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mujer vitaminas

Consumir demasiadas vitaminas ¿puede ser malo para la salud?

Aunque lo mejor es obtener las vitaminas directamente de una dieta equilibrada, los suplementos pueden ayudar a compensar cualquier deficiencia pasajera


Actualizado 18 de abril de 2024 - 10:16 CEST

Las vitaminas son elementos esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano, y su carencia o exceso puede desencadenar efectos más o menos graves. “Las vitaminas están involucradas en las funciones vitales del organismo, siendo esenciales para el metabolismo, el desarrollo y el crecimiento normales del organismo, igual que para la regulación del funcionamiento normal de las células”, nos comenta la farmacéutica Mar Sieira, que nos explica que todas las vitaminas se obtienen de los alimentos (vía exógena) y, además el organismo es capaz de sintetizar la vitamina D y la vitamina K en pequeñas cantidades (vía endógena).

“Aunque lo mejor es obtener las vitaminas directamente de una dieta equilibrada, los suplementos vitamínicos pueden ayudar a compensar cualquier deficiencia pasajera”, nos detalla. Pero una de las dudas que nos planteamos es si consumir demasiadas vitaminas puede ser incluso perjudicial para nuestra salud.

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¿Se pueden consumir en exceso?

Tal y como nos explica la experta, el organismo tiene un sistema de autorregulación mediante el cual muchas vitaminas solubles en agua son excretadas por el cuerpo si son consumidas en exceso, o si se ingiere mayor cantidad de la necesaria para cada día. Esto no ocurre para todas las vitaminas, ya que algunas como la A, B-6, C y D, pueden causar síntomas de toxicidad cuando se toman en cantidades elevadas. Mientras, las vitaminas A y D son solubles en grasa (liposolubles), por lo que se almacenan en el cuerpo si se toma más de la necesaria.

Al acumularse en exceso, pueden dar lugar a síntomas de toxicidad, que pueden ser leves, como dolor de cabeza, enrojecimiento de la piel o malestar digestivo, o podrían llegar a ser graves y producir cálculos renales, problemas en el ritmo cardíaco y confusión mental”, nos detalla.

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Cuándo son beneficiosas

Mar Sieira nos detalla que, en algunos casos, existe un claro beneficio en la suplementación con vitaminas, por ejemplo, en situaciones vitales carenciales como mujeres embarazadas, porque tienen mayores necesidades de estas y de ácido fólico, ayudando a reducir el riesgo de defectos congénitos. “Otras situaciones especiales incluyen a personas en dieta hipocalórica, vegetarianos estrictos y personas con afecciones en la absorción de determinadas vitaminas, o que consumen omeprazol (que disminuye la absorción de vitamina B12)”, nos explica.

Además, algunas vitaminas tienen un marcado efecto antioxidante, entre las cuales se encuentran las Vitaminas A, C y E, que son consideradas nutrientes esenciales, ya que, como explica la farmacéutica, podemos desarrollar carencias por su bajo o nulo consumo. Si bien existen algunos estudios que evidencian cierta capacidad antioxidante de las Vitaminas D y K, se deben realizar aún más investigaciones en humanos para poder llegar a clasificarlas también como tales.

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Posibles riesgos de tomarlas en exceso

  • Precisamente, la experta nos cuenta que el mecanismo de acción protectora de los antioxidantes es el mismo que los hace potencialmente peligrosos en grandes cantidades. "Los antioxidantes funcionan cediendo un electrón a los compuestos conocidos como radicales libres, que producen reacciones aceleradas de oxidación en el organismo, destruyendo componentes celulares. Un suministro adecuado de antioxidantes detiene estos radicales libres inmediatamente. Esto ocurre de manera natural en el organismo, pero un exceso en antioxidantes puede alterar este equilibrio y encontrarnos con efectos negativos debidos a su acumulación”, nos cuenta.
  • Además, un metaanálisis de estudios realizados por la Clínica Cleveland encontró que los suplementos de betacaroteno (sólo en suplementos orales y no de manera natural) aumentaban significativamente el riesgo de mortalidad y aumentaban ligeramente el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Otro antioxidante con el que tener precaución es la vitamina E por vía oral. Parece que dosis superiores a 150 UI por día puedan aumentar el riesgo de muerte, aumentando el riesgo con la dosis.
  • La vitamina C en exceso puede causar diarrea, náuseas, cólicos abdominales, vómitos, acidez estomacal, insomnio y dolor de cabeza.
  • Un exceso de vitamina B1 puede causar dificultad para conciliar el sueño, hipertensión, irritación de la piel, aparición de alergias y nerviosismo.
  • La vitamina B12 en exceso puede causar insomnio, diarrea, agitación, erupciones en la piel, entumecimiento de los dedos y músculos faciales.
  • En el caso de las mujeres embarazadas, deben tener precaución en la ingesta de vitamina A porque puede aumentar el riesgo de defectos congénitos.

“Podemos concluir que la hipervitaminosis (exceso de vitaminas en el organismo) sucede principalmente en aquellas personas que se suplementan con vitaminas. Es por esto que es importante consultar con un profesional sanitario antes de tomarlas por tu cuenta, para evitar los riesgos de una excesiva suplementación”, concluye Mar Sieira.

REFERENCIAS

  1. Vivekananthan DP, Penn MS, Sapp SK, Hsu A, Topol EJ. Use of antioxidant vitamins for the prevention of cardiovascular disease: meta-analysis of randomised trials. Lancet. 2003 Jun 14;361(9374):2017-23. doi: 10.1016/S0140-6736(03)13637-9. Erratum in: Lancet. 2004 Feb 21;363(9409):662. PMID: 12814711. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12814711/
  2. Abner EL, Schmitt FA, Mendiondo MS, Marcum JL, Kryscio RJ. Vitamin E and all-cause mortality: a meta-analysis. Curr Aging Sci. 2011 Jul;4(2):158-70. doi: 10.2174/1874609811104020158. PMID: 21235492; PMCID: PMC4030744.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4030744/

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