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getty chica en la cama© Getty Images

Fobia social: la dificultad que tienen algunas personas a la hora de relacionarse

Presentan ansiedad, miedo y temor a ser juzgados cuando están en un entorno social. Te explicamos cuáles son las causas y te damos estrategias para afrontar estas navidades si sufres fobia social


Actualizado 19 de diciembre de 2023 - 15:12 CET

Hay personas que tienen grandes dificultades para encajar con el resto de la sociedad. No son tan raros. Sufren lo que se llama 'fobia social', un problema psicológico que les impide desarrollar las habilidades sociales y disfrutar de la compañía de los otros. Esta ansiedad la puede experimentar cualquier persona, tanto adultos como jóvenes, aunque es más común entre los adolescentes. Conscientes de esta situación, Nhood España, operador inmobiliario de servicios mixtos, ha puesto en marcha la campaña 'No es tan raro' respaldada por ÍTACO Psicología (Instituto Terapéutico de Análisis de la Conducta), que es colaborador de esta acción y se presta a ayudar tanto a las personas que sufren este trastorno, como a su entorno. Para comprender mejor la fobia social hemos hablado con la psicóloga Laura Arévalo, de ÍTACO Psicología, quien nos ha explicado cuáles son las causas que pueden desencadenar y nos da estrategias para afrontarla en estas fechas navideñas, que constituyen un desafío para aquellos que la padecen.

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¿Qué es exactamente la fobia social?

La etiqueta “fobia social” se refiere a un conjunto de conductas problemáticas, psicológicamente hablando, caracterizadas por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales o de actuación en las cuales la persona teme ser juzgada, humillada o avergonzada. Las personas que experimentan fobia social tienden a evitar situaciones sociales o a soportarlas con gran malestar.

Algunas características y manifestaciones comunes de la fobia social en la vida cotidiana incluyen:

  • Miedo a la evaluación social: las personas con fobia social temen ser juzgadas negativamente por los demás. Esto puede llevar a evitar situaciones donde puedan ser el centro de atención, como hablar en público, participar en conversaciones grupales o comer en público.
  • Evitación de situaciones sociales: para evitar la ansiedad social, las personas con fobia social a menudo evitan situaciones en las que podrían ser observadas o evaluadas. Esto puede limitar significativamente su vida social y profesional.
  • Ansiedad anticipatoria: antes de enfrentar una situación social, las personas con fobia social experimentan una ansiedad intensa y persistente. Este miedo anticipatorio puede empezar días o semanas antes del evento.
  • Activación fisiológica y somatizaciones: la ansiedad social puede manifestarse físicamente (rubor facial, temblores, sudoración excesiva, sequedad en la boca, palpitaciones cardíacas, dificultad para hablar, etc.)
  • Bajo rendimiento académico o laboral: la fobia social puede afectar el rendimiento en situaciones académicas o laborales que involucren interacciones sociales. Las personas pueden evitar presentaciones, reuniones o colaboraciones por temor al juicio de los demás.
  • Baja autoestima y autoimagen negativa: la experiencia constante de la fobia social puede contribuir a una baja autoestima y a la formación de una imagen negativa de uno mismo. Las personas pueden desarrollar creencias distorsionadas sobre su valía y capacidad social.
  • Aislamiento social: la evitación de situaciones sociales puede llevar al aislamiento, lo que a su vez puede contribuir al desarrollo de la depresión u otros problemas de salud mental.

La fobia social puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la experimentan, aún así, es una problemática psicológica que vemos numerosas veces en terapia y que puede ser trabajada psicológicamente.

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Chica triste en Navidad© Getty Images


¿Cuáles son las posibles causas o factores que contribuyen a su desarrollo?

La fobia social es una problemática que puede originarse y mantenerse en el tiempo por múltiples y diversas razones. Su desarrollo puede estar influenciado por una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales. A continuación, se presentan algunas posibles causas y factores que contribuyen al desarrollo de la fobia social:

  • Experiencias de vida tempranas: experiencias negativas y problemáticas durante la infancia y adolescencia, como el acoso escolar, el rechazo social o experiencias de vergüenza, pueden contribuir al desarrollo de la fobia social.
  • Modelos y aprendizajes familiares: el entorno en el que una persona crece puede desempeñar un papel importante. Ambientes familiares sobreprotectores o críticos, falta de apoyo social, o modelos parentales ansiosos pueden influir en la aparición de la fobia social.
  • Habilidades sociales deficientes: la falta de habilidades sociales puede aumentar la ansiedad en situaciones sociales. Si una persona no se siente segura en sus habilidades para interactuar socialmente, es más probable que experimente miedo a la evaluación negativa.
  • Patrón de personalidad tímido o inhibido: algunas personas pueden tener un patrón de personalidad más tímido o inhibido desde una edad temprana, lo que podría hacerlas más propensas a desarrollar ansiedad social. Este patrón comportamental de la personalidad estará en relación directa con el contexto en el que vive la persona.
  • Eventos estresantes: experiencias estresantes, como cambios significativos en la vida, pueden desencadenar o exacerbar la fobia social. Esto podría incluir mudanzas, cambios de trabajo, o eventos que generen estrés emocional.

Es importante destacar que la fobia social generalmente resulta de la interacción de múltiples factores, y no hay una única causa. Además, cada persona es única y puede experimentar la fobia social de manera diferente. La combinación de factores biológicos y ambientales contribuye a la complejidad de este trastorno, y el tratamiento suele abordar estos aspectos de manera integral.

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¿A quiénes afecta?

La fobia social puede afectar a personas de todas las edades, géneros y antecedentes, pero hay algunos patrones observados en términos de quiénes pueden ser más propensos a experimentarla. A continuación, se describen algunos de estos patrones:

  • Inicio en la niñez o adolescencia: la fobia social a menudo comienza en la adolescencia o la niñez, cuando las interacciones sociales se vuelven más complejas y los individuos comienzan a preocuparse más por la opinión de los demás. Sin embargo, también puede desarrollarse en la adultez.
  • Más común en mujeres: en general, la fobia social parece ser más común en mujeres que en hombres. Las exigencias e inseguridades propias de los patrones de comportamiento que se les enseña a las mujeres las hacen más vulnerables a estas problemáticas.
  • Estudiantes universitarios: durante la transición a la universidad, los estudiantes pueden enfrentarse a nuevas situaciones sociales y desafíos, lo que puede aumentar la ansiedad social. Por ejemplo, es una etapa donde las presentaciones en público son mucho más frecuentes y, por tanto, ponen en contacto a la persona con estas situaciones más complejas.
  • Personas con personalidades más tímidas o inhibidas: aquellas personas que tienen una personalidad más tímida o inhibida desde una edad temprana pueden ser más propensas a desarrollar fobia social.
  • Individuos con contextos familiares donde hay ansiedad: si la persona crece en un contexto donde hay personas con problemáticas de ansiedad, incluida la fobia social, puede haber un mayor riesgo de desarrollar esta problemática debido a todos los aprendizajes sociales que esta persona hará en la interacción con su familia.
  • Personas con baja autoestima: la baja autoestima y la falta de confianza en uno mismo pueden contribuir al desarrollo de la fobia social.

Es importante señalar que estos patrones son tendencias observadas y no reglas estrictas. Cualquier persona, independientemente de su edad, género o antecedentes, puede experimentar fobia social. Además, la fobia social no está limitada a ningún grupo específico y puede afectar a personas de diversas culturas y entornos socioeconómicos.

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¿Existen enfermedades mentales que puedan desencadenar o estar relacionadas con la fobia social?

Más que enfermedades mentales, hablaríamos de problemáticas psicológicas. En ese caso, son muy diversas las problemáticas psicológicas donde también pueda haber presencia de ansiedad social: Personas con otras problemáticas ansiedad, personas con patrones evitativos, personas con patrones depresivos, personas con conductas obsesivas y/o compulsivas, personas con problemas de alimentación, de autoimagen y/o de autoestima, personas que presentan estrés postraumático…

¿Cómo se trata la fobia social?

El tratamiento de la fobia social, al igual que el resto de las problemáticas psicológicas, generalmente implica un enfoque individualizado e integrador con el resto de facetas y conductas de la persona en cuestión. Desde esta perspectiva, algunas de las terapias más recomendadas para esta problemática serían la terapia cognitivo-conductual y la terapia de conducta. Dentro de estos enfoques terapéuticos, podríamos encontrar técnicas como la exposición y entrenamientos como el de habilidades sociales y relajación.

La medicación no es siempre necesaria para casos de fobia social. Dependiendo de la persona y las características de la problemática se contará o no con un soporte farmacológico.

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Chica triste en Navidad© Getty Images


¿Cómo afectan las navidades a las personas que sufren fobia social?

Las celebraciones navideñas pueden representar un desafío significativo para las personas con fobia social, ya que a menudo implican numerosas interacciones sociales y eventos sociales. Aquí se describen algunas de las dificultades comunes que estas personas pueden enfrentar durante las festividades, así como algunas estrategias para gestionar esas situaciones:

Reuniones Familiares o Sociales:

  • Desafío: grandes reuniones familiares o sociales pueden generar ansiedad debido al miedo a ser juzgado o evaluado negativamente.
  • Estrategia: establecer límites claros, planificar tiempos de descanso, y participar en conversaciones más pequeñas pueden ayudar a gestionar la ansiedad.

Intercambios de Regalos:

  • Desafío: la expectativa de reacciones emocionales durante el intercambio de regalos puede resultar estresante.
  • Estrategia: enfocarse en las reacciones más positivas, en vez de en las negativas. Intentar no hacer interpretaciones negativas de las situaciones que generan incertidumbre.

Eventos de Trabajo o Sociales:

  • Desafío: las fiestas de trabajo u otros eventos sociales pueden implicar interacciones con personas fuera del círculo familiar, generando ansiedad.
  • Estrategia: establecer metas realistas, como participar en algunas conversaciones cortas, y planificar momentos para retirarse si es necesario. ¿Cuál es la mejor manera de apoyar y tratar a alguien que sufre de fobia social, especialmente durante eventos sociales o festividades como la navidad?

Apoyar a alguien que experimenta ansiedad social durante eventos sociales o festividades como la Navidad puede marcar la diferencia en su experiencia y bienestar. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo brindar apoyo y cómo ayudar a alguien que enfrenta la fobia social:

  1. Comprender la fobia social: aprender sobre la fobia y ansiedad social ayuda a comprender mejor lo que la persona está experimentando y a eliminar posibles estigmas asociados.
  2. Ser empático: Permitir que la persona exprese sus sentimientos y preocupaciones sin juzgar es esencial.
  3. Respetar los límites individuales: respetar los límites de la persona es crucial. No presionarla para participar en situaciones sociales si no se siente cómoda.
  4. Ofrecer apoyo práctico: proporcionar opciones más pequeñas y menos abrumadoras puede ser útil. Por ejemplo, sugerir la participación en eventos más íntimos en lugar de grandes reuniones.
  5. Crear ambientes cómodos: ayudar a crear espacios seguros y cómodos puede reducir la ansiedad. Por ejemplo, reservar un lugar tranquilo o una salida de emergencia durante eventos.
  6. Facilitar introducciones: facilitar la introducción a personas conocidas puede hacer que la persona se sienta más apoyada y cómoda.
  7. Establecer señales de ayuda: acordar señales de ayuda discretas para que la persona pueda comunicar cuando se siente incómoda sin tener que expresarlo verbalmente frente a otros.
  8. Ofrecer apoyo para buscar ayuda profesional: animar a la persona a buscar ayuda profesional y ofrecer apoyo en la búsqueda de un terapeuta especializado en fobia social.

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Consejos para que una persona con fobia social en Navidad

A continuación, se presentan algunas estrategias y consejos prácticos que pueden ayudar a las personas con fobia social a sobrellevar situaciones sociales, especialmente durante períodos festivos como Navidad. Aún así, la ayuda profesional y la individualización a la hora de dar estrategias es fundamental para poder favorecer que la persona se acabe sintiendo bien en situaciones sociales.

  1. Establecer objetivos realistas: establecer metas pequeñas y alcanzables, como participar en una breve conversación o saludar a una persona conocida, puede hacer que las situaciones sociales sean menos abrumadoras.
  2. Practicar habilidades sociales: practicar situaciones sociales mediante role-playing con un/a amigo/a de confianza puede aumentar la confianza y reducir la ansiedad.
  3. Utilizar técnicas de relajación: practicar la respiración abdominal y otras técnicas de relajación puede ayudar a controlar la ansiedad en momentos de estrés.
  4. Tener un/a acompañante de confianza: ir a eventos sociales con un amigo/a o familiar de confianza puede proporcionar apoyo y comodidad.
  5. Reconocer logros pequeños: reconocer y celebrar los logros, por pequeños que sean, puede aumentar la autoestima y motivar para enfrentar nuevas situaciones.
  6. Buscar apoyo profesional: considerar la posibilidad de buscar la ayuda de un/a profesional de psicología especializado en problemáticas de ansiedad social.