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¿Cómo puede afectar la ansiedad a las relaciones de pareja?

Hablamos con una psicóloga para que nos explique cómo hay que gestionar este problema para tratar de evitar que afecte a nuestra relación

Actualizado 22 de febrero de 2024 - 12:23 CET22 feb 2024 - 12:23 CET

Cuando estás pasando por un episodio de ansiedad, sin duda puede llegar a afectar a tu relación de pareja. Tanto es así, que la ansiedad puede manifestarse de diversas formas en una relación, tal y como nos explica Rebeca Cáceres Alfonso, Doctora en Psicología y Terapeuta de pareja PACT, directora de Tribeca Psicólogos. “Estas manifestaciones pueden variar dependiendo de la persona y de la dinámica de la relación”, apunta la especialista, que añade que algunas formas en que la ansiedad puede impactar las relaciones de pareja son:

Comunicación deficiente, compulsiva o evitación: Las personas que experimentan ansiedad pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos y necesidades de manera clara en la relación. Pueden evitar conversaciones difíciles o conflictos por miedo a ser juzgados o rechazados, lo que puede llevar a la acumulación de resentimientos o malentendidos. También puede ser que las personas con ansiedad manifiesten su malestar de manera compulsiva con una queja constante.
Inseguridad y celos: La ansiedad puede alimentar sentimientos de inseguridad en la relación, lo que puede manifestarse en celos o en la necesidad constante de validación y afirmación por parte de la pareja. Esto puede generar tensiones y conflictos.
Control y sobreprotección: Algunas personas con ansiedad pueden intentar controlar o sobreproteger a sus parejas como una forma de lidiar con sus propias preocupaciones y temores. Esto puede generar sensación de asfixia en el otro provocando tensiones si no se sabe manejar esta parte.
Dependencia emocional: Las personas con ansiedad a menudo buscan apoyo emocional en sus parejas de manera intensa, lo que puede poner una presión adicional en la relación.
Impacto en la intimidad sexual: La ansiedad puede afectar la intimidad sexual en la pareja, ya sea disminuyendo el deseo sexual o generando preocupaciones relacionadas con el rendimiento sexual. Esto puede generar frustración en la relación si no se aborda adecuadamente.

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Un problema que afecta a la calidad de nuestras relaciones

De lo que no cabe duda es de que estamos ante un problema que puede llegar a afectar en gran medida a la calidad de nuestras relaciones. “Cómo afecta la ansiedad a la calidad de la relación de pareja va a depender en gran medida de varios factores: intensidad y duración de la ansiedad, tipo de pareja, motivo de la ansiedad relacionado o no con la pareja.... No podemos decir que afecta de una manera estándar porque depende mucho cómo la pareja maneja los estresores y eso va a depender en gran parte de cómo sea su relación”, matiza, eso sí, la psicóloga.

Así, en su opinión, aquellas parejas que funcionan como si estuviesen en una burbuja de seguridad, es decir funcionan en equipo siempre porque tienen claro que son dos frente al mundo. “Estas parejas se sobreponen a las dificultades y manejan bien las condiciones adversas, son parejas resilientes. Por tanto, cuando uno de los miembros de este tipo de parejas o los dos tienen ansiedad, el otro o los dos serán una fuente de apoyo fundamental el uno para el otro. Son parejas que se relacionan desde el apego seguro y eso supone que la pareja es un lugar seguro para poder gestionar lo que pase, en este caso la ansiedad. Así, ellos hablarán sobre el tema, se darán espacios para la ventilación emocional, utilizarán la empatía, ofrecerán apoyo al otro, harán cosas que saben que para el otro es importante, buscarán soluciones como equipo”, nos dice.

Por otro lado, Rebeca Cáceres apunta que si son parejas que no tienen un funcionamiento de apego seguro, sino que se mueven más bien en el apego inseguro, lo más probable es que la ansiedad de uno de sus miembros también se traspase a la relación de pareja de manera negativa. “Así, este tipo de parejas van a tender a tener una peor comunicación, se pueden desbordar emocionalmente, aislarse, llegar a tener más peleas, más desacuerdos que no saben gestionar, incluso pueden llegar a romperse… En resumen, la pareja en estos casos no será una fuente de seguridad, sino de todo lo contrario”, comenta.

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Gestionar la ansiedad en la pareja

La pregunta, claro está, es cómo se debe gestionar un problema de ansiedad en nuestras relaciones de pareja. “Gestionar un problema de ansiedad en una relación de pareja puede ser un desafío. Sin embargo, si se gestiona bien en pareja puede ser algo que ayude a crecer y fortalecer la relación”, nos dice la experta. Algunas estrategias que pueden ayudar son:

Comunicación abierta y comprensiva: Es fundamental que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos expresando sus preocupaciones, necesidades y emociones. Fomentar una comunicación abierta y comprensiva puede ayudar a construir una base sólida para abordar el problema juntos.
Buscar información acerca de la ansiedad: Aprender sobre la ansiedad y sus efectos puede ayudar a la pareja a comprender mejor lo que está experimentando el otro. Esto puede reducir los malentendidos y fortalecer la empatía y el apoyo mutuo.
Apoyo emocional: Brindar y recibir apoyo emocional es esencial en la gestión de la ansiedad en una relación de pareja. Esto puede incluir escuchar activamente a la pareja, validar sus sentimientos y ofrecer palabras de apoyo en momentos de dificultad.
Poner límites: Es importante establecer límites saludables en la relación para proteger el bienestar emocional de ambas partes. También es importante ir midiendo si la ansiedad va mejorando a medida que se van tomando acciones para la solución del problema. No se puede creer que vivir con ansiedad es normal. Hay que poner tiempos para solucionar lo que ocurre que es lo que está dando síntomas de ansiedad.
Practicar la empatía y la comprensión: La ansiedad puede ser desafiante no solo para la persona que la experimenta, sino también para su pareja. Practicar la empatía y la comprensión mutua puede ayudar a fortalecer la conexión emocional y promover la resiliencia en la relación.
Buscar apoyo profesional: En algunos casos, puede ser beneficioso buscar ayuda profesional para manejar la ansiedad en la relación. Un terapeuta puede proporcionar una amplia comprensión y abordaje sobre la situación teniendo en cuenta la ansiedad y cómo está afectando a esa relación y personas en concreto.
Fomentar el autocuidado: Tanto la persona que experimenta ansiedad como su pareja deben priorizar el autocuidado para mantener su bienestar emocional.

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Ayudar a tu pareja si tiene ansiedad

¿Cómo podemos ayudar a nuestra pareja si está viviendo un episodio de ansiedad? “Si tu pareja está experimentando un episodio de ansiedad, tu apoyo puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional y en la dinámica de la relación”, cuenta la experta, que resume que algunas formas con las que podemos ayudar a nuestra pareja son:

Escucha activa y comprensiva.
Valida sus emociones.
Ofrece apoyo emocional.
Ayuda a identificar posibles soluciones para manejar el problema. Recuerda que la ansiedad es el síntoma, no el problema.
Evita la sobreprotección y cargarte con responsabilidad que no te toca. Eso solo hará que la otra sea más dependiente y que tú te sobrecargues.
Ayuda a construir un entorno de seguridad.
Anima a la búsqueda de ayuda profesional si la ansiedad no remite, si tiene episodios recurrentes o si no se sabe cómo solucionar el origen de la ansiedad.

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Cuando la ansiedad genera dependencia afectiva

Lo que está claro es que la ansiedad puede contribuir al desarrollo de la dependencia afectiva en una relación. “La dependencia afectiva se caracteriza por una necesidad excesiva de atención, validación y afecto por parte del otro. Esta dependencia puede surgir como forma de calmar sus temores y preocupaciones. Esta búsqueda constante de seguridad emocional puede llevar a una dependencia emocional poco saludable en la relación. También hay que entender que en un momento complicado para uno de los miembros, se va a necesitar más afecto y apoyo y esto no tiene nada que ver con la dependencia afectiva sino con lo que requiere la situación”, concluye la psicóloga.

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