Cada vez más personas padecen problemas relacionados con el sueño. Es un hecho que dormimos cada vez peor, y los expertos no dudan en buscar nuevas alternativas que permitan mejorar la calidad del descanso -y, por extensión, de vida- de quien los padece. Uno de ellos es la luminoterapia que, como indican desde la Sociedad Española del Sueño (SES), es un tratamiento de uso habitual en trastornos del sueño relacionados con alteraciones en los ritmos circadianos, como el trastorno afectivo estacional (TAE) y el desfase horario (síndrome de retraso y adelanto de fase). Además, también ha demostrado ser beneficiosa en el tratamiento de otros trastornos del sueño como el insomnio.
¿En qué consiste?
Su funcionamiento consiste en la exposición de los afectados por estos trastornos a una fuente de luz brillante que simula la luz natural, para de esta forma regular los ritmos circadianos y mejorar el estado de ánimo y el sueño. Cuentan, además, que las sesiones de luminoterapia se suelen llevar a cabo durante ciertas horas del día, generalmente por la mañana, para reforzar la sincronización del reloj biológico interno.
“La luz es el principal sincronizador del sistema circadiano, es la señal que activa a nuestro cerebro y le dice que hay que ponerse en marcha. Elimina de nuestra sangre la melatonina, hormona del sueño, por lo que nos hace estar más alerta. Por ello, entre los beneficios de la luminoterapia se incluyen la mejora del estado de ánimo, la regulación del ritmo de sueño-vigilia, y el alivio de los síntomas de los trastornos del sueño. Además, también puede aumentar la energía y la concentración durante el día”, explica María José Martínez Madrid, coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la SES, que sostiene que existe “un cuerpo creciente de evidencia científica” que respalda el uso de la luminoterapia en el tratamiento de diversos trastornos del sueño.
No obstante, la experta recuerda que es importante que la aplicación de este tratamiento “se base en pautas clínicas y se realice con una supervisión profesional”.
El efecto de la falta de luz natural
Y no dudan, además, en hacer mención a un contexto como el actual, en el que cada vez más personas pasan el día trabajando ante pantallas, en espacios cerrados y sin exposición a la luz natural. En esta situación, la coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la SES considera que la luminoterapia -siempre que se utilice en el momento adecuado, que por norma general sería simulando el patrón de luz natural- puede “ser útil” para mantener la regularidad de los ritmos circadianos y, con ello, “mejorar el sueño, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo” de la población.
Posibles dudas sobre esta terapia
Con todo ello, desde la SES intentan matizar el hecho de que el pasado 11 de abril los Ministerios de Sanidad y de Ciencia la incluyeran la luminoterapia en un informe dentro del grupo de las pseudoterapias. En el caso de la luminoterapia, el informe estaba centrado en el uso de esta técnica para el tratamiento de problemas de salud mental y concluía que “debido a distintas limitaciones metodológicas de los estudios incluidos, no es posible extraer conclusiones definitivas sobre la eficacia y seguridad de la luminoterapia en problemas de salud mental”. No hacían mención, por lo tanto, a los trastornos del sueño de los que hemos hablado anteriormente.
Desde la SES no dudan en remarcar su uso científicamente avalado para el abordaje de los trastornos del sueño. “Es importante distinguir entre su aplicación en problemas de salud mental y otros campos donde tiene respaldo científico, como determinados trastornos de sueño. Es crucial educar a la población sobre las diferencias y asegurar que se promueva su uso adecuado basado en evidencia”, afirma María José Martínez Madrid, coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la SES.