Si eres consumidor o consumidora de agua carbonatada, es posible que te preguntes si es bueno o malo tomar agua con gas. Para conocer la respuesta, hemos hablado con la dietista-nutricionista Irene Lezcano, de Nutrienda.com y nos ha comentado cuáles son las precauciones, si es que existen, a la hora de consumir este tipo de bebida.
"El agua con gas es agua mineral carbonatada que aporta naturalmente minerales como el potasio, el sodio o el litio, aunque la cantidad que aportan depende de su procedencia. Sin embargo, en cuanto a beneficios para la salud, no aporta más beneficios que el agua sin gas", señala Lezcano.
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El agua con gas se trata de una alternativa más saludable respecto a otras bebidas que se suelen consumir cuando disfrutamos del ocio, como son las bebidas azucaradas o el alcohol. Es decir, "es una excelente opción para reducir el consumo de otras que no son saludables", indica la experta en Nutrición. Además, si la disfrutamos con una rodaja de un cítrico o menta, hacen que sea mucho más apetecible a la vista.
Por otro lado,"hidrata de la misma manera que el agua mineral sin gas, la principal diferencia es el contenido en gas - y sus burbujas - que pueden resultar muy agradables para algunas personas y así tomarlas como una alternativa. Incluso para otras que les cueste hidratarse a lo largo del día, puede ser una opción", indica.
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¿Puede ser perjudicial?
Su consumo se ha hecho más popular en los últimos años, por ese motivo, se ha cuestionado si puede ser perjudicial para la salud. "Es cierto que el gas en el agua no es aconsejable para todas las personas, sobre todo para aquellas que puedan presentar problemas digestivos".
En cuanto a si puede ser mala para la salud dental, "el agua con gas no contiene azúcar, no obstante, por su composición y pH se ha cuestionado si puede erosionar el esmalte. Aunque parece ser que es menos erosiva que otras bebidas azucaradas, si lo comparamos con el agua sin gas, sí lo daña más", advierte la especialista en nutrición.
No obstante, al ser una opción que se debe tomar como sustituto de otras bebidas y no como un sustituto del agua, "simplemente no hay que tomarla en exceso", matiza.
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¿Qué molestias puede provocar el agua con gas?
Si se toma en exceso, "puede tener como consecuencia molestias gastrointestinales como la distensión abdominal y flatulencias. Sobre todo, en aquellas personas que susceptibles a ello y que tienen problemas digestivos como, por ejemplo,el síndrome del intestino irritable. En estos casos, se debe evitar su consumo. Tampoco son recomendables para aquellas personas que sufran reflujo esofágico o aerofagia (gases)".
Le preguntamos a la experta si hay que poner un límite diario sobre cuánta agua con gas consumir al día y nos responde que es complicado, además, cada una de ellas (refiriéndose que hay distintos tipos de agua con gas) puede presentar una cantidad de minerales (entre ellas, el sodio), diferentes"
Y concluye recordando que el agua sin gas, la del grifo, debería ser siempre nuestra primera opción para hidratarnos. Si, en cambio, estás buscando una alternativa que tomar para cuidar de tu salud, sin duda, presenta muchos beneficios por su composición y recordando no tomarla en exceso.