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Siempre hemos pensado que ser resiliente es algo bueno. Pero los expertos, una vez más, nos llaman la atención y nos advierten de que también puede ser tóxica. Así nos lo indican los expertos de Buencoco, que nos recuerdan qué es la resiliencia. Nos detallan que se trata de la capacidad de una persona para adaptarse y recuperarse frente a situaciones adversas o traumáticas. Asimismo, implica la capacidad de sobreponerse, aprende y crecer a partir de ello. Sin embargo, hay un tipo de resiliencia, la tóxica, sobre la que nos advierten estos expertos y que puede llevar a un deterioro de la salud mental y emocional a largo plazo. Además, te proponemos hacer este test de personalidad para averiguar si tu resiliencia es positiva o, por el contrario, tóxica.
- Leer: ¿Eres una persona resiliente o te agobias con facilidad?
Test de personalidad
Cuáles son las características de las personas resilientes
Como decíamos, las personas resilientes se adaptan a las situaciones difíciles y tratan de aprender algo de ello. Esto último es lo que nos puede decir que el nivel de resiliencia de una persona es bueno. Además, cuentan con todas estas características:
- Una actitud positiva, enfocándose en cómo hacer frente a una situación y no entrando en bucles de pensamientos negativos.
- Flexibilidad mental y capacidad de adaptación.
- Habilidad para resolver problemas.
- Capacidad de regular sus emociones.
- Autoestima sólida e inteligencia emocional.
- Visión realista de la situación y del futuro, aprendiendo de las adversidades.
Por otra parte, la resiliencia en la vida profesional Es fundamental para estar bien en el trabajo, para crecer y para disfrutar de un buen entorno laboral. Nos permite adaptarnos a las demandas y a los retos que se nos impongan. Además, la resiliencia también nos puede beneficiar a la hora de crecer laboralmente y ser un buen líder.
- Leer: Resiliencia: el secreto de las personas felices
¿Cómo desarrollar la resiliencia?
La resiliencia nos ayuda a vivir mejor, por ello, es importante que se intente trabajar este aspecto de nuestra personalidad. Para ello, nos apunta el equipo de Buencoco, hay que trabajar en varias áreas: fortalecimiento de habilidades de afrontamiento de situaciones difíciles y dolorosas como parte de la vida. Asimismo, hay que trabajar la resolución de problemas, la gestión emocional, cultivar una red de apoyo social, tratar, en la medida de lo posible, mantener una actitud optimista, aprender de las experiencias pasadas y buscar el crecimiento personal.
En el trabajo, se puede trabajar con técnicas para manejar el estrés, como la respiración profunda o la meditación, el establecimiento de límites saludables, la gestión eficiente del tiempo y la organización, el fomento de una mentalidad optimista y la práctica de la autocompasión.
Por otro lado, habrá personas que necesitan, además, ayuda psicológica. En este sentido, la terapia cognitivo-conductual puede ser útil para aprender estrategias específicas y aumentar la resiliencia.
- Leer: Consejos para entrenar la resiliencia
Así es la resiliencia tóxica
Como comentábamos al principio, la resiliencia también puede ser mala para la salud mental. ¿Cómo es esto posible? Nos lo explican los expertos de Buencoco: "hay personas que utilizan mecanismos de afrontamiento poco saludables o destructivos para hacer frente a las adversidades. Puede parecer que están superando las situaciones difíciles, pero, en realidad, están ignorando o reprimiendo emociones importantes. También puede negar la gravedad de una situación o recurrir a comportamientos dañinos, como el abuso de sustancias o la evasión emocional, en vez de abordar constructivamente el problema. Esto puede llevar a un deterioro de la salud mental y emocional a largo plazo", concluyen.
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