La enfermedad de Crohn es una afección crónica del sistema digestivo que afecta a personas de todas las edades, aunque es más comúnmente diagnosticada en adultos jóvenes. A lo largo de las últimas décadas, ha habido un aumento en la incidencia de esta enfermedad inflamatoria intestinal. Te contamos por qué aparece esta enfermedad, cuáles son sus síntomas, qué tratamientos existen y si hay que recurrir a la cirugía abdominal para curarla.
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¿Qué es la enfermedad de Crohn y cuáles son sus causas?
Como nos explica la Dra. Ana Gutiérrez Casbas, presidenta del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), "la enfermedad de Crohn es una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo. Se caracteriza por afectar de manera transversal todas las capas del tubo digestivo, dando lugar a diversas complicaciones.
Las causas exactas de la enfermedad de Crohn se desconocen. Sin embargo, se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Se ha observado que las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla. Además, factores ambientales, como el tabaquismo y la dieta, también pueden desempeñar un papel en su desarrollo.
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Síntomas de la enfermedad de Crohn
Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar de una persona a otra y dependen de la ubicación y la gravedad de la inflamación.
Los síntomas comunes incluyen:
- Dolor abdominal
- Diarrea persistente
- Pérdida de peso
- Fatiga
- Fiebre
En algunos casos pueden aparecer complicaciones como fístulas, obstrucción intestinal, fibrosis y otros problemas graves.
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Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la enfermedad de Crohn puede ser complicado, puesto que esta dolencia puede confundirse con otras patologías. Los médicos suelen utilizar una combinación de pruebas, que incluyen análisis de sangre, estudios de imagen como la tomografía computarizada y la resonancia magnética, y procedimientos endoscópicos, como la colonoscopia, para confirmar el diagnóstico.
En los últimos diez años la ciencia ha dado grandes pasos en el abordaje de la enfermedad. Sin duda alguna, los grandes avances en el ámbito de la investigación ha sido la aparición de nuevos fármacos y los estudios que permiten comparar los mecanismos de acción de estas nuevas moléculas.
Como señala la Dra. Ana Gutiérrez, el tratamiento de la enfermedad de Crohn en sus formas moderadas o graves implica el uso de fármacos biológicos diseñados para frenar la actividad inflamatoria. "Contamos con diversos mecanismos de acción que se dirigen a diferentes puntos de la inflamación, como el TNF alfa, que actúa contra las interleucinas, y aquellos que interfieren con la migración de células inflamatorias. En resumen, se ha ampliado significativamente el arsenal terapéutico en los últimos años. El objetivo de estos fármacos es generar un freno en toda esta actividad inflamatoria a través de la inmunosupresión, con la intención de prevenir la aparición de nuevas complicaciones asociadas a la enfermedad de Crohn", indica.
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¿Cuándo es necesaria la cirugía?
A pesar de los tratamientos, en ocasiones, esto se debe a que no se inician lo suficientemente pronto o porque, aun siendo adecuados, no surten efecto en el paciente. "La enfermedad de Crohn se distingue por su marcada heterogeneidad, ya sea porque el paciente es diagnosticado en estadios en los que han surgido complicaciones, encontrándose en una situación más allá de la inflamación, denominada fibrosis. En esta etapa, pueden haberse desarrollado estrecheces o complicaciones como abscesos o fístulas, lo que requiere un enfoque de tratamiento específico. La variabilidad en la presentación y progresión de la enfermedad subraya la necesidad de estrategias terapéuticas personalizadas y la importancia de la detección temprana para mejorar la eficacia de los tratamientos y la calidad de vida de los pacientes", indica la Dra. presidenta de Geteccu.
Así, en la enfermedad de Crohn, la intervención quirúrgica se considera en casos donde se han desarrollado estrecheces o estenosis que ya no responden a los tratamientos con fármacos inmunosupresores o biológicos, los cuales han perdido eficacia al llegar a la etapa de fibrosis. Estas estenosis pueden requerir una cirugía de resección, que implica el corte de la porción más afectada, seguido de una anastomosis para unir nuevamente el intestino.
En ocasiones, la solución también puede implicar la resección de la porción enferma que ha originado las fístulas, siendo esta una razón para la intervención quirúrgica. Además, los pacientes con enfermedad de Crohn pueden requerir cirugía debido a la presencia de enfermedad perianal, como fístulas o abscesos, que a veces necesitan la colocación de sedales o drenajes a nivel de estas complicaciones. La decisión de recurrir a la cirugía se toma cuidadosamente, considerando la naturaleza específica y la gravedad de las complicaciones para mejorar la calidad de vida del paciente.
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Complicaciones de la cirugía
Como nos explica la experta en aparato digestivo, "las complicaciones que puede experimentar un paciente sometido a cirugía por enfermedad de Crohn son diversas, abarcando tanto aspectos a corto plazo como la dehiscencia de suturas, la infección de la herida quirúrgica y la íleo paralítico (pseudoobstrucción). Estas son complicaciones comunes asociadas a procedimientos quirúrgicos en general, no limitadas únicamente a los pacientes con enfermedad de Crohn, sino también a aquellos que se someten a intervenciones abdominales.
En ciertas circunstancias, "si la dehiscencia de suturas afecta la anastomosis realizada, puede dar lugar a la necesidad temporal de una ostomía (abertura creada quirúrgicamente entre los intestinos y la pared abdominal) para el paciente".
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¿Es curativa la cirugía?
Como aclara la especialista, "no se puede afirmar que la cirugía en la enfermedad de Crohn sea curativa, ya que está comprobado que los pacientes, a medio y largo plazo, experimentarán recurrencia endoscópica, es decir, volverán a presentar afectación por la enfermedad en los extremos del intestino que se han vuelto a unir. Sin embargo, hemos desarrollado estrategias preventivas para esta recurrencia postquirúrgica en la enfermedad de Crohn, utilizando fármacos específicos para aquellos pacientes con mayor riesgo de sufrirla".
En caso de que ocurra la recurrencia, también se puede abordar nuevamente con fármacos biológicos. Aunque la cirugía en sí no puede considerarse como curativa, como decíamos, tiene la capacidad de resolver situaciones que de otra manera no podrían resolverse, mejorando la condición clínica del paciente y permitiéndole llevar una vida normal durante períodos más o menos prolongados.
Asimismo, es importante señalar que no todos los pacientes experimentarán recurrencia clínica, es decir, volver a presentar síntomas, y un porcentaje aún menor necesitará someterse a una segunda intervención quirúrgica. Sin embargo, existe un grupo de pacientes que enfrenta esta situación.
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Pronóstico en enfermedad de Crohn
En cuanto al pronóstico y la calidad de vida del paciente con enfermedad de Crohn, "se trata de una pregunta difícil de responder, debido a la notable heterogeneidad de la enfermedad". Existen casos con formas muy leves, aunque son menos comunes, en los cuales algunos pacientes pueden no requerir tratamiento alguno. Es decir, aquellos pacientes con formas leves podrían llevar a cabo un seguimiento sin tratamiento, aunque este escenario es minoritario. "La gran mayoría de pacientes con enfermedad de Crohn necesitarán algún tipo de tratamiento adicional que permita normalizar su calidad de vida, equiparándola a la de la población general, siempre y cuando la inflamación esté bajo control", afirma la Dra. Ana Gutiérrez.
No obstante, la respuesta es compleja debido a la variabilidad en la gravedad de la enfermedad, la presencia de complicaciones como fístulas, abscesos, entre otros, que podrían requerir cirugía, así como la existencia o no de enfermedad perianal. Generalizar sobre la calidad de vida se torna difícil, ya que cada caso depende de múltiples factores clínicos.
"Es cierto que al ser una enfermedad crónica, sus síntomas afectarán significativamente la calidad de vida del paciente. Por lo tanto, se aboga por el uso de tratamientos efectivos, individualizando la atención según las diversas situaciones clínicas que puedan presentarse, con el objetivo de controlar de manera óptima la inflamación y, por ende, acercar la calidad de vida del paciente a la normalidad", concluye.