Pensar, actuar en positivo y, por qué no, también verbalizarlo. Es entonces cuando recurrimos a las afirmaciones positivas, que son declaraciones breves y afirmativas que se utilizan para cambiar patrones de pensamiento negativos y fomentar una mentalidad optimista repitiéndolas de manera regular para reforzar su efecto. Así, influyen en el subconsciente y ayudan a reprogramar patrones de pensamiento limitantes.
Podríamos decir, incluso, que están de moda en el mundo del bienestar y la salud mental. Pero lo cierto es que hay que saber utilizarlas. El motivo es claro: si bien pueden ser una herramienta útil cuando se usan de manera equilibrada y complementaria con otras prácticas de cuidado personal y terapia, también es importante tener en cuenta sus posibles contras.
Los expertos de Consulta Despertares detallan que es fundamental utilizarlas de manera consciente y crítica, y que debemos adaptar su uso según las necesidades, así como reconocer que no son una solución mágica para resolver problemas profundos o evitar emociones difíciles. Resumen, de hecho, cuáles son, precisamente, sus pros y sus contras. Toma nota.
Pros de las afirmaciones positivas...
- Ayudan a elevar la autoestima y la confianza. Ponen una comparativa clara: son como tener un amigo (tú mismo) que te dice cosas buenas, y al contrario que las críticas, pueden ayudar a mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos, promoviendo una mayor autoaceptación, amor propio y confianza en nuestras capacidades.
- Cultivar el optimismo. Lo cierto es que al centrarse en aspectos positivos de la vida y del propio ser, pueden ayudar a cultivar una mentalidad optimista y una actitud más positiva frente a los desafíos y dificultades de la cotidianidad.
- Efecto ansiolitico. Nada de pastillas. Y es que al repetir afirmaciones en las que “todo va a ir bien”, que promueven la calma, la paz interior y el bienestar emocional, se puede reducir el estrés y la ansiedad, fomentando un estado de relajación y tranquilidad.
- Fomentar el crecimiento personal y los buenos hábitos. Este tipo de afirmaciones pueden servir como recordatorios constantes de buenos hábitos, costumbres sanas, metas, aspiraciones y valores personales, motivando a las personas a trabajar en su crecimiento personal y alcanzar su máximo potencial.
- Mejorar realmente. Si tenemos en cuenta que fortalecen la calma, la confianza y los buenos hábitos, las afirmaciones positivas pueden ayudar a mejorar el rendimiento realmente en diferentes áreas de la vida, como el trabajo, los estudios o el deporte.
...Y sus contras
- No hay una base científica. Los expertos detallan que aunque hay investigaciones que respaldan el poder de las afirmaciones positivas para mejorar el bienestar emocional en ciertas circunstancias, la evidencia científica no siempre es concluyente.
- Ojo con la “positividad tóxica”. Seguro que has escuchado este concepto. Y es que si se utilizan de manera excesiva o como una forma de evitar enfrentar emociones difíciles o problemas subyacentes, las afirmaciones positivas pueden convertirse en una forma de negación o evitación de la realidad. Y no hay duda de que esto podría dificultar el proceso de afrontamiento y resolución de problemas.
- Puedes caer en la contradicción. Tal vez no te lo has planteado, pero las afirmaciones positivas pueden chocar con las creencias personales arraigadas o generar resistencia si no se alinean con la experiencia o la percepción individual. Y ponen un ejemplo claro: una persona que se siente crónicamente triste podría tener dificultades para aceptar una afirmación positiva como “soy plenamente feliz y me encanta mi vida”.
- Pérdida de efectividad. Tienes que creértelas. Y es que si las afirmaciones positivas no se sienten auténticas o genuinas para la persona que las repite, podrían perder su efectividad e incluso generar sentimientos de falsedad o hipocresía.
- “Delulu”. ¿No has escuchado aún esta expresión? Pues está de moda entre los más jóvenes. Es la abreviatura de "delusional"en inglés, "delirante”. En el contexto de las conversaciones informales, especialmente en internet y redes sociales, "delulu" se utiliza para describir a alguien que tiene ideas o expectativas irrealistas, pero hay que tener cuidado porque a veces es utilizado para elogiar la capacidad de alguien para pensar más allá de los límites convencionales.
- La tristeza, una emoción necesaria. Ya te lo hemos comentado en más de una ocasión: hay que permitirse estar triste. Algunos críticos advierten sobre el peligro de convertirnos en lo que podríamos tildar de tristófobos, y esperar que debemos mantener una actitud positiva en todo momento, incluso cuando experimentamos emociones legítimas como la tristeza, el enojo o la frustración. La tristeza y el enfado son necesarios, sirven para comprender que nos ha pasado “algo”, reponernos y para lamernos las heridas.