mujer pelirroja sonriente con gafas© Adobe Stock

Te contamos todo lo que debes saber sobre la vista cansada o presbicia

Se trata de un proceso fisiológico natural asociado al paso del tiempo, que consiste en la imposibilidad de enfocar objetos cercanos


8 de julio de 2024 - 13:14 CEST

Si ya ha llegado ese momento en el que notas que tienes que alejar el papel que estás leyendo, que ya no enfocas como antes, puede que padezcas presbicia o vista cansada, un proceso fisiológico natural asociado al paso del tiempo. Consiste en la imposibilidad de enfocar objetos cercanos y no se puede evitar o ralentizar su aparición, ya que se produce por la pérdida de elasticidad del cristalino a medida que aumenta la edad. Esto se traduce en una mayor dificultad para realizar actividades cotidianas como leer, escribir o utilizar el teléfono móvil, lo que, sin duda, puede tener un alto impacto en la calidad de vida y el estado emocional de las personas.

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Los primeros síntomas suelen aparecer a partir de los 40 años, pero lo cierto es que los expertos apuntan que todas las personas experimentarán la presbicia en un momento u otro de su vida. De hecho, ante el envejecimiento generalizado de la población, en la actualidad ya hay 2.100 millones de personas que tienen presbicia en todo el mundo y se espera que esta cifra aumente hasta los 4.000 millones para 2.050, en parte debido al estilo de vida contemporáneo. Un problema de la vista que, sin duda, hay que tener en cuenta. 

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Presta atención a estas señales

Lo primero que tenemos que hacer es estar atentos es a las señales que nos pueden alertar de la presencia de un problema de salud como la presbicia. “Con el paso del tiempo, a medida que nos vamos haciendo mayores, vamos a ir notando las primeras señales de la aparición de la presbicia. Podemos empezar a notar dificultades cuando leemos y enfocamos objetos cercanos, como la pantalla del móvil o un libro, lo que nos hace estirar los brazos para alejar el texto que queremos leer, agrandar el tamaño de letra del ordenador o aumentar la luminosidad. Otros síntomas pueden ser: sufrir dolor de cabeza después de realizar una tarea exigente en visión de cerca, o la tendencia de entrecerrar los ojos para leer de cerca”, nos detalla Claudia de Escauriaza, óptico optometrista de EssilorLuxottica, a quien le preguntamos a partir de qué edad pueden comenzar a manifestarse dichos síntomas. “La presbicia es un cambio natural que acabaremos experimentando todos, incluso los que nunca han tenido problemas de visión. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 40 y 45 años”, nos explica.

Factores de riesgo

Una de las dudas que nos surge es si hay personas con más posibilidades de padecer este problema relacionado con la vista, si existen factores de riesgo que hacen que afecte más a unas personas que a otras. La especialista nos aclara que no existen factores de riesgo como tal, ni tampoco personas más propensas a desarrollar la presbicia antes, ya que es algo que todos vamos a tener. “Sí que es verdad que las personas que suelen realizar tareas que implican un trabajo visual en distancias intermedias y de cerca, como trabajar en ordenador o leer, pueden ser conscientes de los primeros síntomas antes que quienes no suelen realizar este tipo de tareas”, nos cuenta.

Revisiones anuales

Lo que sí que recomienda la especialista, en cualquier caso, es en la importancia de realizar revisiones periódicas de nuestra vista. “Es muy recomendable revisar nuestra visión cada año, donde los profesionales de la salud visual pueden ver si hemos tenido algún cambio en nuestra visión y ofrecernos una solución para tratarlo, cuanto antes”, nos dice.

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Ojo con el uso de pantallas

Las nuevas tendencias, que hacen que pasemos más tiempo usando pantallas, sin duda nos hacen plantearnos si esto puede influir en que los casos de presbicia aumenten o aparezcan a una edad más temprana. En opinión de la doctora, no es algo que afecte directamente, puesto que la presbicia es un proceso fisiológico asociado al paso del tiempo. “Lo que sí que es cierto es que las personas que hacen un uso más recurrente de pantallas pueden ser conscientes antes de que están empezando a tener estos síntomas, frente a una persona que no las usa de forma habitual”, nos explica.

Solucionar el problema

Cuando la vista cansada ya se convierte en un problema para el buen desempeño de nuestras funciones, sin duda, el uso de lentes se hace inevitable. “Las lentes progresivas son una de las soluciones más comunes para compensar la presbicia por ser una solución eficaz y no invasiva. Además, hoy en día gracias a los avances tecnológicos hay lentes progresivas en el mercado que aportan una gran calidad visual e incluso permiten una personalización para que las lentes se adapten a la forma de mirar de cada persona”, apunta la especialista, a la que le comentamos que hay especialistas que recomiendan demorar la toma de la decisión de ponerse gafas, pues una vez que se ponen, ya no hay marcha atrás. ¿Es conveniente forzar para aumentar ese tiempo?

En su opinión, en ningún caso recomendaríamos demorar el uso de las lentes progresivas, ya que dejar sin corregir la presbicia no hará que se ralentice el proceso o se disminuya; tan sólo provocará que estemos más tiempo sin ver bien. “Es recomendable poder empezar a corregir la presbicia en cuanto la detectamos para mejorar nuestra calidad visual y de vida”, concluye.