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Consejos para mejorar tus defensas y protegerte de la gripe y la COVID

Ante la escalada de contagios, los expertos nos dan las claves para evitar enfermar


Actualizado 9 de enero de 2024 - 16:19 CET

El incremento de infecciones respiratorias en España está poniendo en jaque al sistema asistencial español, que ve como a la epidemia de la gripe, frecuente en estas fechas, se le suma el incremento de casos de Covid. Para saber cómo protegernos de estos virus, hablamos con el Dr. Guillermo José Sada Castillo, especialista en Endocrinología y Nutrición, y portavoz de Lanier Pharma. Este experto nos hablará de cómo distinguir estas enfermedades típicas de invierno, cómo la dieta puede mejorar nuestras defensas para que actúen como barrera frente al contagio y si los suplementos nutricionales nos pueden ayudar a no enfermar.

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¿Cuáles son las diferencias entre gripe, resfriado y Covid?

La gripe comparte síntomas con el resfriado común, sin embargo, suele aparecer con una sintomatología más brusca y de mayor intensidad. Fiebre alta, dolores musculares y articulares generalizados, fatiga extrema y malestar en general son alguno de los factores más relevantes de esta enfermedad. El tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de los primeros síntomas puede ser entre 1 y 4 días.

Como he mencionado antes, el resfriado común comparte síntomas generales con la gripe, pero su origen radica en diversas familias de virus, siendo los rinovirus los más frecuentes. Sus efectos suelen manifestarse mediante congestión nasal, estornudos, dolor de garganta y tos. Presenta un periodo de incubación breve, oscilando entre 1 y 3 días desde el contacto con una persona infectada.

Por su lado, el coronavirus causado por el virus SARS-CoV-2 presenta una serie de síntomas característicos también presentes en la gripe o el resfriado común como fiebre, tos y fatiga. Aunque, a este se le añade, en algunos casos, la extrema dificultad para respirar y, a veces, pérdida del gusto y del olfato. Su periodo de incubación es de 2 a 14 días y su gravedad varía, afectando desproporcionadamente a grupos de riesgo como pueden ser personas mayores, personas con enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial o con un sistema inmunológico débil.

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¿Cómo podemos evitar la propagación de los virus responsables de estas enfermedades?

Como nos comenta el especialista, se recomienda que, para protegernos frente al contagio, apliquemos las siguientes medidas:

  1. Mantener una higiene regular en manos. El lavado regular de manos se posiciona como nuestra principal barrera de protección contra enfermedades, especialmente aquellas transmitidas por el aire. Es crucial recordar dedicar al menos 20 segundos a este proceso, asegurándose de abarcar todas las áreas de las manos, incluyendo uñas y partes internas.
  2. Garantizar una circulación de aire en interiores. Es esencial asegurarse de que los espacios cerrados cuenten con una ventilación adecuada. Este paso contribuirá a reducir la presencia de partículas virales en el entorno, promoviendo un ambiente más limpio y libre de virus.
  3. Cubrirse a la hora de toser o estornudar. No olvides emplear un pañuelo desechable o la parte interna del codo al toser o estornudar. Esta medida evita la dispersión de gotas respiratorias que podrían contener virus, siendo esencial para prevenir la propagación de enfermedades y proteger a quienes te rodean.
  4. Aislamiento en caso de sintomatología. En caso de experimentar cualquier síntoma característico, es fundamental aislarse y quedarse en casa. Esta medida responsable contribuye significativamente a evitar la propagación de estas enfermedades.

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¿Es recomendable volver a usar mascarillas?

La pandemia global generó un impacto significativo en la salud mundial, llevando a gobiernos de todo el mundo a implementar medidas preventivas cruciales, incluido el uso de mascarillas. Mientras que esta medida se adoptó de manera más reciente en muchas partes del mundo, en el continente asiático, especialmente en Japón, el uso regular de mascarillas ya era común mucho antes de la pandemia. Actualmente, las mascarillas son parte integral de la vida cotidiana de este país.

Este enfoque se basa en la lógica evidente y científica de que las mascarillas actúan como barreras protectoras contra virus, contaminantes y diversas partículas presentes en nuestro entorno. Así, el uso generalizado de mascarillas se percibe como una medida sensata para mantener la salud pública a salvo. Esta práctica, cuando se combina con otras medidas preventivas efectivas como la vacunación, el lavado de manos y el aislamiento en caso de síntomas, puede contribuir significativamente a reducir las posibilidades de contraer enfermedades del sistema respiratorio como son la gripe, el resfriado común o el coronavirus.

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¿Cómo podemos subir nuestras defensas?

El invierno no es la única época donde se presentan contagios, pero sí que es el periodo donde más población se ve afectada. Para reducir al máximo el riesgo de infección, es conveniente seguir los siguientes consejos, nos indica el experto.

  • Evitar el azúcar añadido en tu dieta. El exceso de azúcar puede afectar negativamente las células del sistema inmunológico, disminuyendo su capacidad de respuesta ante las infecciones. Opta por fuentes naturales de azúcares, como frutas, y limita el consumo de alimentos procesados ricos en azúcares añadidos.
  • Abrígarse bien y evitar cambios bruscos de temperatura. Viste apropiadamente en climas fríos, utilizando capas para regular la temperatura según sea necesario. Evita cambios bruscos de temperatura, ya que pueden debilitar las defensas inmunológicas y aumentar la susceptibilidad a infecciones respiratorias.
  • Usar material desechable y de uso personal. Utilizar pañuelos de papel de un solo uso ayuda a prevenir la propagación de gérmenes. Al desechar estos productos después de su uso, se reduce la posibilidad de contaminación y se evita el contacto continuo con superficies potencialmente contaminadas. Además, el uso de pañuelos de papel personales evita compartir artículos que puedan transmitir enfermedades, promoviendo una buena higiene personal y reduciendo el riesgo de contagio.
  • Complementar la dieta con suplementos naturales ricos en Vitamina C. Estos tienen la capacidad de actuar sobre el sistema inmune natural, para que elabore una respuesta más robusta cuando el organismo entre en contacto con los virus.

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¿Existen alimentos específicos que ayuden a fortalecer las defensas del organismo?

Por supuesto, y es que la alimentación es la clave para poder evitar aquellas enfermedades que atacan a nuestro sistema inmunológico como los virus o las bacterias. Para ello, debes consumir alimentos ricos en nutrientes y proteínas como pescados, cítricos, huevos, lácteos, verduras y legumbres. Estos actúan como la primera línea de defensa contra patógenos, ayudando a prevenir la entrada de microorganismos. Otro particular alimento que debe ser mencionado es el ajo, un eficaz anti-bacteriano y anti-viral, sus propiedades pueden reducir los efectos del resfriado y combatir la fiebre. En definitiva, lo más importante es mantener una dieta equilibrada para conseguir un sistema inmune fuerte y protegerte ante el ataque de virus.

¿Qué suplementos podemos tomar para protegernos?

Con la llegada de los meses más fríos, aumenta la incidencia de infecciones respiratorias como el resfriado, la gripe y el coronavirus. En vista de ello, es aconsejable fortalecer las defensas del cuerpo mediante el uso de suplementos naturales. En Lanier Pharma contamos con Inmunizat, un suplemento a base de betaglucanos, ácido tánico, zinc, selenio, vitamina C y D, que fortalece nuestro sistema inmunitario y está formulado para potenciar la capacidad de nuestro cuerpo ante infecciones provocadas por virus o bacterias.

¿Qué importancia tiene la hidratación en la prevención de gripes y resfriados durante el invierno?

El agua es esencial para casi todas las funciones de nuestro organismo, y se destaca aún en invierno, donde las temperaturas son más bajas. Aunque el clima frío pueda dar la impresión de una menor pérdida de agua, la realidad es que el cuerpo continúa perdiendo líquidos mediante la respiración y, en menor medida, a través de la transpiración.

En este contexto, la hidratación cobra especial importancia. Contribuye al mantenimiento de mucosas saludables en las vías respiratorias, sirviendo como una barrera defensiva eficaz contra partículas virales y bacterianas. Asimismo, el agua es esencial para el óptimo funcionamiento de las células que componen nuestro sistema inmunológico, fortaleciendo nuestras defensas contra posibles infecciones.

En situaciones en que el contagio ya está presente, la hidratación juega un papel clave al ofrecer alivio a síntomas como la congestión nasal o la irritación de la garganta.

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¿Qué más podemos hacer para protegernos?

Una dieta equilibrada y la adecuada hidratación son pilares fundamentales en la lucha contra enfermedades. Desempeñando un papel crucial en el fortalecimiento de las defensas del cuerpo. No obstante, en Lanier Pharma, también destacamos la vital importancia de complementar y consolidar el sistema inmune mediante la adopción de hábitos diarios saludables, tales como:

  1. Mantener un peso saludable. Un peso corporal equilibrado está vinculado con una respuesta inmunitaria eficiente. La obesidad, por ejemplo, puede afectar negativamente la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades, por lo que mantener un peso saludable contribuye a una respuesta más sólida.
  2. Dormir lo suficiente. El descanso adecuado desempeña un papel vital en la recuperación y el fortalecimiento del sistema defensivo del cuerpo. Durante el sueño, se llevan a cabo procesos esenciales para mejorar la resistencia ante infecciones y enfermedades.
  3. Evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol. El tabaco y el consumo excesivo de alcohol pueden debilitar las defensas de nuestro cuerpo. El tabaco, por ejemplo, compromete la capacidad del cuerpo para defenderse ante posibles infecciones, y el exceso de alcohol puede afectar la respuesta inmunitaria. Evitar estos hábitos nocivos ayuda a mantener una respuesta defensiva fuerte.
  4. Minimizar el estrés. El estrés continuo puede debilitar la capacidad del cuerpo para enfrentar desafíos de salud. Adoptar prácticas para gestionar el estrés, como la meditación y actividades relajantes, contribuye a minimizar el impacto negativo en la resistencia del cuerpo.

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