Sientes que no avanzas, que estás en un momento de parálisis, estancada, en lo que podríamos denominar como un stand by. A veces es una impresión que tenemos nosotros, aunque no sea del todo cierta. Por eso, tal y como recomienda Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y psicóloga sanitaria, Directora de Tribeca Psicólogos (@tribeca_psicologos), lo primero que habría que hacer sería evaluar de una manera honesta si es una realidad o es una sensación. “Para ello es fundamental mirarse y analizar si la vida que tengo es la vida que quiero. No me refiero a positivismos irrealistas. Quiero decir que si estoy en un escenario vital en el que me siento satisfecho porque voy materializando asuntos importantes para mí. Por ejemplo, vivir en pareja, un trabajo en el que me siento realizado o dedicar al ocio un tiempo de calidad”, apunta la experta.
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Y añade que muchas veces ocurre al revés, que en realidad nos sentimos estancados porque realmente estamos estancados, pero nos cuesta mirar hacia adentro. “Hacer un ejercicio de introspección requiere cierta valentía porque sabemos que después de mirarnos y analizarnos hay que hacer algo con lo encontrado y eso nos suele dar miedo. La mayoría de las veces la vida que quieres te cuesta la vida que tienes y atravesar por ahí es algo que nos cuesta. Es dejar ir para dejar venir”, nos cuenta.
Mientras, matiza que otras veces ciertamente nos sentimos estancados, aunque así no sea. ¿Cuáles son los motivos? “Eso puede ocurrir porque queremos que las cosas que deseamos ocurran a una mayor velocidad de la que se están dando, lo que nos provoca una cierta sensación de frustración, ansiedad, estrés y desesperanza. Sea como sea es importante que nos analicemos, seamos honestos con nosotros mismos para tener un mapa adecuado y de ahí podamos transitar el camino necesario para avanzar en la dirección que creemos es la correcta”, explica.
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Estancamiento emocional
Nos preguntamos si podríamos hablar, de hecho, de estancamiento emocional. Y lo cierto, como nos cuenta la psicóloga, es que cuando nos sentimos atascados en la vida, también nos sentimos mal emocionalmente. Sentimos que no podemos avanzar. Eso puede ser porque las situaciones presentes son muy complicadas para nosotros, porque estamos en esferas vitales que no nos gustan pero que no nos atrevemos a abandonar (pareja, trabajo, ciudad) o puede ser porque haya una experiencia adversa del pasado en la base que nos impida avanzar.
¿Hay personas con un mayor riesgo de tener esta sensación?
Rebeca Cáceres nos cuenta que todos podemos sentirnos estancados alguna vez en la vida o varias. Sin embargo, hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de experimentar sensaciones de estancamiento.
“Uno de estos factores es la falta de claridad en los objetivos y metas personales. Las personas que no tienen un rumbo claro en la vida, ya sea a nivel profesional, académico o personal, pueden sentirse atrapadas en una rutina monótona que les impide avanzar. En el otro extremo están las personas que se ponen metas tan altas que no logran cumplir sus propias expectativas. Además, las personas que experimentan cambios importantes en su vida, como la pérdida de un empleo, el fin de una relación o problemas de salud, pueden ser más susceptibles al estancamiento debido a la incertidumbre y la dificultad para adaptarse a nuevas circunstancias”, detalla la psicóloga.
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¿Puede esa sensación hacer que no vivamos con plenitud?
“La sensación de estancamiento puede tener un impacto significativo en nuestra capacidad para vivir con plenitud. Cuando nos sentimos atrapados en una rutina monótona o no vemos progreso en nuestras vidas, es fácil caer en un estado de desmotivación, insatisfacción, tristeza e incluso puede llegar a la ansiedad y la depresión. El estancamiento puede impedirnos disfrutar plenamente de nuestras experiencias diarias y limitar nuestra capacidad para encontrar significado y propósito en la vida. Puede afectar nuestra autoestima y autoconfianza, haciéndonos sentir inseguros sobre nuestro futuro y nuestras capacidades para alcanzar nuestras metas. Si no hay un para qué no hay un para qué levantarse, para qué luchar, para qué vivir”, nos cuenta.
Además, la sensación de estancamiento puede tener repercusiones en nuestras relaciones personales y profesionales. Podemos sentirnos distantes o desconectados de los demás, y podemos perder la motivación para buscar nuevas oportunidades o experiencias que enriquezcan nuestras vidas.
Por lo tanto, Rebeca Cáceres considera que es importante abordar la sensación de estancamiento de manera proactiva y buscar formas de recuperar el sentido de dirección y propósito en nuestras vidas. Es importante que pongamos esto en manos de un profesional de salud mental si vemos que esto se nos va de las manos.
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Los demás avanzan y yo no
La situación se complica cuando, además, percibimos que todo el mundo avanza menos nosotros. Sin duda, la directora de Tribeca Psicólogos considera que esa percepción puede hacer que la sensación de estancamiento sea aún más abrumadora. Cuando observamos que las personas de nuestro entorno van avanzando en sus vidas, ya sea en sus carreras, relaciones personales o metas personales, puede generar sentimientos de frustración, comparación, desesperanza y envidia.
“Es natural compararnos con los demás, tener referentes, pero también es importante recordar que cada persona tiene su propio camino y su propio ritmo de progreso. Sentimos que no podemos avanzar. Eso puede ser porque las situaciones presentes son muy complicadas para nosotros, porque estamos en esferas vitales que no nos gustan pero que no nos atrevemos a abandonar (pareja, trabajo, ciudad) o puede ser porque e a uno mismo para saber cuál es el suyo. Lo que puede parecer un avance significativo para alguien más puede no ser lo adecuado para nosotros en este momento de nuestras vidas. Además, las apariencias pueden ser engañosas, y la realidad detrás de las personas que parecen estar avanzando puede ser mucho más compleja de lo que percibimos superficialmente. Con este tema hay que tener especial cuidado en las redes sociales donde tendemos a compararnos con personas que poco tienen que ver con nosotros. Además, no sabemos la realidad de esas personas, solo lo que quieren que veamos”, nos explica.
Por eso, sugiere que en lugar de enfocarnos en lo que otros están haciendo, es crucial concentrarnos en nuestro propio crecimiento personal. ¿Qué supone esto? “Implica establecer metas realistas, trabajar en nuestro desarrollo personal y profesional, y celebrar nuestros propios logros, por pequeños que sean. También es útil recordar que el progreso no siempre es lineal y que es normal experimentar momentos de estancamiento en el camino hacia nuestros objetivos. También es fundamental enfocarnos en cada día y agradecer. Si no es muy complicado avanzar en la vida y la sensación de estancamiento puede ir a más”, recomienda.
Y, claro está, si no logramos sentirnos mejor es importante buscar ayuda profesional de un psicólogo que nos ayude a gestionar las emociones, a mirarnos siendo honestos y a encontrar herramientas para ir avanzando en nuestra vida.
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Consejos útiles si te sientes estancado
¿Qué consejos daría para intentar abordar esta situación, para tratar de avanzar y dejar atrás esa sensación de estancamiento?
Para superar la sensación de estancamiento y avanzar hacia una vida más satisfactoria algunas recomendaciones que podrían ser útiles serían:
- Reevalúa tus prioridades: Tómate un tiempo para reflexionar sobre lo que realmente quieres en la vida. ¿Cuáles son tus metas personales y profesionales? Asegúrate de que estas metas sean realistas y significativas para ti.
- Establece objetivos alcanzables: Divide tus metas en pasos más pequeños y alcanzables. Esto te ayudará a tener una sensación de progreso y te motivará a seguir adelante.
- Explora nuevas oportunidades: Abre tu mente a nuevas experiencias y oportunidades. Esto podría implicar pensar en un nuevo trabajo, recibir clases de alguna habilidad que quieras entrenar o conocer gente que esté en la línea de lo que para ti es importante.
- Desarrolla habilidades: Identifica áreas en las que te gustaría mejorar y trabaja en desarrollar nuevas habilidades.
- Cuida tu bienestar emocional y físico: Dedica tiempo a cuidar de ti mismo. Este paso es vital en un proceso como este en el que en realidad te estás encontrando.
- Consulta a un profesional de salud mental sobre tu sensación de estancamiento. A veces, simplemente hablar sobre tus preocupaciones puede ayudarte a ganar claridad y perspectiva.
- Celebra tus logros: Reconoce y celebra tus logros, por pequeños que sean. Esto te ayudará a mantener una actitud positiva y te motivará a seguir avanzando.
"Recuerda que cada uno tiene un ritmo y que lo importante es que cada día vayas construyendo hacia donde quieres estar teniendo como meta la satisfacción diaria de lo que haces y vives", concluye.