Cuando llega el diagnóstico de enfermedad de Alzhéimer en una persona cercana, sin duda supone un auténtico terremoto en la familia o el entorno del afectado. Toca aceptar la situación e ir adaptándose a una nueva realidad que afecta a muchos aspectos de la vida. Y es que el Alzhéimer es una enfermedad que no solo afecta la memoria y la cognición, sino también a la forma en que las personas se comunican y se relacionan con el mundo que les rodea.
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No hay que caer en el desánimo, sino optar por la búsqueda de una comunicación eficaz, que es, sin duda, una herramienta fundamental y muy poderosa para conservar la calidad de vida, la dignidad y la conexión emocional de quienes sufren esta afección, así como para brindar apoyo y reducir el estrés de sus cuidadores. Todo ello no es sencillo, pues partimos de una situación compleja. Según datos del estudio de Sanitas “La percepción de la población española sobre el Alzhéimer”, el 42,9% de los encuestados señala que no conoce los primeros síntomas de la enfermedad del Alzhéimer. Esto lo que hace es que muchas personas sean diagnosticadas ya en fases avanzadas, cuando la ralentización de la enfermedad se hace más compleja y, en consecuencia, la comunicación con ellos se vuelve más difícil.
“La falta de comunicación efectiva con personas que padecen alzhéimer puede dar lugar a una serie de retos significativos. Estas dificultades comunicativas provocan frustración tanto para quienes padecen la enfermedad como para sus cuidadores y familiares. Además, la incapacidad para expresar sus necesidades y deseos dan lugar a un aumento de la ansiedad y la confusión en las personas afectadas. En última instancia, la falta de una comunicación adecuada impacta negativamente en la calidad de vida de quienes viven con alzhéimer, así como en las relaciones familiares y en la atención médica adecuada”, explica David Curto, director Médico y Calidad de Sanitas Mayores.
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Consejos útiles que tienes que tener en cuenta
Ante esta situación, los expertos de Sanitas Mayores resumen un listado de consejos para promover una comunicación fluida con aquellos que sufran esta enfermedad:
- Escuchar atentamente y validar emociones. Es algo que sucede habitualmente: si convives con un paciente, notarás que las respuestas se vuelven repetitivas o incoherentes. Por eso, es aconsejable mostrar interés y validar las emociones expresadas. De esta forma, conseguiremos impulsar la confianza y la comunicación.
- Fomentar la participación activa. Mientras sea posible, hay que animar a la persona a participar en actividades cotidianas como poner la mesa o doblar la ropa. No podemos perder de vista que este tipo de acciones apoya y valida su sentido de autonomía y logro.
- Establecer una rutina consistente. Para los pacientes de Alzhéimer, la rutina es muy importante, y es que la planificación ayuda a reducir la ansiedad. Por ello, se recomienda instaurar una rutina diaria estructurada para que la persona se sienta más segura y cómoda.
- Hacer preguntas específicas. Hay que plantear cuestiones con el objetivo de facilitar la elección, que sean concretas como "¿Te gustaría una taza de café?" en lugar de preguntas que puedan dar lugar a respuestas abiertas como "¿Cómo estás?".
- Emplear ayudas oculares. Hay que buscar estrategias que nos puedan ayudar. Así, las imágenes, vídeos o calendarios visuales ayudan a recordar eventos o tareas importantes que despierten sus emociones.
- Mantener la calma y la paciencia. Cuando tenemos cerca a un paciente, hay que cultivar estas dos cualidades a diario. Las personas con alzhéimer pueden necesitar más tiempo para procesar la información y responder. Por este motivo, es primordial evitar la prisa y mostrar comprensión ante posibles repeticiones o confusiones.
- Utilizar un lenguaje claro y simple. Es una de las normas básicas, optar por utilizar frases cortas y directas, sin recurrir al uso de jerga o expresiones ambiguas que causen desorden.
- Cuidar del bienestar del cuidador. A veces, puede cundir el desánimo y el cansancio en quien realiza esa valiosísima labor de cuidar. La comunicación con personas con alzhéimer en ocasiones es desafiante y emocionalmente agotadora. Por consiguiente, no hay problema en buscar apoyo emocional y acudir a terapia si es necesario.