¿Por qué las varices empeoran en los meses de verano?

Si tienes un problema vascular como son las varices, sin duda sabes que el verano no es una época especialmente bienvenida. Con la llegada del verano y las consecuentes altas temperaturas, las personas que las sufren pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas, entre los que destacan algunos especialmente molestos, como pueden ser la pesadez, calambres, cansancio, dolor, picor, parestesias, ardor o quemazón. Así lo constatan los expertos del Hospital Universitario de Torrejón, que recuerdan que los meses de verano pueden ser especialmente desafiantes para los problemas venosos, por lo que recalcan la importancia de seguir “una rutina de cuidados específicos para prevenir complicaciones y mantener una buena salud vascular”. No hay que bajar la guardia en estos meses. Todo lo contrario. 

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¿Qué son las varices?

Tal y como explican desde el servicio de Angiología y Cirugía Vascular del centro madrileño, las varices son “todas aquellas venas que, con independencia de su tamaño, se presentan elongadas, dilatadas, tortuosas o ramificadas” y que se caracterizan por “contribuir a la incapacidad del sistema venoso de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón”. 

“Es en los miembros inferiores donde se produce un aumento de la presión hidrostática, es decir, un estancamiento de la sangre en esas venas enfermas”, explica el Dr. David Fernández Caballero, Jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Torrejón. “Estos problemas para devolver la sangre al corazón son los que provocan la hipertensión venosa, causando toda la sintomatología que acompaña al síndrome varicoso”, aunque recalca que la presentación clínica puede variar mucho en ambos sexos debido a un factor principal: “Los hombres demoran su asistencia a la consulta de Cirugía Vascular, por lo que tienden a presentar varices de mayor calibre, mientras que las mujeres suelen presentar sintomatología precozmente y mayor abundancia de varices de pequeño calibre”.

El efecto no deseado del calor

En estos días de verano entra en juego un factor importante en la ecuación: el calor. Desde el hospital advierten que lo que hacen las altas temperaturas es provocar la dilatación de las venas, lo que dificulta todavía más el retorno de la sangre, aumentando la presión en las venas afectadas. Además, destacan el calor y la exposición solar como una de las posibles causas de varices de pequeño calibre, como son las telangiectasias. Esto se debe a que “la exposición directa a fuentes de calor o los climas cálidos predisponen también a la aparición de varices”. 

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Combatir los efectos de las altas temperaturas

Es importante tratar de reducir, en la medida de lo posible, los efectos adversos del calor y de las altas temperaturas en la sintomatología de las varices, y para ello el doctor Fernández aconseja emplear ropa cómoda y fresca, evitando prendas apretadas que provoquen calor y humedad en los miembros inferiores, baños de agua fría sobre las piernas y aplicar crema hidratante refrigerada en la misma zona. 

Y, en cualquier caso, recuerda la importancia de acudir a un especialista de Angiología y Cirugía Vascular cuando aparecen los síntomas anteriormente mencionados o cuando surgen en la piel los primeros signos de enfermedad venosa, como las telangiectasias (arañas vasculares) o edemas (hinchazón).

Otros factores de riesgo para la aparición de varices

Al margen del efecto del calor, los expertos del centro detallan otros de los factores que pueden contribuir al desarrollo de varices:

• La bipedestación y el ortostatismo prolongados (es decir, permanecer durante mucho tiempo de pie y parado) en aquellas personas que tienen mucha actividad de pie o sentados durante periodos prolongados de tiempo.
• El género femenino.
• Los embarazos.
• El componente hereditario.
• La obesidad.
• Otras causas como los tratamientos hormonales o los anticonceptivos orales.

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Diagnóstico y tratamiento

“El principal método diagnóstico para el estudio del sistema venoso de los miembros inferiores y sus anomalías es la ecografía Doppler, ya que permite valorar de forma inmediata la presencia de reflujo en las venas exploradas”, cuenta el Jefe de servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Torrejón. Mediante un estudio pormenorizado, los especialistas son capaces de clasificar el tipo y gravedad de la patología venosa y ajustarla al mejor enfoque terapéutico posible, individualizando y personalizándolo en cada paciente. “En el caso de detectar alteraciones en alguno de los ejes safenos, aquellas venas del sistema nervioso superficial que pueden presentar insuficiencia, puede ser recomendable solucionar el problema mediante una intervención de endoláser de varices”, señala el doctor.

Es una intervención con tecnología de vanguardia mínimamente invasiva totalmente ambulatoria que no requiere ingreso y que permite al paciente incorporarse a su vida normal desde el momento del alta. “Se trata de una cirugía sin cortes que no conlleva puntos ni suturas, no supone dolor postoperatorio y los hematomas que provoca son mínimos”, relata el cirujano. La única recomendación tras la intervención, además de la deambulación precoz, es el uso de medias de compresión por unas pocas semanas.

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¿Puede influir la genética en la aparición de las varices?

Hay un buen número de enfermedades que tienen un condicionante genético. Por eso, tal vez nos pueda surgir la duda de si alguno de nuestros padres (o ambos) hayan presentado este problema vascular, tengamos más posibilidad de padecerlas. El doctor Juan Fontcuberta, jefe de servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios Sanitas La Moraleja y La Zarzuela, en Madrid, nos detalla que los factores hereditarios sin duda alguna pueden influir en la predisposición a presentar una insuficiencia venosa. “Existen familias donde claramente se puede comprobar una mayor incidencia de varices. Sin embargo, la causa profunda de que haya una dilatación en las venas superficiales y una mayor presión venosa en las mismas todavía no se conoce perfectamente. El mecanismo íntimo de por qué aparecen las varices en unas determinadas personas y en otras no es desconocido”, puntualiza.