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Verano y retención de líquidos pueden ser dos realidades que van muy unidas. Son muchas las personas que ven cómo se incrementa este problema en estos meses en los que el calor aprieta. Los conocidos como edemas -que implican hinchazón, sobre todo de las extremidades inferiores, pero no solo- pueden desarrollarse por una gran variedad de factores que incluyen desequilibrios hormonales, mala alimentación, inactividad física, insuficiencia venosa, consumo de medicamentos y algunas enfermedades cardiovasculares.
La temida retención de líquidos nos genera, por lo tanto, hinchazón y el dolor de piernas, pies, tobillos o manos, además de la rigidez de las zonas afectadas y la dificultad de movimiento. Toca, por lo tanto, ponerse manos a la obra y abordar este problema. Y una de las primeras medidas es modificar ciertos aspectos de nuestro estilo de vida. Dieta y ejercicio vuelven a ponerse en el punto de mira. Pero, además, se puede recurrir al uso de terapias concretas, como el drenaje linfático, para tratar de minimizar este problema que afecta, sin duda, a la calidad de vida de quien lo padece.
Qué es el drenaje linfático
Se trata de una técnica terapéutica que consiste en estimular el sistema linfático para mejorar el drenaje de la linfa, un líquido que transporta células, proteínas y desechos metabólicos y que se acumula en los tejidos, pudiendo causar edemas. ¿Cómo se realiza? Por medio de suaves movimientos circulares y rítmicos realizados por el terapeuta, que nos ayudan a movilizar la linfa hacia los ganglios linfáticos, donde se filtra y se elimina del cuerpo.
© Adobe StockUn tratamiento con muchos beneficios
Es una técnica que nos aporta muchos beneficios, ya que no solo ayuda a reducir la retención de líquidos, sino que también promueve la eliminación de toxinas y desechos metabólicos y mejora la circulación sanguínea. Con la ayuda de los expertos de Club Metropolitan te resumimos algunos de dichos beneficios:
- Reducción de la retención de líquidos. Como decíamos, el movimiento ayuda a movilizar la linfa acumulada en los tejidos, lo que puede reducir la retención de líquidos y la hinchazón en zonas como las piernas, los tobillos y el abdomen.
- Mejora de la circulación linfática y sanguínea. “Los movimientos suaves y rítmicos del drenaje linfático estimulan el flujo de la linfa y la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a mejorar la entrega de nutrientes y la eliminación de toxinas en el cuerpo”, comentan.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico. No podemos perder de vista que el sistema linfático desempeña un papel crucial en la respuesta inmunológica del cuerpo, ya que ayuda a combatir las infecciones y a eliminar los desechos y toxinas. Por eso, al mejorar la circulación linfática, se fortalece el sistema inmunológico y aumenta la capacidad del cuerpo para defenderse contra enfermedades y patógenos.
- Reducción de la celulitis. Es un problema que preocupa, y mucho, a un buen número de mujeres. Y el drenaje linfático puede convertirse en buen aliado, pues al mejorar la circulación y la eliminación de líquidos y toxinas, puede ayudar a reducir la apariencia de la celulitis y mejorar la textura de la piel.
- Alivio del estrés. No deja de tratarse de un masaje con movimientos suaves y repetitivos, por lo que pueden tener un efecto relajante, lo que puede ayudar a reducir el estrés y promover la relajación física y mental.
- Recuperación post cirugías o lesiones. Es una técnica que puede ser beneficiosa para acelerar el proceso de recuperación después de cirugías, lesiones o traumatismos al reducir la hinchazón, mejorar la circulación y promover la cicatrización de los tejidos.
Los expertos de Club Metropolitan recomiendan esta terapia a todo aquel que quiera mejorar su salud y especialmente a aquellas personas que sufren edemas, varices, celulitis y piernas cansadas. Y recuerdan que además del drenaje linfático manual, otros tratamientos como la terapia de compresión, el ejercicio físico regular, mantener una dieta equilibrada y una hidratación adecuada pueden ser importantes para reducir la retención de líquidos en las capas subcutáneas.
