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Hace apenas unas semanas que los paparazzis nos sorprendían con fotografías de Aitana y Sebastián Yatra paseando juntos por Londres y por Madrid, justo unos días después de que las especulaciones hablaran de una posible reconciliación tras una quedada en el restaurante El Malacatín de Madrid. Cuando las fotografías salieron a la luz se confirmó la noticia: los artistas han retomado su relación, a pesar de todas las controversias y rumores en los que estuvo envuelta su separación.
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Desconocemos los motivos reales de su inicial ruptura, al igual que tampoco sabemos cómo ni cuándo decidieron retomar la relación, pero lo que parece claro es que ambos se echaban lo suficientemente de menos como para volver a juntar sus ajetreadas vidas. Porque, precisamente en ese echar de menos, se encuentra una de las principales claves a las que debemos prestar la atención si estamos pensando en volver con nuestras ex parejas. Sin anhelar a la persona (que no la compañía) y sin pensar que los motivos de la ruptura están superados o se pueden trabajar nunca será posible brindar una segunda oportunidad de manera saludable y lograr que funcione bien.
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"Los desafíos emocionales y psicológicos a los que se enfrentan las parejas al intentar dar una segunda oportunidad a su relación son complejos y multifacéticos", comenta Alejandro Miguélez, psicólogo y sexólogo, experto en terapia de pareja. Según los motivos por los que se haya producido la misma, pueden quedar heridas por sanar que no hayan cicatrizado todavía. Si esto sucediera, y sin herramientas para gestionarlo, no sería viable tratar de reconducir la relación.
¿Es posible volver a confiar en tu pareja?
Una de las piedras más difíciles de saltar a la hora de intentar dar una segunda oportunidad es la confianza. "Es la base de cualquier relación y reconstruirla después de una traición o un malentendido puede ser un difícil. Las dudas y la incertidumbre pueden persistir, lo que hace que sea un problema para las parejas volver a confiar plenamente el uno en el otro", detalla el experto en salud mental, que aconseja llevar a cabo varias estrategias para fortelecerla: "Por un lado, debemos reflexionar sobre si la relación vale la pena, y si nos sentimos capaces de perdonar y avanzar. El compromiso debe ser mutuo, es decir, ambos miembros de la pareja deben estar comprometidos con la tarea de reconstruirla, aunque cada uno debe asumir su parte de responsabilidad en estos problemas de confianza, y trabajar para mejorarlos".
Como en cualquier fenómeno que pueda trastocar nuestras emociones e involucre a otras personas, resulta imprescindible que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos el uno con el otro, que exista ese espacio común en el que puedan ser ellos mismos. Hablar de cualquier aspecto que les pueda afectar o que quieran concretar es fundamental. Desde un espacio donde no haya problema ni vergüenza al hablar abiertamente sobre los motivos que propiciaron la ruptura, hasta aquel en el que exista la complicidad suficiente para redefinir las normas de la relación de esta segunda parte (que, dicho sea, es imposible que sean las mismas). Para ello, Miguélez destaca practicar la comunicación emocional y empática, "una que sea abierta y honesta y que permita expresar sentimientos y necesidades. Es necesario crear un ambiente donde ambos se sientan seguros para ser vulnerables y mostrar aprecio mutuo. Este espacio se puede construir mediante la escucha activa, hablando con respeto y de manera clara sin ser agresivos, siendo conscientes del lenguaje no verbal, evitando suposiciones o, incluso, eligiendo un momento y lugar adecuados para llevar a cabo las charlas".
De manera paralela, para que una pareja funcione tan necesaria es la confianza y la comunicación asertiva como cambiar nuestros patrones de comportamiento negativos, o estar seguros de que el perdón es de verdad y el resentimiento acumulado de la ruptura ya no existe: "Los sentimientos de dolor y resentimiento del pasado pueden ser obstáculos significativos. Estos sentimientos pueden resurgir en momentos de conflicto, impidiendo que la pareja avance".
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Estrategias a seguir para una reconciliación eficaz
Datos del CGPJ señalan que en el segundo trimestre del 2023, en España se han registrado 24.404 demandas de disolución matrimonial. Cuantificar las separaciones es imposible, pero si tenemos en cuenta que el contexto tecnológico en el que nos encontramos se amplían las fronteras para los malentendidos, y las redes sociales actúan como punto de partida de muchas de las rupturas del momento, resulta fácil volver a caer en la misma piedra si no se trabaja la reconciliación como es debido. Para hacerlo, y cuando la situación es más complicada de gestionar de lo habitual, la terapia de pareja se impone como la opción más adecuada para sanar cualquier relación desdel a raíz de la misma. En ella se dan claves y enfoques terapéuticos que ayudan a fortalecer el vínculo de la pareja.
"El contrato de contingencias es una estrategia que usamos en terapia, y que consiste en establecer acuerdos claros sobre comportamientos y consecuencias para fomentar la responsabilidad mutua. Con el tarro positivo y negativo, por su parte, depositamos para depositar notas sobre comportamientos en tarros, lo que ayuda a visualizar y poner sobre la mesa los patrones de la relación. Una vez hecho esto, las dos personas deben leerlos juntos. Esto facilita poder expresar los sentimientos para algunas personas, y también hace que, cuando se lean, la situación ya no esté presente en ese momento", cuenta Alejandro Miguélez, que señala estas prácticas, entre otras, como vías para superar los obstáculos en ese proceso de reconciliación. "También deben practicarse formas constructivas de dar y recibir críticas para mejorar la comunicación, planificar juntos actividades que ambos disfruten gestionando ese tiempo que compartan en pareja de modo que los dos se sientan valorados y conectados atendiendo los horarios y las necesidades de cada uno y, por supuesto, se trabaja la sexualidad y la erótica. En este punto se abordan aspectos de la intimidad y la sexualidad para mejorar la conexión emocional y física, porque la comunicación es muy importante en el trabajo de la erótica. Hay parejas que realmente no saben lo que le gusta al otro e incluso se convierte en un tema tabú o que damos por supuesto".
Cuando pasamos muchas horas con una persona, sucede que muchas veces descargamos el peso de nuestros problemas en ella, como si tuviera que ser el encargado de recoger nuestros dilemas y ayudarnos a solucionarnos. Ninguna persona debe ser la enfemera de otra. Puede ayudar, aconsejar, pero jamás debe estar 24/7 respondiendo como si tocara siempre la campanilla para que le atiendan, al igual que tampoco debe permitir cualquier comentario desafortunado ni subida de tono. "Por eso, en terapia también se ayuda a entrenar la discusión constructiva y gestión de problemas. Aquí tratamos de aprender a discutir de manera que se resuelvan éstos sin dañar la relación, poniendo en relieve las necesidades de cada una de las partes", concreta Alejandro Miguélez.
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La sexualidad, un aspecto significativo en la relación
En función de lo que haya sucedido en la pareja, puede que el aspecto sexual o erótico se haya dañado. Los problemas de autoestima que acarrean determinadas situaciones (palabras sacadas de contexto, infidelidades o salidas de tono inapropiadas) son capaces de hacer que comencemos a sentirnos inferiores, y quebrajar nuestra sexualidad. También, el pudor o la falta de comunicación nos juegan malas pasadas en este aspecto. Así nos lo explica el experto: "Mientras que la sexualidad puede ser un aspecto positivo y unificador para las parejas que buscan reconciliarse, Es importante que no se ignoren los problemas subyacentes y que se aborden de manera integral para fortalecer la relación a largo plazo".
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En terreno sexual hay varios frentes abiertos a los que se debe prestar especial atención. Por un lado, a la intimidad y conexión: "La intimidad sexual puede ser una poderosa forma de reconectar y reafirmar el vínculo emocional entre las parejas. Un encuentro sexual satisfactorio puede ayudarnos a generar conexión, afecto, acercarnos emocionalmente, o aumentar el deseo y la autoestima erótica. Sin embargo, también debemos de tener cuidado cuando los encuentros eróticos se utilizan como la vía principal de resolver conflictos, puesto que seguramente estamos fallando en otra áreas, como la comunicación o la gestión de problemas". Puede que las reconciliaciones apasionadas después de una discusión sea algo que te haya sucedido a ti o que lo hayas visto en parejas que te rodean. Está bien que tengan lugar, pero nunca serán positivas mientras actúen solamente como una tirita, es decir, no deben "tapar problemas subyacentes".
Otro aspecto en el que hace hincapié el psicólogo es en el de prestar atención al deseo sexual y a las expectativas que cada un tenga sobre el mismo o en los encuentros íntimos. "Los problemas relacionados con el deseo pueden surgir después de conflictos o traiciones, lo que puede dificultar la reconciliación. Es importante abordar cualquier discrepancia en el deseo sexual para evitar más malentendidos o resentimientos, así como que ambas partes comuniquen sus necesidades y expectativas de manera abierta y respetuosa".
Las segundas oportunidades pueden ser una buena opción siempre y cuando se haya trabajado en todos estos enfoques. A veces, también puede ocurrir que queremos mucho a una persona, pero no contamos con las herramientas suficientes para ser capaces de llevar a cabo todas estas tácticas. En esos casos, lo más recomendable es buscar la ayuda de un psicólogo o, dependiendo del caso, terapeuta sexual. De este modo, contaremos con "abordaremos los problemas de intimidad y deseo, y para aprenderemos a comunicarnos de manera más efectiva sobre temas relacionados con la sexualidad y la erótica".