No siempre le prestamos la atención que se merece a la salud de nuestra glándula tiroides, sin duda un pilar fundamental del sistema endocrino, tal y como nos adelanta la farmacéutica Meritxell Martí, alma mater de Farmacia Meritxell en Andorra. “Sus principales funciones son las de producir las hormonas tiroideas, la T3 (triyodotironina) y la T4 (tiroxina). Estas van a regular el metabolismo basal del organismo, el correcto funcionamiento y el consumo de calorías en cada momento del día según las necesidades. Pero también van a regular la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca, la presión arterial y hasta la función digestiva y, del mismo modo, van a afectar a la regulación de los lípidos, incluyendo el colesterol. Son fundamentales en el crecimiento de los niños y su desarrollo. Actúan directamente sobre el sistema nervioso, sobre el estado de ánimo, el estrés y la cognición”, nos detalla.
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¿Qué sucede cuando funciona mal?
Entre los problemas de salud que afectan a la glándula tiroides se encuentran el hipotiroidismo, un funcionamiento lento o nulo de la misma, y el hipertiroidismo, un sobrefuncionamiento de la glándula tiroidea en el que se produce demasiado cantidad de hormona tiroidea. También se puede padecer un problema conocido como bocio, en el que aumenta el tamaño de la glándula. Suele ocurrir cuando hay deficiencia de yodo, pero puede ser provocado tanto por hipotiroidismo como el hipertiroidismo. Y también hay que citar la aparición de nódulos tiroideos, pequeños bultos que pueden aparecer en la glándula y que son en general benignos, además de la tiroiditis, que sucede cuando se inflama la glándula, algo que puede ocurrir en infecciones.
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¿Qué suplementos son aconsejables para mantener la salud de la glándula tiroidea?
“Como las diferentes dolencias que pueden ocurrir son muy diferentes, lo ideal van a ser dos minerales, el yodo y el selenio, aunque también es igualmente importante el zinc”, nos anticipa la farmacéutica, que nos los detalla a continuación.
- El yodo: el déficit de yodo puede provocar bocio e hipotiroidismo, y el exceso también puede ser peligroso, por lo que este mineral se debe añadir siempre que el médico lo indique.
- Selenio: es el mineral necesario para convertir la T4 en su forma T3, el déficit de selenio se suele relacionar con enfermedades como la tiroiditis de Hashimoto y la Enfermedad de Graves.
- Zinc: es importante en la síntesis de hormona tiroidea y a la hora de regular la respuesta autoinmune.
- Vitaminas del grupo B, B12, B6, B3. También ayudan al buen funcionamiento de la glándula tiroidea.
- Vitamina A.
- Vitamina D, mejora una función tiroidea adecuada y es beneficiosa en las enfermedades autoinmunes.
- L-tirosina, el aminoácido no esencial que va a ayudar a formar los neurotransmisores y la síntesis proteica.
- Adaptógenos: que van a regular el sistema inmunitario y la energía. Entre ellos destacan la Ashwagandha, el guggul, el ginseng o la rhodiola.
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¿Qué alimentos son los recomendables?
Suplementos al margen, también hay que tener cuidado con la dieta. Así, los alimentos que pueden irnos bien son los que son más ricos en los nutrientes antes mencionados. Nos los detalla Meritxell Martí.
- Ricos en yodo: El pescado y marisco de mar como puede ser bacalao, atún, salmón, ostras, gambas… Lácteos, leche, queso, yogur, generalmente son ricos en estos alimentos debido que, en el proceso de ordeñado, se usan componentes con yodo para limpiar las ubres y muchos animales son suplementados con yodo. Huevos, aunque en menor contenido que los lácteos o el pescado y marisco marino. Vegetales marinos, como las algas, nori, wakame y kombu, son muy ricas en yodo.
- Ricos en selenio: Las nueces de Brasil son muy ricas en Selenio. También es rico en selenio el pescado, los huevos y los granos enteros.
- Ricos en zinc: Las ostras son uno de los alimentos más ricos en zinc, así como otros mariscos, como los langostinos, cangrejo y almejas. Carne de res, cerdo, cordero y aves de corral. Semillas como las de calabaza, sésamo, cáñamo y nueces de Cajou. Legumbres como los garbanzos, alubias… Lácteos (queso, yogur, leche). Cereales fortificados, se añaden zinc en muchos cereales de desayuno. Huevos, especialmente la yema.
- Ricos en L-Tirosina. Son igualmente los mismos alimentos que he mencionado anteriormente, pero deberíamos añadir los aguacates.
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¿Como debería ser la dieta?
Además de los alimentos ricos en los nutrientes anteriores, la experta nos detalla que es aconsejable seguir una serie de recomendaciones útiles en relación a la dieta:
- Disminuir el contenido de alimentos procesados, así como de azúcares simples.
- Sobre las crucíferas: Si es cierto que algunas plantas como la coliflor, col rizada, coles de Bruselas, repollo o nabo pueden evitar la absorción del yodo, y por eso se les denomina alimentos bocígenos, sin embargo, en cantidades normales no debería afectar. Además, que en la cocción se pierde ese efecto sobre la absorción del yodo, por lo que, si se comen cocidos y en cantidades normales, no afectan a la absorción del yodo y pueden incluirse tranquilamente en la dieta.
- Alimentos ricos en antioxidantes: Se deben incluir estos alimentos, frutas y verduras frescas, que son muy ricas en antioxidantes para evitar el daño del estrés oxidativo en la glándula tiroidea.
- Alimentos ricos en fibras: El grano entero, legumbres, que aportan fibras y proteínas.
- Alimentos ricos en grasas saludables: El aguacate, frutos secos, semillas, aceite de oliva, son recomendables para la salud hormonal.