Cuando la película ‘Del revés’ (Inside out en ingles) llegó a las carteleras en 2015, de la mano de Disney Pixar, sin duda supuso un antes y un después, situándose, para muchos críticos, como la mejor película de animación hasta ese momento. Un filme de animación que abordaba el complejo mundo de las emociones, en aquel caso Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco. Ahora, la factoría anuncia la llegada de la segunda parte de la película, que se estrenará en verano de 2024, pero de la que ya tenemos algunas pistas. Como se ha podido ver en el primer tráiler, aparecerán otras emociones, que afrontará la adolescente protagonista: Envidia, Aburrimiento, Vergüenza y Ansiedad.
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Sobre ellas hemos querido hablar con una psicóloga. “Lo primero de todo, me parece muy interesante que se aborden emociones tan complejas en la película. Son sentimientos muy extendidos y algunos de ellos, preocupantes, si no se detectan y se afrontan desde temprana edad”, nos comenta Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y coach ejecutivo, a quien le hemos preguntado por los rasgos de personalidad asociados con cada una de estas emociones y la manera de afrontarlas de manera saludable.
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Envidia, la emoción que hace sentir deseo por lo que otros tienen
- Se puede resumir en el sentimiento de deseo por lo que otros tienen, la comparación constante, que denota una baja autoestima. Las personas envidiosas tienden a compararse continuamente con los demás, centrándose en lo que perciben como carencias en sus propias vidas en comparación con los logros o posesiones de los demás.
- La envidia puede dar lugar a sentimientos de resentimiento hacia aquellos a quienes se envidia. Esto puede generar tensiones en las relaciones interpersonales y crear un ambiente emocionalmente cargado.
- La necesidad de destacar y superar a los demás en áreas específicas puede llevar a una competición constante. Esta competencia no siempre es saludable y puede generar tensiones innecesarias. Además, las personas envidiosas suelen tener dificultades para alegrarse genuinamente por los éxitos y logros de los demás. En lugar de celebrar, se sienten amenazadas o frustradas.
- De hecho, tal y como nos explica Pilar Guerra, la envidia a menudo se acompaña de una autocrítica intensa. Las personas envidiosas pueden ser duras consigo mismas, enfocándose en sus propios y supuestos fallos en lugar de reconocer sus logros.
- Por ello, como decíamos, la envidia a menudo está vinculada a una baja autoestima. Las personas envidiosas pueden sentir que no están a la altura de los estándares que perciben en los demás, lo que contribuye a sentimientos de insuficiencia.
¿Cómo afrontarla?
- Lo primero que hay que hacer es comprender que la envidia a menudo proviene de inseguridades y comparaciones. No tomar los comportamientos de las personas envidiosas de manera personal. Ahora bien, la experta nos cuenta que si la envidia se manifiesta de manera negativa, es necesario establecer límites saludables. No permitir que los comentarios o acciones de estas personas nos afecten negativamente, y comunicar de manera clara nuestras expectativas respecto a cómo deseamos ser tratados.
- También es útil practicar la empatía al intentar comprender sus sentimientos y perspectivas. Esto no significa justificar comportamientos envidiosos, pero podría ayudar a establecer una conexión más compasiva.
- Incentivar un ambiente de apoyo, ofreciendo elogios y reconocimientos genuinos cuando sea apropiado, puede ayudar asimismo a reducir la sensación de competencia y fomentar la colaboración.
- Y en el caso de que la situación se vuelva demasiado difícil de manejar, se puede considerar la posibilidad de buscar la ayuda de un profesional para orientación y apoyo.
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Aburrimiento: cuando aparece la falta de interés por lo que nos rodea
- Las personas aburridas pueden mostrar una falta general de interés en su entorno, actividades o incluso en las interacciones sociales. Esta falta de interés puede llevar a la desmotivación. Las personas aburridas pueden tener dificultades para encontrar un propósito o sentido en lo que están haciendo.
- El aburrimiento a menudo está asociado con la inquietud. Las personas pueden sentir la necesidad de moverse, cambiar de actividad constantemente o buscar estimulación para romper la monotonía y encontrar algo que les resulte interesante.
- Y, aunque pueda parecer paradójico, el aburrimiento a veces puede ir acompañado de una sensación de fatiga o falta de energía. De la misma manera, algunas personas pueden experimentar el aburrimiento como una sensación de vacío emocional o existencial.
- Sin embargo, el aburrimiento también puede manifestarse como irritabilidad y la distracción. Las personas pueden volverse más susceptibles a la frustración cuando se sienten aburridas, suelen tener dificultades para concentrarse en una tarea específica y pueden distraerse fácilmente.
- Asimismo, el aburrimiento puede bloquear la creatividad. Las personas pueden tener dificultades para encontrar inspiración o para pensar de manera innovadora.
¿Cómo afrontarlo?
- El aburrimiento puede desbloquearse con sugerencias para actividades creativas o estimulantes., animando a la persona a descubrir nuevos intereses o a retomar actividades que solía disfrutar.
- También puede ayudar invitando a la persona a establecer metas alcanzables. Estos objetivos pueden proporcionar una sensación de logro y ayudar a romper la monotonía.
- Fomentar la autonomía, permitiendo que la persona tome decisiones sobre sus actividades, le hará sentirse con control y puede ser empoderador para contrarrestar el aburrimiento.
- Socializar e introducir variedad en las rutinas también puede brindar oportunidades para nuevas experiencias y conexiones significativas, así como ayudar a romper la sensación de aburrimiento.
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Vergüenza: cuando nos cuesta socializar y expresarnos
- Las personas vergonzosas a menudo exhiben timidez y evitan situaciones sociales para eludir la atención no deseada. Experimentan una autoconciencia excesiva y pueden tener baja autoestima, lo que lleva a la evitación social y la sensibilidad al rechazo.
- La vergüenza también puede manifestarse en dificultades para expresarse, inhibiendo la expresión abierta y espontánea de emociones o ideas. Las personas vergonzosas pueden sentir temor al juicio negativo, lo que limita su capacidad para expresarse libremente.
- También pueden experimentar ansiedad social. Pueden anticipar situaciones sociales con preocupación y sentir síntomas de ansiedad.
- Algunas personas vergonzosas pueden tener tendencias perfeccionistas, buscando evitar errores o imperfecciones que podrían dar lugar a la vergüenza.
- La autocrítica es una compañera frecuente de la vergüenza. Las personas vergonzosas pueden ser muy críticas consigo mismas, incluso por pequeños errores o imperfecciones.
- En general, estas personas pueden retraerse emocionalmente y tender hacia el rechazo de situaciones que desencadenen vergüenza. Es una emoción común, pero si se vuelve abrumadora, buscar apoyo profesional puede ser beneficioso.
¿Cómo afrontarla?
- A la hora de tratar de ayudar a personas con rasgos de personalidad vergonzosa es importante comprender su sensibilidad y fomentar un ambiente de aceptación y empatía.
- Es esencial evitar situaciones que puedan aumentar su vergüenza y proporcionar apoyo emocional. Fomentar la autoaceptación y la construcción de la autoestima puede ser clave, alentándolas a reconocer sus logros y cualidades.
- La comunicación abierta y respetuosa es fundamental para que se sientan comprendidas y seguras. Brindarles oportunidades para superar gradualmente su vergüenza, respaldadas por un entorno de confianza, puede contribuir a su bienestar emocional.
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Ansiedad: el trastorno del siglo XXI
- La mayoría de las personas sienten ansiedad de vez en cuando a causa de ciertas circunstancias. Es una emoción y reacción normal que surge como manifiesto cuando nos encontramos en una situación de alerta puntual.
- Un trastorno de ansiedad es muy diferente. La persona con ansiedad tiende a experimentar una preocupación constante y excesiva, anticipando situaciones futuras de manera negativa. Puede manifestarse en síntomas físicos como tensión muscular, palpitaciones y dificultades para concentrarse. La ansiedad a menudo va acompañada de un temor persistente e irracional, dificultando el control de sus pensamientos. La persona ansiosa puede evitar situaciones que perciben como amenazantes, lo que impacta en su calidad de vida y sus relaciones interpersonales.
¿Cómo afrontarla?
- El apoyo emocional, la terapia y estrategias como técnicas de respiración, establecimiento de rutinas, o el aprendizaje para desafiar pensamientos ansiosos, pueden ser útiles para gestionar la ansiedad y mejorar la vida diaria de las personas con ansiedad.
- Vivir con ansiedad no es una tarea fácil, se trata de una gran piedra en el camino que debemos identificar y retirar (ansiedad circunstancial), o saber saltar (ansiedad crónica). Lo fundamental es poder distinguir y controlar nuestro tipo de ansiedad. Es de suma importancia abordar la ansiedad de manera efectiva con apoyo profesional cuando sea necesario. Los trastornos de ansiedad son una de las patologías psicológicas más habituales, de ahí la importancia de un tratamiento apropiado para aquellas personas que lo sufren. Es fundamental que éstas aprendan a manejar y comprender sus síntomas para mejorar su calidad de vida.