La grasa abdominal es especialmente peligrosa porque se acumula alrededor de los órganos. Se conoce como grasa visceral y está asociada con varios problemas metabólicos, como la resistencia a la insulina, diabetes, dislipidemia (niveles altos de colesterol y/o triglicéridos), hipertensión, aumento del ácido úrico e inflamación crónica. Estos factores incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Por eso, quemarla debe ser una de tus prioridades. Eso sí, es muy difícil perder grasa localizada. Lo que puedes hacer es un plan de dieta y ejercicios para quemar la que te sobra en todo el cuerpo y, poco a poco, verás como tu vientre se va volviendo más plano.
Los alimentos que destruyen la grasa abdominal
No hay alimentos milagrosos que puedan destruir la grasa que te sobra. Pero dentro de una dieta saludable, hipocalórica y, sobre todo, combinada con ejercicio (entrenamiento cardiovascular y de fuerza adecuado a tu nivel y tu estado de salud) podrás ir deshaciéndote de ella, puedes incluir algunos alimentos que pueden activar más las células quemagrasas, además de ayudarte a combatir la sensación de hambre continua. ¿Cuáles son estos alimentos?
Investigadores de la Universidad de Harvard han visto que una dieta rica en proteínas puede ayudarte. Las proteínas generan una mayor sensación de saciedad, ayudando a reducir la ingesta calórica y a mantener el peso. Recuerda que hay dos tipos de proteínas, las vegetales y las animales. Por otro lado, la revista Nutrients destaca que incrementar el consumo de frutas y verduras puede tener un impacto significativo en el peso corporal. Aunque las frutas contienen azúcares simples, no hay evidencia de que aumenten el peso. De hecho, son ricas en fibra, nutrientes y vitaminas esenciales para gestionar el peso de manera saludable.
Dicho esto, vamos a ver algunos de los alimentos respaldados por la ciencia que pueden acelerar más la pérdida de grasa y peso.
5 alimentos para ayudarte a quemar grasa
- Té verde
- Yogur
- Chile
- Cúrcuma
- Aceite de pescado
© Getty ImagesTé verde
El té verde contiene catequinas y cafeína, que pueden aumentar el metabolismo y mejorar la oxidación de grasas. Un estudio realizado por el American Journal of Clinical Nutrition vio que aquellas personas que tomaban extracto de té verde quemaron más calorías y grasa, especialmente durante el ejercicio. Este estudio fue respaldado por varias universidades, incluyendo la Universidad de Ginebra, que investigaron los efectos de esta bebida en la termogénesis y la oxidación de grasa.
© Getty ImagesYogur
Un estudio realizado por el Dr. Michael Zemel, profesor de nutrición en la Universidad de Tennessee, encontró que el yogur puede aumentar la capacidad del cuerpo para quemar grasa. Los participantes que incluyeron yogur en su dieta perdieron un 61% más de grasa corporal y un 81% más de grasa abdominal en comparación con aquellos que solo redujeron calorías. El alto contenido de calcio en el yogur parece ser un factor clave en este proceso, ayudando a mantener la masa muscular mientras se pierde grasa.
© Getty ImagesChile
La capsaicina, el compuesto activo en los chiles picantes, puede aumentar el metabolismo y la oxidación de grasas, además de reducir el apetito. Un estudio publicado en la revista Appetite y realizado por la Universidad de Maastricht en los Países Bajos, observó que la capsaicina puede aumentar la quema de grasa y reducir la ingesta calórica, contribuyendo así a la pérdida de peso.
© Getty ImagesCúrcuma
La cúrcuma, y más específicamente su compuesto activo, la curcumina, ha demostrado tener efectos significativos en la reducción de la inflamación y la mejora de la quema de grasa. Un estudio realizado por la Universidad de Tufts en Boston llegó a la conclusión de que la curcumina puede suprimir el crecimiento del tejido graso. Los resultados sugieren que la cúrcuma puede ser un complemento eficaz para las estrategias de pérdida de peso y mejora de la salud metabólica.
© Getty ImagesAceite de pescado
Investigadores de la Universidad de Kyoto descubrieron que el aceite de pescado puede transformar las células de almacenamiento de grasa en células quemagrasa. Este efecto se logra activando el sistema nervioso simpático y aumentando el número de células pardas que metabolizan la grasa. En estudios con ratones, los que consumieron aceite de pescado ganaron entre un 5% y un 10% menos de peso y un 15% a 25% menos de grasa en comparación con aquellos que no lo hicieron.
