos guardamos en nuestra retina, como Bojan tuvieron que lidiar con la depresión, el primero, y con la ansiedad el segundo. "Deseaba que llegase la noche para tomarme mi pastilla y descansar", ha llegado a afirmar el mítico jugador de Fuentealbilla. “Yo estaba las 24 horas del día mareado. Cuando vivía la situación de ansiedad era como una ola que se descontrolaba, el mareo aumentaba, me dolía la cabeza y la visión”, comentaba por su parte Bojan Krkic, que renunció incluso a jugar con la Selección debido a este problema.
Todo ello nos lleva a pensar en cómo gestionan el estrés y la presión los deportistas de elite. Y es que está claro que mostrarse vulnerable no es nada habitual en un mundo competitivo y exigente como este.
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Gestionar picos de estrés
“Al igual que cada persona tiene sus propias herramientas que le funcionan a la hora de gestionar el estrés, ocurre lo mismo en el caso de los deportistas de élite”, nos anticipa Margarita Carrasco Fernández, psicóloga de Blua de Sanitas.
"Hay personas más vulnerables y otras menos. Hay personas con mejores recursos para gestionar su vulnerabilidad a la ansiedad y otras con menos recursos. Pero sí. Los seres humanos no somos superhéroes, nuestro cuerpo acusa las demandas del exterior, que a veces son muy exigentes -o nosotros las interpretamos como muy exigentes, o amenazantes-", aclara por su parte el psicólogo Rafael San Román.
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Darle importancia al cuidado de la salud mental
Pensamos en deporte y pensamos, sobre todo, en la parte física. En entrenamientos duros y exigentes para conseguir resultados. Pero el trabajo a nivel mental es también fundamental. Tanto es así ya no se concibe ningún equipo profesional que no cuente con la presencia de psicólogos en su plantilla. “La salud mental es fundamental para el bienestar de cualquier persona, y en el caso de los deportistas, es esencial lograr una conexión mente-cuerpo que sea lo más saludable posible. A nivel emocional, los deportistas profesionales están expuestos a altos niveles de exigencia de manera constante. La presión por los resultados de patrocinadores, medios de comunicación y aficionados, suma una carga mental a los deportistas que es importante saber gestionar, ya que esta presión afecta, directamente, en su rendimiento deportivo”, explica la psicóloga.
Gestionar el estrés, fundamental
¿Se debe realizar la gestión del estrés de forma diferente en el caso de los deportistas de elite? La psicóloga nos explica que la mejor forma de abordar el estrés es reconociendo la causa particular que lo genera. “En el caso de los deportistas, este origen suele estar asociado a la tensión de las competiciones, la capacidad de concentración, la confianza en uno mismo y la motivación. Los objetivos que se trabajan a largo plazo en el deporte de élite están relacionados con la gestión de expectativas, según el tipo de competición y la personalidad del deportista”, nos explica la experta.
Consecuencias del estrés
Le preguntamos a la especialista de Sanitas cuáles son las consecuencias que dicho estrés puede llegar a causar en los futbolistas profesionales. El estrés y la presión a la que están sometidos los futbolistas pueden desencadenar consecuencias a nivel emocional, como episodios de ansiedad o depresivos, o trastornos de la conducta alimentaria, que pueden llevar a la incapacitación. Pero el estrés también afecta al rendimiento físico, al alterar la capacidad de concentración, provocar dolor de cabeza, mareos o aumento de la frecuencia cardiaca.
“Estos síntomas pueden hacer que el deportista entre en un bucle peligroso, intentando compensar por medio de un entrenamiento excesivo, para cumplir así con las expectativas. Las consecuencias, por tanto, serán un aumento del agotamiento físico y psicológico, además de un mayor riesgo de lesiones”, nos cuenta.
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Estrategias que pueden utilizar
¿Cómo se puede tratar de gestionar esa presión, qué estrategias tienen a su alcance los profesionales? "Sobre todo terapia psicológica, dosificar todo, no poner objetivos tan grandes sino más pequeños para poder tener menos estrés, disfrutar del entorno y, sobre todo, no exigirse tanto", explica por su parte la doctora Guacimara Hernández, psicóloga y miembro de Doctoralia.
“En un deporte de equipo como el fútbol, es importante trabajar desde una perspectiva global. Además de los estresores internos, aquellos que dependen del propio individuo, como el miedo al fracaso o a la opinión pública, es importante trabajar los estresores externos que no solo dependen del deportista”, explica la experta de Sanitas.
A la hora de manejar el estrés provocado por la situación individual, los objetivos fundamentales son reducir la ansiedad anticipatoria a la competición y fomentar la concentración, la confianza y la motivación del deportista.
En cuanto al estrés externo, en deportes de equipo es esencial generar un clima de confianza, realizar sesiones conjuntas en las que se favorezca la cooperación, el entendimiento y la comunicación.