Si eres de esas personas a las que les cuesta mucho desconectar y dedicar el tiempo libre a descansar de verdad, tienes que leer esta entrevista. Se la hemos realizado a Francesc Miralles, autor de El libro de la toalla, el primer libro de autoayuda pensado, especialmente, para las vacaciones de verano. Este manual está compuesto de 99 breves capítulos que te ayudarán a relajarte, aprovechar el momento y soñar con lo que quieres hacer con tu vida cuando acabe este periodo vacacional. Incluye recetas para la existencia, técnicas de relajación, visualizaciones, pequeños cuentos optimistas y juegos para imaginar cómo quieres vivir, junto con anécdotas sobre el verano de grandes personalidades.
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Miralles nos cuenta cuáles son esas 'recetas' mágicas para detenernos y que los días libres que tengamos, sean muchos o pocos, nos sirvan de verdad para liberar nuestra mente de las obligaciones del trabajo y disfrutar de todo lo bueno que tiene el verano.
¿Qué te inspiró a escribir un libro especialmente pensado para ser leído en la toalla durante las vacaciones?
Decía la escritora Toni Morrison que, si hay un libro que te gustaría que existiera y no lo encuentras, tendrás que escribirlo. Este es el libro que yo me llevaría de vacaciones.
¿Cómo seleccionaste los 99 capítulos que componen el libro?
El libro de la toalla es como un almanaque. La idea es que los lectores encuentren 'mucho para picar', tanto capítulos prácticos, como recetas, cuentos o historias inspiradoras. Me ha interesado, por ejemplo, entender cómo pasan sus vacaciones algunas de las mentes más brillantes del mundo.
En tu opinión, ¿por qué es tan importante aprovechar los intervalos de tiempo, como el Ma-ai en el aikido, en nuestra vida cotidiana?
Porque como decía el monje coreano Haemin Sunim, hay cosas que solo ves al detenerte. Si vamos corriendo por la vida como pollos sin cabeza, acabaremos agotados y no tomaremos las mejores decisiones. A veces lo más productivo que puede hacerse es pararse a pensar (y a descansar).
¿Podrías explicar el concepto de 'niksen' y cómo puede beneficiar a las personas en una sociedad obsesionada con la productividad?
Niksen es un término holandés para el arte de no hacer nada, que debemos reaprender, porque estamos obsesionados con hacer y con llenar todos los huecos. Podemos empezar practicando ante una obra de arte o un paisaje, simplemente contemplándolo por diez minutos sin hacer nada más. El Niksen aporta concentración y presencia como si estuviéramos en una sesión de Mindfulness.
Mencionas que muchas ideas y descubrimientos importantes se produjeron durante periodos de descanso. ¿Podrías compartir algunos ejemplos y cómo te inspiran estas historias?
Por ejemplo, Dan Brown no sabía que iba a escribir su primer thriller hasta que, en la piscina de un hotel, se permitió coger una novela abandonada en una tumbona. El mismo concepto de este libro apareció durante un sueño, que es otra forma de descansar.
En tu libro, destacas la importancia de la soledad terapéutica. ¿Qué ejercicios o reflexiones recomiendas para aprender a disfrutar de estos momentos de soledad?
Todo ser humano necesita de momentos de silencio y recogimiento. Eso no significa que seas un monje. Hay actividades que hacemos a solas y que nos cargan las pilas, cada cual tiene la suya. Por ejemplo, a mí me relaja tocar el piano o leer, que son cosas que hace uno solo. Luego podemos volver a estar en compañía con el ánimo más tranquilo y, además, con cosas nuevas para compartir.
Hablas de la necesidad de salir de nuestra zona de confort. ¿Podrías compartir algunas de las propuestas más inusuales que sugieres para las vacaciones?
Todo lo que salga de lo cotidiano es ya un bálsamo para la mente: pasear por una ciudad o barrio que no conoces, cocinar un plato nuevo, leer un autor distinto, aprender un idioma o un instrumento…
¿Cómo ves el equilibrio entre socialización y soledad durante las vacaciones?
Ha de haber un equilibrio entre ambos. En mi caso, por ejemplo, siempre que viajo con amigos me reservo un par de horas a mitad de la tarde para retirarme a mi habitación a leer o para relajarme en una bañera. Pasado ese tiempo, vuelvo a tener ganas de socializar.
Mencionas el concepto de 'desescalada' en situaciones conflictivas durante las vacaciones. ¿Podrías explicarnos los pasos clave para lograrlo?
Muchas parejas 'escalan' sus discusiones en los días libres. Hay como una competición de reproches que no lleva a nada bueno. 'Desescalar' es tomar la estrategia contraria: escuchar al otro, expresar que comprendemos sus emociones —en lugar de rebatirle— y abordar el tema con empatía y cariño.
En una época de hiperactividad y multitarea, ¿cómo cree que podemos reeducarnos para valorar el descanso y la inactividad?
Para empezar, hay que asumir que las tareas nunca terminan. No existirá un momento en el que la bandeja del e-mail esté vacía (si eso sucede, pronto volverá a llenarse) o que habremos atendido todos nuestros asuntos pendientes. Por lo tanto, se trata de ser realistas y tomarse un respiro. Como decía Ovidio: 'El campo que ha descansado da más fruto'.
Desde tu punto de vista, ¿qué papel desempeña la gratitud en el descanso y la relajación?
Ser agradecido y mirar la parte soleada de la realidad relaja mucho más que señalar los problemas y conflictos. Cualquier pensamiento positivo es un bálsamo.
Por último, ¿qué esperas que se lleven los lectores de tu libro cuando terminen sus vacaciones y vuelvan a su rutina diaria?
Mi mayor deseo es que, además de divertirse e inspirarse con el libro, se lleven un poco de espíritu vacacional para todo el año. Cada día podemos darnos unos minutos al menos de vacaciones mentales.