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Con la llegada del buen tiempo, son muchas las personas que aprovechan para ponerse en forma al aire libre. Y no solo para hacer ejercicio, sino también para dedicar momentos para el bienestar practicando, por ejemplo, yoga. “Una de las mayores ventajas de la práctica de yoga es que podemos llevarnos la práctica con nosotros a cualquier lugar. Tan solo necesitaremos ropa cómoda y una esterilla. Durante los meses de verano, muchos practicantes deciden realizar su práctica diaria al aire libre”, nos cuenta Sara García (@sarayoga.journey), profesora de Vinyasa Yoga, que nos resume, a continuación los pros y los contras, así como las posturas recomendables para estos días en los que el calor comienza a apretar.
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Ventajas de la práctica de yoga en el exterior
- Aumento de la energía. Cuando practicamos yoga, nuestros niveles de energía y vitalidad aumentan de por sí. Pero si además le añadimos la conexión con la naturaleza, con los árboles, el aire fresco, ver el cielo mientras practicamos… nuestros niveles de energía aumentarán a un nivel mayor y de manera más rápida.
- Nuestra respiración durante la práctica será más profunda gracias al aire fresco que respiramos durante la práctica al aire libre. Esto nos dará una sensación de relajación mayor, así como de desconexión de nuestra rutina del día a día.
- Mejora del estado de ánimo. Cuando pasamos un tiempo prudente bajo el sol, aumentan los niveles de vitamina D en nuestro cuerpo. Asimismo, mejora nuestro estado de ánimo, se regula nuestro ritmo cardiaco y mejoramos la conciliación del sueño.
- Expande la conexión entre mente-cuerpo. Cuando practicamos yoga al exterior, nuestros sentidos están más despiertos, mejora nuestra concentración y nos sentimos más conectados con nosotros mismos y con la naturaleza.
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Posibles inconvenientes
- Alergia. Los meses de primavera y verano son los meses donde los practicantes tienden a practicar yoga al aire libre, coincidiendo con la temporada de floración y, por lo tanto, alergias. Esto dependerá de la ubicación y las alergias predominantes en el área.
- Superficies irregulares. Al no ser una zona acondicionada para la práctica, los practicantes se pueden encontrar con superficies que no son llanas, lo que puede dificultar encontrar el balance en las posturas de equilibrio.
- Distracciones. Si practicamos yoga en una zona donde hay más gente que no está practicando, por ejemplo, en un parque, las distracciones aumentan ya que es posible que escuchemos sonidos que nos distraen de nuestra propia práctica.
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Posturas de yoga que podemos realizar de forma sencilla al aire libre
Postura del compás: para realizar esta postura de yoga no necesitaremos tener nuestra esterilla. Lo que si será conveniente es que antes de realizar la postura completa, realicemos un calentamiento previo (por ejemplo, saludos al sol, ya que es el calentamiento de la práctica de yoga) para estirar nuestro cuerpo antes de practicar esta postura.
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Postura del bailarín: se trata de una postura de equilibrio para la cual no necesitamos esterilla tampoco, ya que basta con contar con ropa cómoda y con un calentamiento previo.
Postura del camello: una de las mejores posturas para abrir el pecho, el corazón, mientras llevamos la mirada al cielo, lo que nos aporta una sensación única de relajación.
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Postura del loto elevada: durante esta postura mantenemos la mirada recta, lo que nos permite disfrutar de la vista de nuestro entorno mientras fortalecemos nuestro cuerpo con la postura
“Como podemos ver, las ventajas de practicar yoga al aire libre son mayores que los inconvenientes. Por lo tanto, si tienes oportunidad de practicar al aire libre cuando hace buen tiempo puede ser una gran experiencia para desconectar del día a día, así como todo un reto para las posturas de equilibrio”, concluye la experta.