Hay días en los que el dolor puede llegar a ser incapacitante. Así se manifiesta en el caso de muchas mujeres la endometriosis, un problema que se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para ellas. Hoy se conmemora el día mundial de esta patología que afecta a adolescentes y mujeres en edad fértil y cuyo diagnóstico, en una gran parte de los casos, puede tardar entre 8 y 12 años. “La endometriosis es una patología altamente infradiagnosticada” explica la doctora Paloma Lobo, Coordinadora Unidad histeroscopia y Patología endometrial del Hospital Universitario Infanta Sofía Madrid ya que “por desconocimiento, o incluso a veces por subestimar sus síntomas, muchas mujeres no acuden al médico, pese a que el dolor interfiere en su día a día. Sin embargo, con un diagnóstico temprano, podemos abordarlo de forma conjunta y mejorar su calidad de vida, así como sus posibles consecuencias, como la infertilidad. De hecho, con un tratamiento adecuado, el 50% de las mujeres logran el embarazo espontáneamente".
Una enfermedad que afecta desde el punto de vista psicológico
Está comprobado que estamos ante una patología que puede llegar incluso a afectarles desde el punto de vista psicológico. Cuando se confirma el diagnóstico, puede aparecer cierta tranquilidad, pues ponen nombre a lo que realmente les pasaba, pero lo cierto es que convivir con este problema ginecológico en su día a día no es sencillo. Así lo confirma la doctora Sandra García Lumbreras, responsable de la Unidad de Psicología de Dexeus Mujer, quien nos cuenta que generalmente, tras años de molestias y dolor, poder disponer de un diagnóstico les genera cierto alivio. “Confirmar que estaba pasando algo y no estaban exagerando o estaba todo en su cabeza, es importante. Pero luego saber que van a convivir con dolor cronificado, en muchos casos, genera niveles de depresión y ansiedad, unido a la preocupación por el tema de la fertilidad”, apunta la especialista.
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Demora en el diagnóstico
Como decíamos, uno de los problemas añadidos que puede generar gran malestar en la mujer es la habitual demora en el diagnóstico de una enfermedad como la endometriosis. “Cuando la paciente inicia dolor y periplo de consultas médicas sin un diagnóstico suele sentirse incomprendida, lo que va generando un estrés sostenido en el tiempo. Las molestias físicas pueden ser tan importantes que limiten su vida, en el área social, laboral, etc. generando un malestar emocional importante”, apunta la psicóloga.
Vínculo entre la depresión y la endometriosis
Tanto es así, que se ha llegado a estudiar el vínculo entre la depresión y la endometriosis, para tratar de confirmar si las mujeres con este problema ginecológico tienen más riesgo de padecer problemas de salud mental. “Los estudios demuestran que las mujeres con endometriosis tenían 3,6 veces más probabilidades de tener depresión, 2,9 veces más probabilidades de tener trastornos alimentarios y 2,6 veces más probabilidades de tener ansiedad (ensayo publicado en JAMA Network Open)”, nos anticipa la psicóloga.
Y es que, tal y como observan en consulta los expertos, el dolor de la endometriosis puede afectar en aspectos tan destacados como los siguientes:
- Calidad del sueño.
- Acentuar el estrés.
- Disminuir los niveles de actividad.
- Todo ello, con el tiempo, puede traducirse en trastornos psicológicos como la ansiedad y depresión (cambios de humor, baja autoestima, frustración, problemas en la sexualidad).
"Lidiar con dolores crónicos a diario es poco compatible con cualquier actividad, y esto hace que afecte en el nivel emocional”, especifica el doctor Gustavo Salazar, especialista en el tratamiento de miomas uterinos y endometriosis, quien añade que igual que prestamos atención a los síntomas físicos, y "cuando hablamos de enfermedades crónicas es importante prestar también atención a los efectos que causan en la salud mental”.
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Consejos útiles si padeces endometriosis
¿Qué recomendaría la experta a una mujer a la que este problema de salud le está afectando a nivel psicológico? En opinión de la doctora, sería conveniente consultar con su ginecóloga y si a nivel médico/hormonal está todo estable, hablar con un psicólogo que le podría ayudar en aspectos importantes:
- Comprender su enfermedad, en cuanto a la afectación y áreas de su vida que se ven comprometidas.
- Conseguir mejor adaptación y aceptación de su enfermedad.
- Si hay dolor, establecer un marco de información sobre los mecanismos del dolor y manejo de este.
- Revisar la posible afectación sobre el ámbito de la sexualidad.
- Proporcionar soporte emocional y acompañar en la toma de decisiones.
“Por otro lado, sería recomendable que tuviera soporte social, pues muchas mujeres perciben falta de apoyo y comprensión de su entorno, lo que intensifica su soledad y tristeza”, detalla Sandra García Lumbreras, que añade que, por último, y no menos importante, están los problemas de reproducción que pueden experimentar estas mujeres por lo que será de especial relevancia que lo aborden con un ginecólogo especializado (evitar retraso en la maternidad y también los problemas de pareja). “En este sentido es fundamental acudir a un centro que pueda abordar esta patología desde un punto de vista especializado y multidisciplinar”, nos cuenta.
La falta de visibilidad y comprensión pública contribuye a la minimización de los impactos que estas afecciones pueden tener en la vida diaria de las mujeres. Esta falta de reconocimiento perpetúa un ciclo de silencio en torno a estas enfermedades, dificultando la búsqueda de apoyo y recursos adecuados para las mujeres que enfrentan estas realidades. “El tratamiento psicológico podría ser un apoyo necesario para las mujeres que padecen enfermedades como miomas y la endometriosis, en donde el manejo del dolor y los mecanismos de afrontamiento deben ser los objetivos principales en el plan terapéutico”, añade por su parte el doctor Salazar.
Mientras, la especialista de Dexeus concluye con una llamada a la esperanza para todas las mujeres que padecen este problema de salud: “Hemos observado que cuando la paciente tiene un diagnóstico y conoce cuál es el origen del problema, recibe tratamiento y se le brinda un apoyo multidisciplinar, mejora su calidad de vida”, apunta la especialista.