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El estrés oxidativo es un desequilibrio entre los radicales libres (que se encuentran atacando nuestras células) y los antioxidantes que debemos tener en nuestro cuerpo para poder eliminar esos radicales libres. "Si nosotros no tenemos suficientes antioxidantes para neutralizar esos radicales libres, entonces nuestras células se verán atacadas y se generará ese estrés oxidativo", nos detalla Sandra Moñino, dietista y nutricionista, CEO de la clínica online Nutriciónate.
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Pero, ¿qué son los radicales libres y por qué se producen? "Son moléculas que están inestables porque tienen un electrón que no ha sido capaz de neutralizarse. Nosotros tenemos que tomar suficientes antioxidantes para que estén presentes en nuestro cuerpo y así no tener tantos radicales libres ya que pueden atacar a nuestras células, envejecerlas y generar ese estrés oxidativo", nos detalla la experta, que indica que, por tanto, tenemos que intentar tomar suficientes antioxidantes a través de una buena alimentación y un buen estilo de vida para que esos radicales libres, que con el paso de los años se producen igualmente, se neutralicen.
"Está visto que desde que nacemos empezamos a generar radicales libres manifestándose en nuestro cuerpo por medio de la oxidación celular. Un ejemplo simple para entenderlo sería la oxidación de una fruta. En el momento que se abre empieza con el proceso de oxidación. Si se le añade vitamina C, un poco de limón, esa fruta, como sería la manzana, no se oxida tanto. Entonces a nuestro cuerpo le pasa igual: si nosotros desde que nacemos empezamos a generar esos radicales libres que hacen que nuestras células se empiecen a oxidar por dentro debemos tomar suficientes alimentos antioxidantes para ser capaces de evitar ese estrés oxidativo y esa oxidación y ataque a nuestras células", sugiere.
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¿Cuáles son sus causas?
La experta nos detalla que se produce principalmente por la falta de antioxidantes y el exceso de radicales libres. Como hemos dicho, nosotros generamos radicales libres de forma natural, pero su desarrollo se potencia más debido al estilo de vida que llevamos actualmente: el estrés, la exposición a contaminantes ambientales, la exposición a disruptores endocrinos, la alimentación inadecuada, el sedentarismo, la falta de exposición solar o la escasez de contacto con la naturaleza, entre otros, hace que ese desarrollo se genere de manera más rápida. Todo esto provoca ese aumento de radicales libres en nuestro cuerpo y que ataquen a nuestras células.
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¿Cómo se puede prevenir su aparición?
Para prevenir la aparición del estrés oxidativo, Sandra Moñino nos cuenta que tenemos que consumir más alimentos ricos en antioxidantes que son, por ejemplo, los micronutrientes, tanto vitaminas como minerales.
- Uno de los antioxidantes más potentes es la vitamina C. Como contábamos, si le añadimos limón a la manzana se oxida menos, por tanto nosotros debemos tomar vitamina C a partir de los cítricos, las fresas, los frutos rojos como los arándanos, las frambuesas, las moras o el brócoli.
- Aparte de la vitamina C también se encuentra la vitamina E que es antioxidante y uno de los alimentos que más vitamina E contiene es el aguacate y el aceite de oliva virgen extra.
- Otro ejemplo de vitamina importante es la D -por eso hemos hablado de la importancia de la exposición al sol- y otros minerales como el zinc que se obtiene a partir del pescado, mariscos o moluscos; el magnesio a partir de los vegetales de hoja verde; el selenio a partir de frutos secos, como por ejemplo las nueces de Brasil.
- Y no debemos olvidar las grasas saludables y las proteínas de gran valor biológico, como pueden ser los huevos, los pescados o las carnes, la base de una alimentación antiinflamatoria.
"En definitiva, recomiendo llevar una alimentación variada en vegetales, frutas, hortalizas, grasas saludables y proteínas de buena calidad", nos comenta.
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¿Cuáles son las consecuencias del estrés oxidativo para nuestra salud?
Tal y como nos detalla la especialista, las consecuencias que tiene un estrés oxidativo mantenido en el tiempo es el envejecimiento de la célula, es decir, el estrés va atacando a nuestras células y eso la desequilibra y la envejece hasta que al final acaba muriendo, lo que se conoce como la muerte celular. "Todo esto va generando inflamación en nuestro cuerpo y desequilibrios, de hecho se ha visto que el estrés oxidativo está muy relacionado con el cáncer y con enfermedades a nivel neurológico, como por ejemplo la esclerosis múltiple, o también con enfermedades en la piel", nos dice.
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La alimentación, fundamental
Es cierto que muchos de los síntomas que pueden alertarnos de un estrés oxidativo también pueden estar relacionados con otros factores u otras patologías. "Por tanto, aunque no sea fácil saber si tenemos estrés oxidativo, lo que tenemos que hacer es tener una actitud preventiva integrando una buena alimentación en nuestro día a día, y así podemos revertir ese estrés oxidativo si lo hubiera en nuestro cuerpo y, lo más importante, que no se mantenga en el tiempo y no se genere esa muerte celular, que es lo que queremos prevenir para también evitar que nuestro sistema inmunitario se vea afectado y así no genere enfermedades autoinmunes", concluye.