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chica jacuzzi montanas paisaje© Getty Images

Los viajes de bienestar serán tendencia en 2024, pero, ¿son realmente buenos para nuestra salud?

Cada vez más viajeros buscan experiencias que les ayuden a desconectar y a resetear mente y cuerpo. Aunque los beneficios de estas escapadas son inmensas a corto plazo, puede que a largo no lo sean tanto. Hablamos con expertos para comprobarlo.


Actualizado 2 de enero de 2024 - 12:18 CET

Realizo este TikTok para encontrar chicas que estén dispuestas a ir a Italia para un retiro de yoga y bienestar", escribía en los subtítulos de uno de sus vídeos la usuaria de TikTok Betsy Hughes (@bertseboo). No era la primera vez que buscaba compañía en la red social para aventurarse a realizar un viaje de este estilo, pues en ocasiones anteriores ya había lanzado la oferta a otros usuarios para escaparse a destinos como Nueva Zelanda, India o Marruecos bajo el mismo propósito. Ella lanza la propuesta, encuentra compañía, y después, comparte su experiencia. No es la única, pues la red social no hace más que incrementar de manera significativa el número de personas que, bajo el hashtag #wellnessretreat o #spiritualretreat, comparten sus experiencias en estos, ya apodados, como viajes de bienestar.

Pros y contras de los viajes de bienestar© Getty Images
Varias plataformas como Pinterest señalan que los viajes de bienestar serán tendencia en 2024.

Un viaje de bienestar se entiende como aquel que incluye experiencias diseñadas para mejorar la salud y la calidad de vida. Se trata de esa escapada donde se buca aumentar el bienestar físico, mental y emocional de los viajeros, y que van más allá de la simple relajación, ya que suelen estar diseñados con el propósito de terminarlos completamente revitalizado. En ellos puede haber tratamientos de belleza, retiros de yoga, meditación y mindfulness; terapias alternativas, programas de alimentación saludable, clases de fitness y actividad física, o cualquier actividad que pueda generar satisfación al que los realiza. Gretel Barreiro, psicóloga en Mential.io (www.mential.io), nos ayuda a entender el concepto mejor: "Es importante distinguir entre los viajes de salud y los de bienestar, ya que son conceptos totalmente diferentes. Los viajes de salud van más allá de proporcionar bienestar emocional, ya que se centran en objetivos más concretos; como tratamientos estéticos, operaciones y la cura de lesiones o enfermedades. Por otro lado, los viajes de bienestar contribuyen al desarrollo emocional y mental de las personas".

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Cada vez existen más agencias de viajes y plataformas que organizan estos viajes, y cada existen también más personas que se encargan de gestionarlos a su gusto y necesidades. De hecho, según el último informe de predicciones de Pinterest para 2024, "la gente viajará para relajarse y recuperar fuerzas. Las generaciones Z y millenial se retirarán a lugares tranquilos, y preferirán el descanso". Datos con los que también coincide otro de los informes turísticos de referencia, el de la exclusiva cadena hotelera Hilton, que sentencia que el perfil del viajero joven invertirá en el sueño, evitando beber alcohol para descansar mejor, llevando su propia almohada, o solicitando habitaciones alejadas del ascensor o en la última planta. También concluye que cada vez son más los huéspedes que dedican un determinado tiempo al día a mantener sus rutinas deportivas, independientemente de la categoría del viaje. Y, si avanzamos incluso un poco más lejos en el tiempo, el Instituto Global de Bienestar también nos informa de que, tras un bache en la pandemia, en 2025 el turismo de bienestar llegará crecer un 21% respecto a ahora. No son pocas entidades las que intuyen la tendencia.

Pros y contras de los viajes de bienestar© Getty Images
Son aquellos que generan un desarrollo emocional y mental.

¿Por qué los viajes de bienestar son tendencia?

Que todas estas compañías coincidan apuntalando esta corriente de estilo de vida no es casualidad, ni tampoco algo que se aleje del sentido común. Si lo pensamos con detenimiento, los beneficios de los viajes, en general, pueden ser inmensos. "Son una oportunidad única para construir nuevas experiencias, aprender a ver las cosas desde una perspectiva y panorama diferente y adquirir 'nuevos lentes' para descubrir cosas, conocimientos y tradiciones. Nos ayudan a relativizar conductas y a desarrollar una mayor tolerancia frente a lo desconocido, características propias de personas sanas según la Neurología. Además, un cambio de panorama puede ser beneficioso para la mayoría de nosotros, ya que nos permite aliviar angustias y escapar de la rutina diaria, fomentar la creatividad, la curiosidad y la confianza en uno mismo", señala la experta en salud mental. 

Pensar en todas esas ventajas es uno de los principales empujones que nos ayudan a planificarnos, sin embargo, los que catalogamos como bienestar vienen dados también por otros muchos motivos, como continúa enumerando la profesional: "Encontrar espacios de introspección, relajación y desconexión del estrés cotidiano resulta fundamental para un desarrollo emocional saludable. Es crucial encontrar maneras de descargar y desconectar, permitiéndonos así reconectar con nosotros mismos frente al torbellino diario que en ocasiones nos lleva a vivir en piloto automático". De hecho, basta con pensar en la ilusión que nos genera comenzar a planificarlo para darse cuenta de que sus ventajas comienzan mucho antes de subirse al avión o a cualquier otro medio de transporte para emprender el viaje, como apuntala Gretel Barreiro: "Hablamos, compartimos e investigamos sobre él semanas, e incluso meses antes. Anticipamos y fantaseamos acerca de ese momento, con expectativas e ilusiones, y esta fantasía per ce, es un elemento que contribuye a la salud mental, debido de que funciona como escape emocional, ofreciendo un refugio temporal de la realidad que a veces resulta difícil de tolerar y nos permite estar motivados. Saber hacia dónde vamos, y cómo lo haremos nos proporciona una sensación de control, contrarrestando la incertidumbre que puede generar el día a día". 

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Pros y contras de los viajes de bienestar© Getty Images
Los beneficios son inmensos: fomentan la creatividad, el autoconocimiento, favorecen la tolerancia o incrementan la confianza en uno mismo.

Sentirse mal a la vuelta de un viaje es común

Decir que los beneficios psicológicos de viajar bajo este propósito son inmensos es una evidencia. Pero afirmarlo puede recaer más en sus ventajas a corto plazo que en las del futuro. Está claro que desconectar de la rutina, dedicarse tiempo a uno mismo, despertarse un poco más tarde, recibir un masaje de un profesional, o abrir la ventaja y ver el mar o la montaña puede ayudar a reducir a reducir el estrés, a mejorar nuestro estado de ánimo y a realizar una introspección y autocuidado que, por el ritmo de vida que llevamos, apenas podemos dedicar tiempo en nuestro día a día. Sin embargo, pocas veces pensamos en el después: "Aunque las investigaciones han comprobado que a la vuelta de un viaje los individuos gozan de menores niveles de estrés, menor presión sanguínea y se aumenta la satisfacción con la vida, los efectos positivos pueden desaparecer durante la primera semana después de regresar a la vida cotidiana". ¿Qué sucede? Como comenta la psicóloga de Mential.io, y tal y como suele suceder en casi todos los ámbitos de nuestra vida, las expectativas y el costo pueden jugarnos una mala pasada: "En ocasiones, fantaseamos e idealizamos un destino que no coincide con la realidad, y cuando nos enfrentamos con esa disonancia, podemos sentir desesperanza y malestar. En algunos casos, reconocer que a pesar del escape persiste el malestar emocional, resulta difícil de afrontar. También otro aspecto a considerar son las implicaciones económicas. Es una realidad que, después de un viaje, exista un estrés asociado a los costos, lo que despierta preocupaciones y ansiedades".

Es posible que alguna vez te haya sucedido la situación anterior: vuelves de un viaje, y te invade una sensación negativa que no eres capaz de explicar. No te preocupes, porque es normal y Gretel Barreiro te ayuda a entenderlo: "Es cierto que, al regresar a casa las personas pueden sentir presión para volver inmediatamente al trabajo y a su rutina diaria, lo que puede provocar que el estrés vuelva a aumentar. Y aunque parece contradictorio que uno pueda sentirse triste o desmotivado después de vivir experiencias únicas, muchas personas experimentan altibajos en la vida, especialmente después de grandes acontecimientos, por lo que sentirse triste cuando una experiencia importante o significativa termina es muy común. Estos momentos no suceden a menudo, por lo que la avalancha de dopamina que ocurre como resultado de eso naturalmente disminuirá cuando regreses a la vida regular".

Pros y contras de los viajes de bienestar© Getty Images
Sin embargo, la vuelta de los mismos puede llevarnos a sentir un vacío. Para solucionarlo debemos descansar, desconectar del trabajo fuera de la jornada laboral, y realizar actividades como dibujar, practicar yoga o escribir un diario. Experiencias que nos ayuden a conectar con nosotros mismos.

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Qué hacer para evitar el malestar tras regresar de un viaje

La sensación de vacío que experimentamos al regresar de un viaje puede ser grande, pero existen estrategias que pueden ayudarnos a suavizar esta transición y hacer que el retorno a la rutina sea más llevadero. Primero, debes comprender por qué te sientes así: "Estas experiencias son momentos que marcan un antes y un después. Es común quedarse reflexionando sobre qué hacer ahora que ha concluido. Esa sensación de vacío puede aparecer por sorpresa y dejarnos sintiendo que no se tiene un propósito o camino al cual dirigirse, por lo que resulta fundamental hallar momentos que aporten al igual que estos, no necesariamente ligados a ubicaciones físicas impresionantes, sino más bien, encontrar espacios de desconexión y bienestar. Pueden ser experiencias tan simples como una enriquecedora charla entre amigos, encontrar áreas verdes, priorizar el autocuidado, y dedicar tiempo a actividades o pasatiempos placenteros, como leer un libro, dibujar, despejar un espacio para hacer estiramientos o yoga en casa, o llevar un diario de gratitud, algo que puede ayudar a sentirse centrado y anclado en la vida cotidiana después de momentos especiales, proporcionando un equilibrio para superar la melancolía post viaje".

La clave para recuperar el bienestar parece pasar por descansar y conjugar, en la medida de lo que puedas, tus obligaciones con algunas de ls actividades que te ayudan a despejar la mente, o a realizar las mismas actividades que hiciste durante el viaje. Eso sí, un apunte primordial según la psicóloga: "Establecer límites entre el trabajo y la vida personal, como evitar revisar correos electrónicos fuera del horario laboral, así como desconectar el teléfono después de ciertas horas, también contribuye a mantener un equilibrio". ¿Y si no funciona y la fatiga y la desmotivación continúan? Puedes recurrir a un profesional de la salud mental