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Comienza el libro con una frase llamativa ‘Mi nombre es Dani y soy un inútil’. ¿Provocador o una declaración de intenciones? "Un poco de las dos cosas", nos contesta el profesor universitario Dani Sánchez-Crespo cuando le hacemos esa pregunta. Acaba de publicar su libro Pensar más, pensar mejor, publicado por Debate, donde despliega todo un arsenal de técnicas que la gente aparentemente inteligente usa, a veces de forma consciente, otras inconscientemente, para desarrollar todo su potencial creativo. El fundador y director del máster en Creación de Videojuegos en la Universitat Pompeu Fabra defiende que el objeto de la educación tradicional enseña un poco de todo pero falla en lo esencial: capacitarnos para usar el cerebro de forma eficiente. Sobre todo ello hemos hablado con el autor.
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La primera pregunta que nos planteamos es si una persona inteligente nace o se hace, ¿qué opina?
Una mezcla de las dos. Pero en el mundo actual pensamos que la inteligencia es mayormente innata, y lo que yo propongo en el libro son métodos para demostrar que no es así, que la inteligencia es altamente entrenable con técnicas que todo el mundo puede aprender sin requerir talento más allá de saber leer.
¿Hay distintos tipos de inteligencias o de talentos?
¡Claro! Del mismo modo que una persona con dedos largos lo tendrá más fácil para tocar el piano, los genes nos lo ponen algo más fácil o más difícil. Pero es nuestro trabajo explotar esos genes, o compensar sus carencias. ¡Piense que Beethoven era sordo y músico!
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¿A pensar también se aprende?
Absolutamente. Si no fuese así, ¿para qué ir al colegio? Lo que yo digo es que, acabado el colegio, podemos seguir aprendiendo, no nos hemos de contentar con la educación básica. Y que el colegio podría hacer un mejor trabajo sentando las bases de esa capacidad de pensar.
¿Pensar mejor nos puede ayudar a vivir mejor?
Pensar nos permite afrontar mejor el mundo que nos rodea. Y por tanto, sí, pensar mejor tiene un impacto directo sobre nuestra calidad de vida. Por poner un ejemplo, detectando fake news.
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¿Por qué piensa que nos cuesta tanto afrontar y resolver problemas?
Este es uno de los ámbitos que para mí es más entrenable. Resolver problemas es un proceso absolutamente entrenable, a eso se dedican por ejemplo médicos e ingenieros. Creo que algo de esa misma forma analítica de pensar sería muy beneficioso para la población en general.
¿Nos falta tiempo para pensar?
Nos falta tiempo para todo. Hemos creado un mundo moderno que se ha adueñado de nuestro tiempo como si fuese suyo: el trabajo, las redes sociales, incluso las relaciones humanas. Yo defiendo un "egoísmo razonable": Entender que salvaguardar algo de nuestro tiempo para nosotros mismos es esencial.
¿Es importante sacar nuestro cerebro de su zona de confort, mantenerlo bien entrenado?
El cerebro se nutre de novedad, por eso los creativos viajan tanto. Es muy difícil ser creativo mirando una pared blanca. Así que, sí, saque a su cerebro de sus rutinas. Visite lugares nuevos. Cultive nuevos hobbies. Y pronto notará el efecto positivo en otros ámbitos de su vida.
¿Le prestamos atención al cuidado de nuestro cerebro y nuestra salud mental?
Menos del que deberíamos, y la tendencia es preocupante. Como he dicho, da la sensación de que hemos defendido demasiado poco nuestro tiempo y nuestro cerebro. Tenemos que entender que nuestro tiempo es nuestro. Y dejar de estar tan pendientes de estímulos externos que roban nuestra atención de forma continua.
Todo lo encontramos en Google… ¿piensa que las nuevas tecnologías nos están haciendo un flaco favor a la hora de pensar más y mejor?
Yo creo que las tecnologías son en general positivas. Pero que, como todo, hay lados oscuros. En general soy un optimista tecnológico. Imagine a un hombre del Renacimiento con Wikipedia: se moriría de envidia. Sólo tenemos que aplicar control y sentido común para aprovechar lo bueno, que es mayoritario, y restringir lo malo.
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Hay personas que rumian pensamientos constantemente, ¿se puede llegar a pensar ‘demasiado’?
Oh, sí, absolutamente. Hacer la siesta, tomar el sol en la playa y perder el tiempo ¡es tan importante como pensar! Lo que pasa es que he dedicado el libro al pensamiento porque me da la sensación que, de hacer el vago, ya sabemos.
¿Cuando pensamos mejor, podemos llegar a ser más creativos?
La creatividad es un tipo de pensamiento, y buena parte del libro se dedica a ella. Yo llevo veinte años en industrias creativas, y sí, constantemente uso técnicas. No creo en la inspiración: creo en el trabajo duro y la técnica.
¿Qué se va a encontrar el lector que abra las páginas de ‘Pensar más, pensar mejor’?
Un libro muy ameno, que espero que le abra puertas que no se imaginaba que existían: que pensar es entrenable y que, no sólo eso, se puede hablar de ello de forma desenfadada y entretenida.
