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Durante las fiestas navideñas los niveles de colesterol pueden aumentar hasta en un 10% y esto pone en peligro la salud cardiovascular. Esto ocurre cuando se consumen determinados alimentos que lo elevan. Es cierto que, debido a las diferencias personales, el mismo comportamiento puede generar una respuesta biológica diferente entre unas y otras. A ello contribuyen distintos factores biológicos, diferencias individuales en el genoma y en el microbioma. Pero realmente, independientemente de la variabilidad interpersonal, si una persona abusa del consumo de alimentos ricos en grasas saturadas van a ver incrementados los niveles, lo que puede aumentar el riesgo de enfermar.
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Un villancico para concienciarte sobre el riesgo del colesterol
Para concienciar a los pacientes y prevenir disgustos como, por ejemplo, los infartos o un ictus, la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), la Fundación Española del Corazón (FEC) y la Plataforma de Pacientes FEC, en colaboración con Daiichi Sankyo, han lanzado la iniciativa COROESTEROL, una versión navideña de la campaña de concienciación #AbrimosPasoEnEVA.
Al compás del conocido villancico ‘Adeste Fideles’, COROESTEROL busca conectar con los pacientes y llegar a la población en general con un mensaje claro para estas fiestas: "Disfruta de la Navidad, pero cuida tu colesterol para evitar problemas en tus arterias. Recuerda acudir a tu médico y mantener controlados tus niveles de colesterol".
Y es que el aumento del colesterol LDL conlleva la formación de placas de ateroma, que obstruyen el flujo sanguíneo y desencadenan la Enfermedad Vascular Aterosclerótica (EVA). Esta patología, crónica, generalizada y progresiva, afecta a las arterias al engrosar y endurecer sus paredes internas, provocando eventos cardiovasculares como infartos, angina de pecho o ictus. Sorprendentemente, el 81% de los españoles desconoce esta enfermedad. También el riesgo que pueden suponer las navidades. ¿Quieres ver el vídeo? ¡Dale al Play!
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Los alimentos navideños que elevan el colesterol
Tal como nos explica el Dr. Pablo Pérez Martínez Responsable del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) y Catedrático de Medicina Universidad de Córdoba, Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, hay que hablar primero de tipos de grasa. "La calidad de la grasa es fundamental en el patrón de alimentación. Podemos hablar de grasas buenas y malas. Entre las malas destacan dos: las grasas trans y las saturadas"
La grasa trans, se producen cuando en la fabricación de ciertos alimentos se convierten los aceites líquidos en grasas sólidas, y es lo que se utiliza para dar consistencia a ciertos alimentos en la bollería industrial, patatas chips, alimentos procesados, etc.
Por otro lado, están las grasas saturadas que aumentan el colesterol en sangre y la presión arterial, y la glucemia y que en la mayoría de las ocasiones su procedencia es animal como por ejemplo la mantequilla y la nata (elaboradas a partir de los lácteos); la manteca de cerdo, que procede del tejido adiposo de los animales… y también hay grasa saturada no visible integrada en la carnes.
"Hasta hace relativamente poco nos centrábamos en los beneficios de los grupos de alimentos aislados, y lo importante es cómo se combinan entre ellos, no solo si este u otro alimento sube o baja el colesterol. Sustituir las fuentes alimentarias de grasa saturada por insaturada, mejora el control del colesterol, mejora el metabolismo de la glucosa, además permite que nuestras arterias se dilaten mejor y se controle la presión arterial, entre otros beneficios", explica.
Esto, además, "favorece la reducción de eventos cardiovasculares y la muerte por ictus o ECV o enfermedad cerebrovascular". Dicho esto, debemos promover el consumo de dietas saludables, que tienen muchos componentes en común, como es el consumo de abundantes frutas, verduras, frutos secos, legumbres y pescado, mientras que otros se deben restringir, como los alimentos ricos en grasa saturada (grasa mala), los alimentos que tienen azúcar añadido, abundante sal o han sido procesados. "El ejemplo ideal de dieta saludable de nuestro entorno es la dieta Mediterránea, que pone su énfasis en el consumo de aceite de oliva como grasa principal (monoinsaturada y beneficiosa para la salud)", comenta.
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Los menús de Navidad ¿en el punto de mira?
Entonces, ¿hay alimentos navideños que debamos tener en el punto de mira? Por ejemplo, ¿los guisos son saludables? El hecho de que un guiso sea saludable o no va a ir relacionado con el tipo de alimentos que se utilicen para ello. "No es lo mismo un guiso de garbanzos con espinacas que un guiso de garbanzos con morcilla y chorizo, que aportaría mayor grasa perjudicial y más calorías. Este último ejemplo pone de manifiesto como un plato cuyo componente principal es saludable como son las legumbres, si se combina con otros alimentos ricos en grasas, deja de ser saludable".
Por otro lado, es importante la fuente de grasa que se utilice para preparar el guiso (y si es una fritura con más motivo por la mayor cantidad que se suelen utilizar). "A ser posible debe ser aceite de oliva virgen, dado que es la grasa culinaria más eficaz en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y, por tanto, la más recomendable para aliño y uso culinario diario".
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Los niveles de colesterol en Navidad pasan factura
Podemos, pensar, por otra parte, que "no pasa nada por pecar en Navidad" si después tenemos todo el año para bajar esos niveles más altos. Sin embargo, los expertos advierten de que los excesos navideños pasan factura. "Está demostrado que el colesterol ejerce su perjuicio sobre las arterias de forma continuada, por lo tanto, cuanto menos tiempo estemos expuestos a concentraciones elevadas de colesterol, mejor. Esta idea es la que justifica que en la actualidad haya que tener concentraciones de colesterol lo más bajas y lo antes posible".
Tampoco sirve, a juicio de este especialista, recurrir a plantas medicinales para poder comer de todo. Por ejemplo, tomar levadura de arroz rojo si pensamos "pasarnos" con la dieta. "Desde el punto de vista médico nunca lo recomendaría. Lo ideal es realizar una dieta saludable para no necesitar consumir productos que reduzcan los niveles de colesterol. Una dieta variada en la que predominen alimentos de base vegetal, bajos en ácidos grasos saturados, colesterol y sodio, con un alto contenido en fibra, potasio y ácidos grasos insaturados, son beneficiosos y reducen el riesgo de desarrollar hipercolesterolemia y la expresión de los factores de riesgo cardiovascular.
"En caso de necesitar tratar los niveles de colesterol se debe consultar al médico, que será el que le aconseje si puede ser conveniente recomendar alimentos funcionales o nutracéuticos con efecto hipolipemiante, como es el caso de la levadura roja de arroz".