No es que cada vez seamos más exigentes, sino que cada día que pasa derribamos más convenciones sociales y aprendemos que el conformismo nunca debe ser una opción. Basta con conocer los datos que el informe Movimiento natural de la población, del Instituto Nacional de Estadística (INE) arrojó a finales de 2023 para darse cuenta de que la situación está cambiando: las mujeres cada vez son madres más tarde, y deciden tener menos hijos. ¿Los motivos? Las malas condiciones económicas que afectan buena parte del mundo, el cambio de paradigma en nuestros intereses en pro del ocio y el autocuidado, la dificultad para encontrar esa media naranja que nos han dicho que existe en un contexto donde las relaciones líquidas están a la orden del día… o, simplemente, esa toma de conciencia que hemos comenzado a interiorizar de que, estar soltera, es tanto una opción como una decisión.
© Victor BoykoEn los últimos meses, celebridades como Khloé Kardashian, Lenny Kravitz o Julia Fox nos han traído sobre la mesa un debate que ha generado gran interés en Internet: el celibato voluntario, o lo que es lo mismo, la abstinencia sexual. La miembro del “klan Kardashian” tomó la decisión porque, en sus propias palabras, no quiere que nadie interrumpa su vida y se encuentra a gusto siguiendo su propio ritmo. El cantante, lleva diez años bajo el influjo de esta decisión que comenzó a incorporar en su vida tras ver que ninguna de las relaciones que tenía anteriormente prosperaba. Y, Julia Fox, aunque empezó haciéndolo a modo de protesta ante una derogación del aborto en Estados Unidos, finalmente se sintió cómoda y a gusto practicándolo, y suma ya más de dos años de celibato.
Razones para unirse al celibato hay muchas, pero en los comentarios que circulan por TikTok sobre el tema encontramos opiniones de, sobre todo, mujeres, que afirman sentirse mejor desde que lo practican ya que gracias a ello han reducido los “dramas”, y están más focalizadas en otros aspectos que igual antes dejaban en segundo plano. Sabido es que, en muchos casos, siempre que comenzamos a tener algún tipo de relación íntima que nos llama un poco la atención nuestra vida se desmorona un poco. Y, aunque esta situación guarda mucha relación con la falta de educación en gestión emocional, controlar nuestros sentimientos puede convertirse en una tarea realmente ardua. Más aún cuando vamos un paso por delante y la otra persona no quiere ningún tipo de compromiso (que, todo sea dicho, es una decisión completamente legítima. Nadie tiene poder sobre nadie para coartar sus alas siempre y cuando todo sea consensuado y respetuoso acorde a lo que se haya estipulado).
© Getty Images¿Por qué existe el miedo al compromiso?
Si bien antaño, tener algún encuentro íntimo con una persona podía ser sinónimo de querer algo más, el contexto actual en el que nos encontramos favorece a que proliferen diferentes tipologías de relaciones. De las monógamas, pasando por las abiertas, a las poliamorosas. Cada una de ellas cuenta con códigos que deben ser siempre comentados y respetados por todas las personas que estén involucradas en ese compromiso. Sin embargo, un gran número de usuarias de redes sociales también han comenzado a manifestar su tristeza y desesperación ante la dificultad de dar con una persona que esté dispuesta a conocerlos en exclusividad, o al menos, a responsabilizarse afectivamente con los acontecimientos que puedan ir surgiendo tras cada cita. Como consecuencia, manifiestan su deseo de imitar la conducta que han hecho pública los famosos de comenzar a incorporar el celibato en sus vidas.
© Getty ImagesLa tendencia de seguir el celibato parece masiva, pero la psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja, Susana Ivorra, afirma que podría no serlo tanto como parece: “Tenemos un altavoz en las redes sociales que hace que nuestras experiencias individuales se transmitan, se difundan, y lleguen a otras personas de fuera de nuestro entorno, dando la impresión de que es algo más frecuente de lo que realmente es”. De hecho, la experta señala que nos encontramos ante un fenómeno que, aunque ahora logra eco, siempre ha existido: “Siempre ha habido personas que se toman el tiempo sin pareja para disfrutar de amistades, aficiones, o familia sin necesidad de incorporar relaciones sexuales con personas con las que no se tiene otro tipo de relación. Quizá, la diferencia a día de hoy es nuestra tendencia a etiquetar la vida cotidiana, a ponerle nombre, o diagnosticar las experiencias”.
Aunque no hay duda en afirmar que la soltería siempre ha existido, decir que el contexto en el que nos encontramos favorece a ella es una evidencia. Salimos más que antes, conocemos a personas por redes sociales y aplicaciones de citas con las que tener contactos puntuales, interiorizamos que otros tipos de relaciones son posibles, y hemos comenzado a priorizar nuestra salud mental por encima de otros intereses, como el de buscar ese respaldo o llenar el vacío con cualquier pareja.
© Getty ImagesTener una relación es posible
“Comprometerse es renunciar a ciertas cosas, y nos han vendido la idea de que se puede tener todo, de que se puede vivir sin renuncias. Toda elección supone la pérdida de otras vidas que no viviremos, es decir, conlleva un duelo. Y el miedo a comprometerse surge porque es sinónimo de arriesgarse, de exponerse a la decepción o al dolor si las cosas no encajan”, señala la psicóloga. No le falta razón: al margen de todas aquellas personas que toman la decisión de estar solteras porque realmente quieren, existe otro grupo que anticipa los hechos y, para evitar el dolor, prefiere abstenerse al conocer gente e implicarse emocionalmente. Pero no es mayoría.
A veces ocurre, que por mucho que pongamos ese escudo, cuando llega la persona que nos hace seguir ese cosquilleo que nos provoca, y altera nuestros planes convenciéndolos de que, efectivamente, podemos aventurarnos sin pensar en las consecuencias futuras, como comenta Susana Ivorra: “Ese miedo no tiene por qué desaparecer, basta con que no nos incapacite. ¿Cómo no vas a tener miedo a montar a caballo cuando te has caído varias veces de diferentes caballos? Te subes de nuevo y lo intentas, pero con la experiencia de las ocasiones anteriores. No podemos extirpar las neuronas que albergan el recuerdo de las veces que no salió como quisimos. Seguimos adelante a pesar del miedo”.
