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mujer preocupada sentada en el sofá mirando el móvil© Adobe Stock

¿Sientes que tienes temores irracionales que no puedes llegar a explicar?

Hablamos con un experto sobre la importancia de controlar nuestros miedos


24 de junio de 2024 - 10:49 CEST

¿Te da miedo salir a la calle o bien entrar en lugares repletos de gente? ¿Sientes que tienes temores irracionales que no puedes llegar a explicar? No estás sola. En ocasiones, el miedo, una emoción muy habitual, se puede llegar a volver patológico. Y es ahí cuando tenemos un problema. Sobre ella habla Gio Zararri, ingeniero informático y coach experto en el trastorno de ansiedad, en su libro El fin del miedo. Las claves para una vida libre de temores irracionales, fobias y ansiedad. Hemos tenido ocasión de hablar con el autor sobre esas claves fundamentales para poder controlar nuestros miedos. 

¿De qué forma piensa que puede llegar a condicionarnos una emoción como el miedo?

El miedo puede condicionarnos completamente si un trastorno, un trauma u otro tipo de problemas mentales, emocionales e incluso físicos, hacen que esta emoción funcione de una manera anormal. El miedo es una de las emociones más comunes en los seres humanos.

Las emociones son respuestas del sistema nervioso que se forman en respuesta a estímulos externos o internos, y desencadenan una serie de cambios fisiológicos y mentales que nos incitan a movilizarnos y actuar. Así, dependiendo del tipo de emoción, estas nos motivan a buscar placer, evitar el dolor o responder a situaciones que consideramos importantes o significativas en nuestras vidas, influyendo en nuestras percepciones, decisiones y comportamientos. Es por ello que todos los seres humanos reaccionamos de manera casi automática a estas emociones muchas veces incluso sin darnos cuenta de este proceso.

En el caso del miedo, probablemente es la emoción más común y más útil, ya que sirve para que podamos protegernos de posibles peligros y nos mantengamos con vida, es por ello que seguramente, si hubiese que dar un orden de prioridad a las emociones, el miedo sería la más importante…

Si tenemos todo esto en cuenta y observamos la realidad de la vida y de las personas, es fácil entender que un trauma, un trastorno emocional como el de la ansiedad y muchos otros problemas, pueden hacernos observar y sentir un estímulo o experiencia normal que no debería suponer ningún peligro vital, como un factor que podría ser letal. Cuando problemas como el trastorno de ansiedad llega a nuestras vidas, sufrimos un desequilibrio emocional y también químico que nos hace sumergirnos de una manera extrema en algunos de nuestros miedos, condicionando nuestra vida completamente…

Una persona sin este problema difícilmente comprenda los sentimientos y pensamientos que la persona ansiosa está sufriendo. Es normal escuchar palabras como “date cuenta que no es nada” o “no te preocupes, no va a pasarte nada”, pero no entienden que la persona con fobia, agorafobia u otros tipos de ansiedad, no puede controlar esos miedos ya que sufre un trastorno…

¿Puede llegar a bloquearnos de forma que nos impide avanzar, que nos limita?

Totalmente. Cuando esto ocurre, hay personas que no pueden ni siquiera salir a la calle debido a horribles pensamientos, taquicardias, mareos u horribles ataques de pánico que les hacen creer pueden morir.

Son muchos los tipos de trastorno de ansiedad que sería la forma más común en que el miedo extremo afecta a las personas en el mundo, por lo que son muchísimas también las formas en que este tipo de problemas limita a las personas, hasta el punto de hacer la vida de muchas de ellas un auténtico infierno complicado de entender y más aún de resolver, ya que esa falsa alarma que están sufriendo les hace sufrir por casi todo…

mujer joven preocupada, sentada en un sofá, mirando por la ventana© Adobe Stock

¿Qué influye en que una persona sea más o menos miedosa?

Creo que tener miedo es bueno, es más, evolutivamente hablando el miedo ha ayudado a que los seres humanos hayan sobrevivido. Seguramente esos antepasados que no hicieron caso al miedo se quedaron por el camino ya que, si no tenían miedo alguno a las alturas, animales, guerras u otros problemas, es más que probable que no hicieran caso a las señales…

Por eso pienso que tener algo de miedo es siempre bueno, esa emoción está ahí para ayudarnos y protegernos, y es bueno y adaptativo ser cauto. El problema no está en el miedo sino en la forma que nos influye o nos afecta. Ser más o menos cauto no tiene nada de malo, siempre que esos miedos no nos limiten y bloqueen haciéndonos vivir o ser quienes no deseamos ser.

Siempre que no exista un trastorno emocional como el de la ansiedad, traumas o fobias, sería bueno estudiar la vida de cada uno en este aspecto, intentando hacer caso a esos miedos que nos ayudan a ser cautos y responsables, pero no tanto a esos otros que limitan nuestro presente y futuro…

Pero el verdadero problema de esos miedos limitantes se da cuando se sufre un trastorno emocional. En el libro intento explicar los muchos motivos que suele haber detrás de la ansiedad, para entender el caso de cada persona y reconocer más fácilmente si podemos estar sufriendo una fobia o una ansiedad de tipo generalizado, por ejemplo.

Entre los principales motivos están vivencias pasadas traumáticas que nos han podido dejar una huella en la memoria emocional, que hacen que cuando volvemos a toparnos con esas situaciones o estímulos que provocaron el trauma, nuestro sistema de alarma se active de una manera exagerada, extrema y continuada. Una alarma que cuanto más se da, y más aún si se da en circunstancias necesarias para la vida o realidades comunes, más condicionará nuestra vida.

Es importante descubrir los motivos personales, ya que pueden ser muchos y muy variados, incluso problemas de tipo físico, y una vez nos comprendemos mejor y entendemos también cómo funciona la ansiedad y la gestión del miedo, nos será más fácil también saber gestionar estas emociones de una manera mejor.

 ¿Tiene siempre el miedo un componente irracional?

 No, como comentaba el miedo es una emoción natural y adaptativa que busca protegernos para que respondamos de la mejor manera a situaciones peligrosas.

Aunque en algunas ocasiones, más aún si sufrimos problemas como el trastorno de ansiedad, el miedo puede ser muy irracional, provocando que ni la intensidad, ni la naturaleza del miedo están en proporción con el peligro real presente, es en esas situaciones, más aún cuando esta forma irracional del miedo convive con nosotros a diario, cuando estos miedos nos limitan y condicionan.

Y en el otro extremo, ¿puede aportarnos algún aspecto positivo el hecho de sentir miedo de vez en cuando?

Claro, el mayor aspecto positivo que puede traernos el miedo es mantenernos con vida y ayudarnos a vivir una vida en armonía con quienes deseamos ser.

El miedo puede servirnos como brújula que nos indica aquellas situaciones o estímulos a las que deberíamos prestar atención, para aprender a ser cautos, a la vez que también ayudarnos a evolucionar y superarnos cuando veamos que uno o varios objetivos vitales están ahí y debemos buscarlos a pesar de sentir miedo.

Si pensamos en nuestras vidas, podríamos decir que hay varios tipos de miedos aparte de los miedos irracionales o esos miedos que nos protegen, también están los miedos que sentimos cuando una circunstancia nos intenta hacer salir de nuestra zona de confort, esos miedos también nos ayudan a movernos y actuar, y en casos como estos puede que nos estén orientando a conseguir vivir una vida que tenga más que ver con nosotros mismos.

¿Es la clave aprender a gestionarlo de forma correcta para que no nos acabe derivando hacia la ansiedad?

Ese creo es el objetivo de una vida feliz, actuar a pesar del miedo y dar al miedo su justo valor. Hay vidas y momentos vitales en los que esta gestión es más sencilla, pero también hay realidades muy traumáticas o complicadas, o situaciones en que uno o varios motivos hacen que nazca un trastorno emocional como el de la ansiedad, por ejemplo, en los que se hace mucho más difícil gestionar correctamente estos temores.

Por decirlo de alguna manera, es mucho más fácil gestionar el miedo correctamente si no sufrimos trastornos emocionales como el de la ansiedad, traumas o fobias. Cuando esto pasa, es necesario comprender qué es y cómo funciona la ansiedad, cuáles son los motivos personales que nos hacen sentir así, comprender cómo funciona la gestión del miedo a nivel físico, emocional y cerebral, así como conocer las mejores herramientas para poder suavizar los síntomas de la ansiedad en el cuerpo y en la mente…

Con todas estas cosas nos será más sencillo poder recuperar el control que podemos necesitar, pero hay que darse tiempo, tener paciencia y compasión con uno mismo, porque no es sencillo. En mis libros intento ayudar a las personas a entender todo este proceso de una manera sencilla y positiva, intentando así que cada persona entienda que superar la ansiedad es posible y que actuando poco a poco pueden ir diciendo adiós a este tipo de problemas…

 ¿En qué momento el miedo se convierte en algo patológico?

 Yo creo que ese momento llega cuando nuestra vida se ve condicionada y es el miedo el que tiene el control sobre nosotros, y no al revés…

Cuando esto ocurre la medicina suele indicarnos que sufrimos un trastorno emocional, y el más común es el trastorno de ansiedad, en el que formas como las fobias, el estrés postraumático o el TOC, nos hacen vivir de una manera condicionada ante una especie de falsa alarma que convive con nosotros.

Lo más importante es entender que este tipo de trastornos siempre pueden superarse, un hecho que no lo digo yo -que me he tenido que enfrentar a este problema en más de una ocasión y conozco a cientos de personas que la han superado-, sino la ciencia, ya que trastorno significa que algo funciona de una manera incorrecta, y con terapia, conocimiento y trabajo, cualquier persona puede terminar superando la ansiedad, aunque eso sí, es bueno ser compasivo y paciente ya que la realidad de cada uno es diferente, y hay casos de ansiedad muy complicadas que tienen que ver con la vida y el pasado de ciertas personas.

¿Son las fobias un problema complicado de gestionar?

 Cuando las sufres, sí, bastante complicado, ya que nuestra mente y cuerpo reacciona de una manera automática al estímulo o situación que provoca la fobia; o lo que es lo mismo, no podemos controlarlo ni suavizarlo, o mejor dicho, no podemos controlar y superar las fobias si no sabemos cómo hacerlo.

Las fobias suelen nacer en nuestra infancia y ante hechos traumáticos que pusieron nuestra vida en riesgo, o nos hicieron considerar esta posibilidad. Un ejemplo muy común podría ser el de un niño o niña que una tarde en el mar jugando con las olas, acaba siendo atrapado por una gran ola que lo arrastra una y otra vez. Nada más suceder esta situación, la ansiedad seguramente se activó en el cuerpo del pequeño intentando hacerle entender el peligro y ayudándole a bracear y respirar de otra manera para sobrevivir.

El niño tras esta situación y reconociendo la fuerte ansiedad que siente junto con el temor y los muchos pensamientos que asaltan su cabeza, graba en su memoria emocional llamada hipocampo, esta experiencia, y algo dentro del propio mecanismo de su gestión emocional del miedo asocia a esa experiencia una etiqueta que podría ser la de peligro de muerte… A partir de aquella experiencia, siempre que el niño vuelva a una playa y observe el oleaje, aunque sea leve, sentirá como el mecanismo de la ansiedad se activa en él de una manera extrema. Una ansiedad que le indica que debe evitar esas olas y ese mar…

Con el tiempo el niño seguramente evite el contacto con el agua incluso en lagos, ríos o piscinas, y muy normalmente este tipo de fobia le hará incluso sufrir ansiedad ante realidades tan poco peligrosas como bañarse o darse una ducha. El niño se convertirá en adulto y habrá desarrollado una fobia muy fuerte hacia casi todo lo relacionado con el agua, un condicionamiento que surge en automático y lo ha estado viviendo durante años. Cuanto más tiempo pase más fuerte se hará este condicionamiento y más difícil seguramente se haga modificar esa manera irracional, errónea y desadaptativa de reaccionar ante situaciones que realmente no suponen ningún peligro real.

Pero por fortuna, una vez más, las fobias siempre pueden superarse, y según la ciencia no es ni siquiera el tipo de ansiedad más complicado de gestionar. La solución será exponerse a esas situaciones en las que hace tiempo hemos reaccionado de manera equivocada a causa de la fuerte ansiedad que nos producía la fobia y esa etiqueta emocional asociada. Una exposición que deberá ser gradual, yendo de menos a más, y en la que es conveniente realizar terapia para conseguir el mejor resultado.

Pero antes de empezar creo que lo primero es entender si sufrimos una fobia y reconocer cuánto nos limita esta. Por ejemplo, si tenemos agorafobia, que sería un tipo de ansiedad que nos hace muy difícil tareas tan cotidianas y necesarias como salir a la calle, es un problema tan limitante y condicionante que sí o sí debemos tratarlo si queremos vivir en condiciones. En cambio, hay fobias muy específicas que no afectan comúnmente a la vida de las personas, como la fobia a los payasos o la fobia a las plumas, problemas muy puntuales que, aunque son fáciles de reconocer, muchas personas puede que no deseen tratar.

Cuanto más entendamos que sufrimos una fobia que nos limita en gran medida, más necesario se hace realizar terapia profesional para volver a estar bien lo antes posible.

Portada del libro El fin del miedo de Gio Zararri© Zenith

¿Qué estrategias tenemos a nuestro alcance para tratar de ponerle fin al miedo?

Estrategias hay muchas, y seguramente la más importante es la de buscar ayuda cuando sintamos necesitarla. Si nuestra vida se ve muy limitada y no actuamos, aparte de poder sufrir trastornos emocionales como el de la ansiedad o la depresión, cuanto más esperemos más grande se hará el problema. La mejor solución está siempre en buscar ayuda profesional para conocer nuestro diagnóstico y entender cuál es nuestro problema, no ese que muchas veces creemos tener buscando nuestros síntomas en internet.

Una vez se nos diagnostica con un trastorno de ansiedad, lo más importante es comprender qué es la ansiedad y aceptar que ese es el problema que estamos sufriendo. Puede sonar raro pero casi todas las personas que sufren ansiedad no hemos querido aceptar en sus inicios que todo se debía a este trastorno. Esa no aceptación hace que el problema se haga más grande ya que, haciendo por ejemplo de médicos de nosotros mismos, buscamos en internet, descubriendo muchos más temores y preocupaciones que nos limitan aún más.

Aparte de ello, la no aceptación hace que, al no entender de qué está hecho el problema, no sepamos cómo actuar o poder resolverlo. Una vez aceptada la ansiedad lo más importante es informarnos bien de qué es la ansiedad y cómo funciona, entendiéndolo dejaremos de echar balones fuera o buscar resolver un problema emocional únicamente con el uso indiscriminado de ansiolíticos.

Con buena información podremos entender el funcionamiento del miedo y la ansiedad, así como el funcionamiento de nosotros mismos o el porqué de los síntomas de la ansiedad. Con buena información podremos también reconocer cuál o cuáles son los motivos de que nos toque vivir este problema, y cuáles son las mejores herramientas para darle la vuelta.

De todo esto hablo en mi libro El fin del miedo, intentando hacer más fácil lo que muchas veces, más aún cuando vivimos condicionados por miedos irracionales, consideramos imposible.

¿A quién va dirigido especialmente este libro?

 Va dirigido principalmente a esas personas que sufren ansiedad y fobias y se sienten desbordadas por el problema. A todo aquel que sufre y no entiende qué le está ocurriendo y menos aún cómo ponerle remedio. 

El fin del miedo habla de la ansiedad y las fobias desde dentro, ayudando a quien está padeciendo este tipo de problemas a sentirse acompañado y entendido para hacerle más agradable este proceso de superación personal tan necesario que le ha tocado vivir.

En este libro he unido mis conocimientos y experiencia a lo largo de más de diez años, para intentar hacer más fácil comprender cómo funciona la ansiedad en nuestro cuerpo y mente y cuál es la mejor forma de conseguir volver a dar el justo valor a nuestros miedos para que dejen de hacernos daño.