Hay etapas en la vida en la que puede parecer que lo tenemos absolutamente todo. Un trabajo que nos da de comer y no nos causa demasiados tormentos, una red de amistades que, aunque puede que sea pequeña, poco tiene de frágil. Familia a la que llamar cuando necesitamos que nos echen un cable (y cuando no también), tiempo suficiente para disfrutar de nuestros hobbies, y hasta puede que, si así lo queremos, una pareja a la que contar qué tal ha ido el día y con la que cenar cada vez que llegamos de la oficina. Sin embargo, a veces ocurre que no nos parece suficiente, que hay un hueco dentro de nosotros esperando ser llenado y no sabemos de qué. Una sensación de añoranza a algo que no sabemos. Es el vacío interior o vacío existencial, un sentimiento que impide disfrutar de cualquier actividad en su totalidad, aún a pesar de que haya momentos alegres.
En una de las escenas de Aftersun, Sophie, aunque tan solo es una niña y puede que sea tan solo el contexto lo que te lleva a pronunciar la frase, define bien el sentimiento. Tumbada en la cama del alojamiento donde se queda junto a su padre, Calum, durante las vacaciones, le dice:“¿Nunca sientes que acabas de tener un día increíble y luego llegas a casa y te sientes cansado y deprimido, y parece que tus órganos no funcionan, que simplemente están cansados, y que todo está cansado?. Como si te estuvieras hundiendo… No sé, es raro”. Ese cansancio del que habla, esa apatía por querer hacer cosas forma parte de los rasgos que definen al vacío existencial. Como dicen desde la plataforma de Psicología online, Buencoco, “cada persona experimenta el vacío interior de una forma diferente, pero podríamos definirlo como la sensación de falta de propósito, significado o satisfacción en la vida, acompañada por sentimientos de soledad, apatía, aburrimiento e incluso desesperanza”.
Las personas que experimentan vacío interior, a menudo, se sienten insatisfechas, incluso, si tienen éxito en otras áreas de su vida
Esta profunda sensación de carencia o falta de algo esencial puede afectar tanto a nuestra mente como a nuestro cuerpo, llevándonos a sentir que algo está ausente.
Cualquier cosa que antes le llenaba, ahora tan solo le provoca una alegría temporal, y en ocasiones, incluso puede que ninguna. Como consecuencia de esta insatisfacción, aparece también una desconexión emocional de los demás y de uno mismo, haciendo que las relaciones y las experiencias se sientan superficiales o sin sentido; factores que a menudo desembocan en sentimientos como la tristeza, la ansiedad o, incluso, la sensación no tener a nadie en quien confiar o encontrar apoyo aún a pesar de ser quién la padece la persona que suele tomar distancia del resto.
¿Por qué se produce el vacío interior?
No existen motivos concretos para controlar la aparición del vacío interior, pero el equipo de Psicología online de Buencoco, señala que “se entrelazan con diversos factores psicológicos, sociales y existenciales. En muchos casos, el origen se produce por una desconexión progresiva del ‘yo’, del vínculo con uno mismo. La persona pierde el contacto con aquello que la motivaba y la apasionaba. A veces, las personas se mantienen enfocadas en el exterior. Es decir, dedican demasiada atención a otras personas u objetivos, y dejan de lado lo que les ocurre a ellas mismas. En otros casos, la sensación de vacío interior puede aparecer como consecuencia de tener una depresión.
Quienes sufren depresión tienen dificultades para disfrutar de actividades con las que antes sí lo hacían, y esto puede agudizar la sensación de vacío
Entre las personas más propensas a sufrir vacío interior, según el equipo de esta plataforma de salud mental, también encontramos a quienes tienen baja autoestima, personas con trastorno de la personalidad narcisista, personas que se encuentran desarrollando o buscando su identidad o quiénes tienen trastorno de la personalidad limítrofe, entre otros grupos. Si bien la mayoría de estos casos deben acudir a terapia para paliar estas otras bases que les ayudan a incrementar la sensación de vacío interior, el resto podemos seguir algunas pautas para tratar de superarlo.
¿Qué hacer para superar el vacío interior?
El primer paso siempre es reconocer lo que está sucediendo. “Aceptar la señal de que es necesario hacer cambios en la vida que se está llevando. ¿Quizás es una vida volcada demasiado hacia fuera, en lugar de en tu persona?”, señalan los expertos. Solo así podremos pasar al siguiente, el de explorar nuestras motivaciones personales y nuestra ambición, puntualizar cuáles son los intereses que tenemos y analizar qué estamos haciendo para lograrlos. Una vez hecho esto, toca pasar a la acción. Es momento de dedicarnos tiempo, de autocuidarnos y practicar el autoconocimiento “para conseguir recuperar las ilusiones y las ganas”. Si, a pesar de intentarlo no funciona, mejor recurrir a un psicólogo que nos dé las claves a seguir para superar esta sensación de vacío.