Parece que lo tienes todo y, sin embargo, sientes que nada te hace feliz, que vives permanentemente insatisfecho. ¿Qué hay en la base de este sentimiento? “La insatisfacción crónica produce una sensación de que nada te llena, te encuentras abrumado por lo que tienes pendiente y, cuando lo haces, no encuentras recompensa. Además, se marca por la necesidad de aprobación por parte de los demás y de la sensación de que no llegas a tiempo, ya que siempre hay algo pendiente que se puede hacer mejor”, nos comienza explicando Diana Camín Neira, psicóloga de Blua de Sanitas.
La experta nos comenta, además, que la inseguridad es otro punto que está presente en la sensación de insatisfacción crónica. Al dudar, puedes sentir un gran miedo al fracaso, por lo que puedes tener sensación de frene a la hora de tomar decisiones y avanzar en tus objetivos. “Las personas que sienten que nada les hace feliz a menudo enfrentan un desequilibrio en los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina y la dopamina, que son cruciales para la regulación del estado de ánimo y la sensación de recompensa”, añade.
¿Qué se esconde tras estas personas que sienten insatisfacción crónica?
Cuando le planteamos a la psicóloga esta pregunta, nos comenta que normalmente, experiencias de vida difíciles y heridas emocionales no resueltas. “Muchos de estos individuos han experimentado traumas, pérdidas significativas o relaciones disfuncionales que han dejado una marca duradera en su bienestar emocional. Estas experiencias les llevan a desarrollar una visión negativa de uno mismo y del mundo, lo que perpetúa la insatisfacción y dificulta la capacidad de encontrar alegría y sentido en la vida diaria”, cuenta la psicóloga.
Por otro lado, en su opinión, la insatisfacción crónica está vinculada también con problemas de autoestima y falta de autocompasión. Las personas que sufren de baja de ello tienden a ser excesivamente críticas consigo mismas y a no reconocer sus logros, lo que alimenta un ciclo de descontento del cual es difícil salir.
Causas de esa insatisfacción
¿Cuáles son las causas que pueden estar detrás de este sentimiento? Para Diana Camín Neira, las personas que experimentan este trastorno suelen ser debido a una combinación de factores psicológicos y biológicos. “En este sentido, pueden existir patrones de pensamiento negativos y distorsionados, como el perfeccionismo y la autocrítica constante. Esto les origina cierto pesimismo ante la vida y les dificulta la capacidad de encontrar satisfacción en las experiencias cotidianas”, nos dice.
Por otro lado, añade que la insatisfacción crónica puede ser causa del entorno y las experiencias de vida. Traumas pasados, estrés prolongado o una falta de apoyo social agravan los sentimientos de infelicidad y contribuyen a una visión negativa del futuro.
Por último, la psicóloga a punta a otro factor: estamos ante una sociedad que valora demasiado el éxito material y la comparación constante, lo que trae consigo expectativas poco realistas y una constante sensación de fracaso.
Síntomas de la insatisfacción crónica
- Uno de los principales síntomas es la sensación persistente de vacío y desesperanza, donde la persona afectada siente que nada en su vida tiene sentido o valor.
- Esta condición suele acompañarse de anhedonia, o sea, incapacidad de experimentar placer en actividades que antes eran disfrutables. Otros síntomas incluyen irritabilidad, ansiedad constante y una tendencia a la rumiación, donde la persona se obsesiona con pensamientos negativos y preocupaciones.
- Además de los síntomas emocionales, la insatisfacción crónica también presenta síntomas físicos y conductuales. Por ejemplo, fatiga constante, problemas de sueño como insomnio o hipersomnia, y cambios en el apetito que resultan en pérdida o aumento de peso.
- Bajo esta perspectiva, lo normal es que la persona muestre una falta de motivación y retirada social, evitando actividades y relaciones que antes valoraba.
¿Qué personas tienen más riesgo de padecer este problema?
Le preguntamos a la psicóloga si hay personas con más posibilidades de padecer este problema y cita varios aspectos que pueden condicionar su aparición
- Aquellas con antecedentes de problemas de salud mental, como la depresión y los trastornos de ansiedad, ya que pueden heredar desequilibrios neuroquímicos que afectan su estado de ánimo y capacidad de experimentar satisfacción.
- Por otro lado, aquellos que han pasado por traumas significativos, abusos o pérdidas importantes en su vida tienen un mayor riesgo de desarrollar esta condición.
- Por último, la psicóloga destaca las personas que viven en entornos de alta presión y estrés constante, como trabajos altamente demandantes o situaciones socioeconómicas difíciles; y aquellos con expectativas muy altas.
Así nos afecta la insatisfacción crónica
¿Qué consecuencias puede causarnos el hecho de vivir con dicha insatisfacción crónica? Para la psicóloga, en el plano mental, provoca el desarrollo o agravamiento de trastornos depresivos y de ansiedad, incrementando el riesgo de comportamientos autodestructivos, como el abuso de sustancias o incluso pensamientos suicidas.
Mientras, en términos de salud física, está asociada con problemas como el insomnio, la fatiga crónica y trastornos alimentarios, lo cual debilita el sistema inmunológico y fomenta la vulnerabilidad a enfermedades. Si se prolonga en el tiempo, puede acabar siendo tóxica, tanto para la persona que la padece como para su entorno.
“La perpetuación de un estado constante de descontento y negatividad erosiona lentamente la salud mental, llevando a un deterioro significativo del bienestar emocional. Esta toxicidad se manifiesta en un ciclo vicioso de pensamientos y comportamientos negativos que dificultan la capacidad de la persona para disfrutar de la vida y mantener relaciones saludables”, apunta.
Además, para el entorno de la persona, el constante pesimismo y la incapacidad de encontrar satisfacción generan conflictos, malentendidos y desgaste emocional entre amigos y familiares. La negatividad crónica termina alienando a las personas cercanas, llevándolas a distanciarse, aumentando así la sensación de aislamiento y perpetuando aún más la insatisfacción.
Cómo buscar soluciones
La clave está, por lo tanto, en abordar esta situación y liberarnos de este sentimiento. Para ello, es clave adoptar un enfoque multifacético que incluya tanto intervenciones psicológicas como cambios en el estilo de vida, tal y como resume la psicóloga de Sanitas.
- En primer lugar, buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, es trascendental. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente eficaz para identificar y modificar patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades de afrontamiento más saludables. En estos casos, la terapia ayuda a explorar y resolver traumas pasados y mejorar la autoestima y la autocompasión.
- Además de la terapia, incorporar hábitos saludables en la vida diaria puede tener un impacto significativo en el bienestar general. Ante esta situación, practicar la atención plena y la meditación puede asistir a minimizar el estrés e incrementar la conciencia del momento presente, contrarrestando así los sentimientos de insatisfacción.
- Por otro lado, establecer una rutina de ejercicio regular y una alimentación equilibrada también es recomendable para mejorar el estado de ánimo y la energía. Mantener conexiones sociales significativas y participar en actividades que proporcionen un sentido de propósito y logro asiste a una mayor satisfacción y felicidad.
- No obstante, es importante recordar que el cambio lleva tiempo y esfuerzo, pero con el apoyo adecuado y un enfoque consciente, es posible superar la insatisfacción crónica.