Un stent es una especie de malla o “muelle”, generalmente metálico, que se coloca dentro de los vasos sanguíneos para permitir el paso de la sangre cuando estos presentan problemas obstructivos. "La función principal es la de actuar de andamiaje, permitiendo el correcto paso del flujo sanguíneo a través de una arteria o vena previamente ocluida o estenosada (estrecho)", nos explica el Dr. Jordi Cordobès Gual, cirujano vascular en el Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida y miembro de Top Doctors.
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Tipos de stents
Actualmente, existen múltiples tipos de stents, pero básicamente podemos diferenciarlos en dos tipos: stents autoexpandibles y stents expandibles por balón. "La principal diferencia entre ambos es que el primer grupo se adapta al vaso de manera natural cuando lo liberamos, mientras que el segundo se adapta después de ser desplegado con un balón que se hincha (globito) sobre el cual va montado previamente el stent. Los primeros se utilizan en vasos más superficiales y móviles y los segundos se implantan en vasos más profundos y que no son dinámicos (no se mueven con los movimientos del cuerpo). Los primeros vuelven a su estado natural si los comprimes, mientras que los segundos si se comprimen adoptan la forma de la fuerza ejercida sobre ellos", añade el Dr. Cordobès, que también es el fundador y director de la Clinica Dvarius.
Los stents también pueden ser cubiertos (llevan una tela por encima de la malla) hecho que hace que no sean porosos y actúen como un conducto sin fisuras, a diferencia de los convencionales que no suelen llevar esta malla y suelen tener unas celdas abiertas. "Disponemos también de stents que llevan un recubrimiento farmacológico, éstos se utilizan en las arterias generalmente del corazón y las piernas, y este medicamento va destinado a evitar que el stent se estenose (estreche) o se ocluya (tape) por progresión de la enfermedad a través de su celdas; los stents pueden estar compuestos de diferentes materiales como: cromo cobalto, niquel, titanio, acero… En la actualidad, existen stents bioabsorbibles, esto significa que una vez implantados estos dispositivos, con el paso del tiempo y después de liberar fármacos que evitan la reaparición de la enfermedad se reabsorben y desaparecen. El fármaco que llevan se impregna en las celdas o mallas del stent", matiza.
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Cuándo se emplea un stent
"Hoy en día existen stents específicos para cada territorio que vamos a tratar: arterias del corazón, del cerebro, de las piernas, también stents para venas…, por lo tanto la elección del mismo dependerá del territorio vascular que vamos a abordar", nos cuenta. Por ejemplo: el corazón tiene unas arterias profundas, protegidas por la caja torácica y no sometidas a fenómenos de compresión, las lesiones suelen ser cortas y se necesita una liberación muy precisa por lo que se utilizan generalmente stents con fármaco expandibles por balón.
El caso de las piernas es diferente, tenemos arterias profundas no sometidas a compresión donde usaremos stents cubiertos o no cubiertos expandibles por balón y, por el contrario, en la arteria femoral superficial y poplitea (situadas en el muslo y la flexura de la rodilla) se implantan stents autoexpandibles destinados específicamente a esta arteria, ya que es muy móvil y presenta muchas fuerzas de tracción, compresión, expansión…
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Ventajas de un stent
"La principal ventaja que presentan los stents es la poca agresividad que supone su implantación, substituyendo a la cirugía abierta de by-pass", asegura. Clásicamente, cuando no disponíamos de esta tecnología, la única manera de solventar una oclusión de una arteria era mediante la realización de un by-pass. "Esto significa crear un conducto nuevo por donde llevar la sangre de arteria sana a arteria sana saltando la obstrucción (by-pass equivale a puente). Esta cirugía implica estancias más prolongadas, ya que existe una mayor agresión sobre el paciente", puntualiza.
Hoy en día con la evolución de los stents, muchas de estas cirugías han quedado relegadas por las técnicas endovasculares. ¿Qué quiere decir esto? "Significa que en lugar de hacer heridas para llegar a las arterias, hoy en día accedemos a las lesiones por una simple punción. Los puntos más habituales de entrada son la arteria radial (muñeca) y la arteria femoral (ingle), aunque podemos utilizar otras vías", explica que experto en cirugía vascular miembro de Top Doctors que añade que estos abordajes son los más frecuentes porque son superficiales, fácilmente accesibles y a su vez es fácil comprimir el punto de entrada porque tienen un hueso debajo que ayuda a realizar una correcta hemostasia y evitar los sangrados.
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Cómo se coloca un stent
La técnica endovascular o implantación de stent se realiza de la siguiente forma: accedemos mediante una punción sobre la arteria deseada, generalmente guiados con ecografía, posteriormente colocamos un introductor que es un dispositivo por el cual pasaremos los diferentes materiales. "Utilizamos una guía que sirve de raíl para navegar, llegar a la lesión que queremos tratar y posteriormente se usará para pasar los dispositivos a través de ella, como su nombre indica. Una vez cruzada la lesión (las oclusiones largas presentan mayor complejidad) utilizaremos unos balones de dilatación para abrir el vaso y posteriormente si es necesario implantaremos un stent (en función de la arteria a tratar será de un tipo u otro) que servirá de andamiaje para mantener el vaso abierto un mayor tiempo", detalla el Dr. Cordobès.
Una vez finalizado el procedimiento, "procederemos a retirar los dispositivos y a sellar el punto de entrada, bien comprimiendo y esperando que el cuerpo cierre el acceso, o mediante dispositivos de cierre percutáneo destinados a sellar la entrada y evitar el sangrado"
Al ser intervenciones poco invasivas el postoperatorio suele ser rápido y sin molestias. Generalmente, "recomendamos reposo las primeras 24h para evitar sangrados en el punto de punción y pasadas éstas el paciente puede hacer vida casi normal evitando los esfuerzos físicos. Asociaremos medicamentos antiagregantes como el ácido acetilsalicílico (a veces anticoagulantes) para evitar la trombosis o fallo precoz del stent", concluye el especialista.
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