Es cierto que hay alimentos que contienen sustancias que pueden actuar como un escudo natural contra los daños solares. Así nos lo afirma la nutricionista Salena Sainz, que nos advierte, no obstante, que el fotoprotector no es opcional, sino prioritario. Aun así, nos habla de aquellos alimentos que también contribuyen a prevenir el daño. "Aunque no hay alimentos que sustituyan el uso de protectores solares, ciertos nutrientes pueden ayudar a fortalecer la piel y mejorar su resistencia frente a los daños solares. Estos alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales, contribuyen a una piel más saludable y mejor preparada para combatir los rayos UV", indica la experta en nutrición y directora de Naturae Nutrición.
Alimentos fotoprotectores
Tal como nos aclara la Vocalía Nacional de Alimentación del Consejo General de Farmacéuticos, el cuidado de la piel también comienza desde el interior. Y es que el consumo de ciertos alimentos o complementos alimenticios, y una correcta hidratación juegan un papel muy imporante en el cuidado integral de la dermis y de la salud en el verano.
Por ejemplo, existen determinados nutrientes que ayudan a preparar y proteger la piel frente a la radiación solar desde el interior. Entre ellos están los carotenoides, las vitaminas E y C, y los ácidos grasos omega-3 que se pueden encontrar en futas, verduras, hortalizas, frutos secos o pescados, entre otros.
Para concretar más cuáles son los alimentos fotoprotectores, la nutricionista nos detalla algunos de ellos:
- Arándanos y mango: ricos en antioxidantes y vitamina C, protegen la piel contra los daños del sol.
- Kéfir: fuente de probióticos que ayudan a mantener la salud intestinal, esencial para una piel radiante.
- Cacao: proporcionan polifenoles, que son poderosos antioxidantes.
- Canela: tiene propiedades antiinflamatorias.
- Lentejas y quinoa: ricas en proteínas y fibra, ayudan a mantener la piel firme y saludable
- Zanahorias: altas en betacaroteno, un antioxidante que se convierte en vitamina A, esencial para la reparación de la piel.
- Boniato: rico en betacaroteno y vitamina E, protege contra el daño solar.
- Sésamo: aporta zinc, necesario para la reparación de la piel.
- Bonito del norte: fuente de ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación y mantener la piel hidratada.
- Hibisco: conocido por su alto contenido en antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres generados por la exposición al sol.
- Cítricos deshidratados: añaden un toque adicional de vitamina C, potenciando el efecto protector.
También es esencial mantener una buena hidratación. Por ello, además de escoger los alimentos que nos protegen del sol, hay que beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día, completándolo con la ingesta de frutas y verduras. Y ojo con las bebidas alcohólicas y con cafeína. Aumentan la eliminación de agua a través de la orina y el aumento de la sudoración.
¿Qué más podemos hacer para protegernos del sol?
Según nos recuerda la Vocalía Nacional de Dermofarmacia, es importante usar un fotoprotector solar adecuado a nuestro tipo de piel para evitar las quemaduras solares, el fotoenvejecimiento y la aparición de cáncer de piel. Para ello, recomiendan fotoprotectores de amplio espectro, con un factor alto y usarlo incluso los días nublados. Además, subrayan, es conveniente usar lociones enriquecidas con activos antioxidantes y antipolución, ya que aunque la contaminación reduce la intensidad de los rayos UV, sí produce más fotoenvejecimiento.
Si vamos a usar protectores orales, debemos tener en cuenta que tampoco sustituyen al fotoprotector tópico, pero sí pueden pueden ofrecer una protección más profunda e integral si los combinamos.
Las plantas que también te protegen
No solo los alimentos y los fotoprotectores tópicos nos ayudan a evitar los daños que pueden hacernos los rayos UV. También hay plantas medicinales que cuidan la piel frente al sol y, además, nos protegen. Según la Vocalía Nacional de Oficina de Farmacia del Consejo General, la más conocida de todas y que cuenta con el respaldo de ensayos clínicos es el Polypodium leucotomos, una planta que se ha estudiado por su potencial efecto protector de la piel, especialmente frente a los daños causados por la radiación ultravioleta del sol.
Hay otras que son muy útiles para después del baño solar por sus propiedades refrescantes, calmantes o protectoras. Hablamos de la caléndula o el aloe vera. Asimismo, también hay plantas que ayudan a complementar la hidratación y restaurar el equilibrio electrolítico, como las hojas de ortiga y la raíz de malvavisco.
Por último, nos advierten, hay remedios naturales y medicamentos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol. Es el caso de los aceites esenciales de cítricos (limón o bergamota) o el uso de hierba de San Juan. Respecto a los medicamentos, es importante que se consulte con el médico o farmacéutico.