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¿Eres una persona celosa? Haz este test para averiguarlo

Los celos no son buenos ni malos, pero sí las creencias que te hacen ser celosa. Averigua con este test si lo eres y sigue los consejos de la psicóloga para gestionarlos mejor.


Actualizado 25 de enero de 2024 - 18:12 CET

Aunque muchos usamos el término “celoso” como algo despectivo de lo que tenemos que huir en pareja, lo cierto es que estar celoso no es tóxico, es una emoción normal y deberíamos crecer sabiendo esto. Lo que sí pueden ser tóxicas las causas que provocan estos celos, ya que pueden denotar una falta de autoestima, inseguridad, poca confianza y eso es lo que hay que trabajar. Entrevistamos a la psicóloga Paloma Aleñar, de Confort Mental, quién nos explica por qué se producen los celos, y qué podemos hacer para gestionarlos bien. Además, te proponemos hacer un test de personalidad para saber si eres o no una persona extremadamente celosa.

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Test de personalidad

¿Eres una persona celosa? Puedes hacer este test de personalidad para averiguarlo. Al igual que el cuestionarios que podrás encontrar en este artículo, este test no tiene ninguna validez científica, y no reemplaza al trabajo que hagas con un profesional.

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¿Qué son los celos?

Los celos son una emoción que experimentamos cuando vemos amenazada una relación o un vínculo con alguien, es decir, son una señal de alarma que nos avisa de que hay un peligro, sea real o no. Puede venir de la imaginación (a partir de algunos datos rellenamos información para crear un falso escenario) o por alguna razón real, por ejemplo, una infidelidad.

En ambos casos sentimos una amenaza de perder aquello que creemos nuestro. Posteriormente, hacemos una interpretación de eso que sentimos y ahí es cuando suele haber muchas distorsiones.

Por ejemplo: te veo saludando a una chica, siento miedo y en función de lo que piense mi malestar aumenta o no, y dependerá del grado de malestar que tenga la capacidad de control y racionalidad con la que vaya a actuar después. Es decir, antes de llegar a la conducta negativa celosa hemos pasado por una serie de escalones e interpretaciones que nos conducen a una buena o mala gestión de aquello que sentimos (lo cual no podemos evitar sentir porque ocurre de forma automática igual que el resto de las emociones)

EMOCIÓN. ————> PENSAMIENTO ————> CONDUCTA

- Leer también: Los rasgos de una personalidad agradecida

¿Por qué surgen los celos?

Los celos aparecen de forma natural como respuesta a la percepción de amenaza o miedo a perder algo que hemos asimilado como nuestro. Y aparecen de forma automática. Esto lo sentimos desde muy temprana edad, con amigos, cuidadores, juguetes etc. Es ahí cuando deberíamos empezar a gestionarlo de forma adaptativa. Pero, aunque es complicado, en la edad adulta sí se puede aprender a gestionar los celos y es algo que conseguimos con nuestros pacientes a diario.

Y, aunque es una emoción que surge en la infancia, en la edad adulta se ha relacionado mucho con el amor romántico. El problema no es sentir celos (ya que esto surge muy naturalmente como cualquier otra emoción) sino la interpretación que hacemos de los celos (es ahí donde puede haber un problema mayor incluso llegando a ser peligroso y que se debe tratar en terapia) .

Es diferente pensar:

“Está mirando a otra que no soy yo porque no me quiere tanto”

a pensar:

“Está mirando a otra y eso me está produciendo muchos celos porque tengo una creencia errónea de que su mirada solo puede estar en mí o de que si mira a otra persona dejará de quererme porque siento que valgo menos”.


Este último pensamiento es realmente complicado y requiere mucho trabajo, pero es la clave para empezar a entender que no “eres celosa” sino que cuando sientes celos tus creencias te están perjudicando. Identificar lo que ocurre sería el primer paso para entrenar en tu gestión emocional.

¿Hay personas más propensas a padecerlos?

Sí, al ser una emoción muy ligada a la amenaza y el miedo hay varios factores que te predisponen a tener celos.

Uno de ellos es cómo protegemos nuestra estima y este factor está muy determinado por el tipo de vínculos que has tenido anteriormente y la interpretación que vamos creando de nuestra imagen. Esto está muy relacionado con el rasgo de necesidad de control y perfeccionismo.

Otro factor son las creencias que tenemos con respecto al amor romántico y las relaciones de pareja o de amistad. Existen muchos mitos que se pasan de generación en generación con respecto al amor, como por ejemplo que tu pareja solo puede sentir atracción hacia ti y no hacia otros, cuando esto sería imposible controlar.

Además, la gestión que tenemos de las emociones es algo que se imita y se aprende. Es más probable que empieces a tener pensamientos de celos si anteriormente (o en tu relación actual) has estado expuesto a un vínculo en el haya habido conductas de celos.

En ocasiones esto puede verse muy maquillado con uno de los grandes mitos del amor: “Si está tan celoso es porque te quiere de verdad”. Los celos son una respuesta emocional de miedo, lo cual no debemos relacionar con otra respuesta emocional de amor. Cuando sentimos celos el foco de atención está en uno mismo y no en el otro. Es decir: No tienes celos porque le quieres mucho, sino porque te da miedo que él te deje de querer a ti (el foco está en ti).

¿Por qué los celos no son buenos?

Los celos no son buenos ni malos, son una emoción más. El problema es que, por patrones de aprendizaje, hay muy mala gestión de estos. Es por eso que solemos relacionar esta emoción con una “red flag” de la que tenemos que huir. Y, en algunos casos podría ser así, pero no por los celos, sino por conductas agresivas que pueden acompañarlos, lo cual es importante identificar por ambas partes y trabajarlo como prioridad.

Pero es cierto que existe un estigma enorme con respecto a la persona celosa y en terapia nos encontramos con muchas personas que se castigan por sentir celos sin tener las herramientas necesarias para gestionarlos . Es importante que dejemos de demonizar a la persona celosa (siempre y cuando exista respeto hacia las partes) y busquemos las herramientas necesarias para ayudarla, desde la validación emocional.

Pero hay un matiz, las conductas de celos mal gestionados en ocasiones resultan muy malas y peligrosas para la pareja, incluso pudiendo llegar a hablar de maltrato, esto suele ocurrir cuando no hay respeto. Es sumamente importante saber identificar estas conductas celosas para poder pedir ayuda.

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¿Gestionas bien tus celos?

Si no sabes si estás gestionando bien tus celos te dejo un cuestionario que podría ayudarte. Ten en cuenta que no tiene validez científica y sólo orientativa, si experimentas problemas con los celos que te dificultan tu bienestar te recomiendo buscar ayuda profesional.

Vamos a fijarnos en 8 aspectos relevantes para la gestión de los celos:

  1. Autoconsciencia. ¿Me doy cuenta cuando me pongo celoso/a? ¿Puedo identificar situaciones que me ponen celoso/a?
  2. Comunicación. ¿Hablo con mi pareja sobre mis celos? ¿Cuando estoy celoso/a, puedo comunicarlo de forma asertiva?
  3. Confianza. ¿Confío en mi pareja en el día día? ¿Y en mí?
  4. Autorreflexión. ¿Reflexiono sobre los celos antes de actuar? ¿Puedo distinguir entre situaciones reales y situaciones imaginadas?
  5. Desarrollo personal. ¿Trabajo mi estima?
  6. Apoyo social. ¿Hablo con algunas personas sobre mis celos?
  7. Respeto por la privacidad. ¿Respeto la privacidad de mi pareja con respecto a sus redes sociales, cajones, teléfono, etc.?
  8. Afrontamiento positivo. ¿Busco alternativas para gestionar mis celos?

Si la mayoría de las respuestas es “no” puede ser un indicativo de buscar ayuda profesional para empezar a gestionar esta emoción y mejorar tu calidad de vida.

Ten en cuenta que este cuestionario es solo una herramienta para reflexionar y no reemplaza el trabajo con un profesional. Si necesitas apoyo para gestionar tus celos o los de tu pareja no dudes en pedir ayuda. En ocasiones esto puede generar situaciones peligrosas y muy desagradables.

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¿Cómo gestionar mejor los celos?

  1. Identifica tus celos: Aprende a reconocer cuándo experimentas celos; los primeros momentos pueden proporcionarte valiosas pistas. En ocasiones, estos se acompañan de pensamientos negativos o síntomas corporales como sudoración o presión en el pecho. Aunque pueda parecer trivial, este paso es crucial, ya que a veces nos percatamos de los celos cuando ya es demasiado tarde. Tomar conciencia de la emoción nos ayudará a controlar el impulso. En este momento, te recomiendo que te digas a ti mismo: "Estoy celoso" para enviar esa información de manera clara a tu cerebro.
  2. Aguanta la emoción sin reaccionar: Prueba a contener la emoción todo el tiempo que puedas sin reaccionar. Aunque pueda resultar difícil, los beneficios serán numerosos. En este momento, lo mejor es relajarte y centrarte en "cómo" te sientes, no en "por qué" te sientes así (ya que nuestros pensamientos pueden no ser completamente ciertos y tendemos a creérnoslos). También puedes intentar distraer tu atención, pero lo fundamental es resistir la emoción sin reaccionar.
  3. Comunica con vulnerabilidad: Comunica a tu pareja tus sentimientos desde la vulnerabilidad, no desde el enojo. Para este paso, es crucial haber aguantado la emoción el tiempo suficiente hasta estar completamente calmado y tranquilo antes de hablar. Esto permitirá que tu pareja no se sienta atacada y pueda ofrecerte la seguridad que necesitas.