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Si te estás planteando someterte a una cirugía facial, seguro que son muchas las dudas que te surgen y que es importante que resuelvas ante de la intervención. Es fundamental que lo comentes con tu médico, que será quien mejor puede informarte teniendo en cuenta tu caso particular. Pero aun así, hay una serie de consejos útiles a nivel general que vamos a tratar de resumirte, con la ayuda de la doctora Mar Gonzálvez, experta en medicina estética y cirugía maxilofacial.
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¿Qué debemos tener en cuenta antes de someternos a una cirugía facial?
La doctora nos cuenta que va a depender del tipo de cirugía, lógicamente, pero es crucial una evaluación detallada por parte del cirujano especialista, quien valorará no solo el aspecto físico, sino también las expectativas y el estado emocional del paciente previo a la misma. “Pero, a grandes rasgos, evitar tabaco y alcohol los días previos siempre van a ser buenos consejos a tener en cuenta. Después hay pequeños trucos generales como son el evitar los antiinflamatorios los días previos; eso puede ayudar a controlar el sangrado, por ejemplo. Intentar descansar la noche anterior también ayuda, aunque sabemos que, muchas veces, con los propios nervios es normal que cueste conseguirlo”, nos detalla.
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Distintos tipos de cirugías
Entendemos, eso sí, que dependerá del tipo de cirugía, ¿cuáles son las más complejas? En opinión de la doctora, generalmente son aquellas que implican una reestructuración más profunda, como las cirugías ortognáticas –es la cirugía estética y funcional del esqueleto facial, cuando a través de fracturas controladas recomponemos nuestro esqueleto para que todo encaje mejor– o los liftings de plano profundo de cara y cuello (los conocidos como Deep Plane Lifting). “Aunque estos procedimientos se planifican cuidadosamente y hoy en día son procedimientos habituales, implicarán una baja social de 2 a 3 semanas en la mayoría de casos, pero con un tiempo de recuperación completa, hasta ver el resultado definitivo, de 3 a 6 meses”, detalla la experta.
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© Adobe StockAtención personalizada
De lo que no cabe duda es de que cada caso es único y debe darse un asesoramiento personalizado. “Del mismo modo que cada cara es única, cada caso, cada persona, cada edad, cada metabolismo, cada circunstancia, también lo es. No somos tornillos y el mismo procedimiento en dos personas ‘similares’ puede tener un transcurso completamente diferente y ser normal en ambas”, nos explica la doctora, que apunta que la decisión de someterse a una cirugía debe tomarse tras un análisis detallado y una comunicación clara entre el paciente y el cirujano. “Debe existir confianza plena mutua. Lo ideal es discutir y consensuar objetivos que sean realistas para que, se ese modo, se ajusten a las expectativas y resultados esperados y el paciente sepa qué va a pasar y sentir en cada momento (desde la cirugía hasta el período postoperatorio)”, nos explica.
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Cómo afectan estas intervenciones desde el punto de vista emocional
Lo que es indudable es que se trata de cirugías que pueden influir mucho desde el punto de vista emocional, sobre todo al principio, ¿qué les recomienda a sus pacientes en este sentido? La doctora Gonzálvez lo tiene claro: “Que sean conocedores y conscientes de que lo que va a ir sucediendo los primeros días o semanas ayuda muchísimo; lo desconocido nos genera ansiedad y es normal. Una red de apoyo sólida y realista acerca de los resultados postoperatorios ayuda. La inflamación y los hematomas que pueden aparecer inicialmente van a alterar temporalmente nuestra apariencia a peor, pero forman parte del postoperatorio normal en muchos casos y la paciencia cobra más importancia si cabe”, indica la doctora, para quien conocer las señales de alarma de lo que no es normal también ayuda a sentirnos más tranquilos y seguros.
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¿Y el postoperatorio?
Y si el previo es importante, el postoperatorio no lo es menos. ¿Qué hay que tener presente después de la intervención? “Cuando pensamos en postoperatorio, seguro que a la mayoría nos viene a la mente en los cuidados específicos de las incisiones, o el manejo de la medicación para la inflamación o el dolor. Y, aunque lo primordial es seguir rigurosamente las instrucciones del cirujano para minimizar el riesgo de complicaciones y favorecer una recuperación óptima, nos debemos de asegurar de preguntar todas y cada una de las dudas que tengamos por tontas que parezcan. Desde cuándo lavarnos, hasta cómo dormir, o si tenemos que tener algún tipo de precaución especial con la comida o qué tipo de ejercicio físico podemos hacer y cuándo comenzar a realizarlo; pueden parecer cosas banales pero son de suma importancia”, recomienda la doctora. Así, en los controles postoperatorios se irá chequeando la evolución para que esta sea favorable.
