Decir que el estrés es un mal común de la población ya resulta un hecho manido. El ritmo frenético de las grandes ciudades, las horas extra que ha traído consigo el teletrabajo y las consecuencias de la hiperconectividad que la tecnología nos ha brindado son algunos de los factores que nos llevan a sentirnos sobrepasados en nuestro día a día, maximizando nuestras responsabilidades a niveles nunca antes vistos. Sin embargo, en los últimos tiempos, y sobre todo desde que vivimos la cuarentena de la Covid-19, esta situación se ha trasladado también a nuestros momentos de ocio, en los que parece que el descanso es sinónimo de pecado.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
- Estas son las claves para hacer un détox digital
"Gran parte de nuestra experiencia interna se ajusta a lo que hacemos, repetimos y entrenamos, de tal forma que si somos personas que nos involucramos mucho en nuestro trabajo, ocupando y colapsando la mayoría de nuestra experiencia, pensando constantemente en ello, aunque necesitemos desconectar y sepamos que debemos hacerlo, nuestra mente habrá desarrollado un entorno alrededor del trabajo", define Ángel Peralbo Fernández, especialista en Psicología con consulta privada en Madrid, y miembro de Top Doctors.
Es posible que te haya pasado: te sientes mal por disfrutar de tu tiempo libre. Incluso vamos un paso más allá... Es probable que hasta te sientas estresado por no disfrutar tanto como te gustaría de tu tiempo libre. Es decir, en lugar de realizar tus actividades con calma, de manera pausada y estando en el momento presente, las vives rápido, agobiado y pensando en la siguiente actividad que quieres hacer antes de tener que volver a cumplir con alguna de tus responsabilidades. Pues bien, te decimos algo: para sentirte bien deberías interiorizar que descansar y saborear cada momento también debería ser parte de esas responsabilidades (¡carpe diem!).
Esta hiperproductividad constante es mucho más común de lo que puedes creer. Muchos terminamos nuestra jornada laboral y queremos aprovechar al máximo los momentos de ocio, llenando nuestras horas de descanso con tareas, desde ir a una exposición hasta ver todos los capítulos de una serie o terminar un libro, e incluso no dejar ningún sitio sin visitar en nuestra escapada exprés de fin de semana. ¿Las consecuencias? Llenamos cada momento libre y queremos estar y no perdernos nada (sensación conocida como FOMO), lo que nos produce un desgaste mental y físico que afecta notablemente a nuestro bienestar. Dormimos menos, no disfrutamos de nuestras conexiones sociales, reducimos nuestra creatividad (sí, a menudo florece en momentos de calma y tranquilidad) y no apreciamos las experiencias que vivimos.
- Si la felicidad es tu meta, vive el ahora
"Desgraciadamente, este estrés puede convertirse en nuestro estilo de vida, ya que, aunque nuestro organismo viene preparado para autocuidarse y protegerse, también tiene la facultad de estar a la altura e intentar conseguir lo que nos proponemos con un sistema de sobreesfuerzo", nos explica el psicólogo. Eso sí, también detalla: "Este sistema nos permite usarlo de manera puntual, pero si lo estiramos y lo alargamos en el tiempo, puede tener consecuencias y llevarnos al estrés crónico, una forma aprendida de vivir más allá del cien por cien y que hoy en día vemos tan frecuentemente".
Cuando esta manera de vivir deprisa es constante, terminamos normalizándola, pero no por ello no debemos ponerle freno, pues tal y como señala el experto en salud mental, "deteriora, desgasta y tiene consecuencias, algunas de las cuales no se ven a simple vista, pero pasan factura con el tiempo, como determinadas enfermedades y trastornos asociados a esos procesos de estrés crónico".
¿Podemos eliminar el estrés y empezar a disfrutar de nuestro tiempo de ocio?
De hecho, incluso disfrutamos más realizando tareas estando al 100 % que muchas tareas rápidamente. Esta perspectiva nos recuerda que la calidad y la dedicación son esenciales para experimentar la verdadera satisfacción en nuestras actividades diarias. Priorizar la excelencia sobre la cantidad no solo nos brinda una sensación de logro más profunda, sino que también contribuye significativamente a nuestro crecimiento personal y profesional.
Teniendo esto último en cuenta, Ángel Peralbo Fernández nos ofrece unas pautas a seguir para aprovechar de verdad nuestro tiempo libre. Lo primero es resetear: "Es de vital importancia revisar nuestros factores de riesgo que en el día a día nos puedan estar facilitando una vida estresante, como las prisas constantes, el alto nivel de autoexigencia, nuestras obligaciones infinitas, las sustancias que ingerimos para aguantar, el sueño poco reparador, etc. Debemos potenciar los factores protectores que nos ayuden a vivir una vida plena pero equilibrada. Para ello, podemos enfocarnos en la alimentación saludable, en gestionar el tiempo de manera responsable y en disfrutar cada día de un mínimo de desconexión, así como de la familia o amigos". Así, una vez que dediquemos tiempo suficiente a todo ello, nos resultará mucho más fácil disfrutar de cualquier otra actividad que deseemos sin tener prisa por realizar la siguiente.
Enfocarse en el momento presente también se aprende. Habrás oído hablar de ello, ya que la práctica de mindfulness ha alcanzado gran fama gracias a sus inmensos beneficios, entre los que ayuda a mejorar significativamente nuestra calidad de vida y reducir el estrés. Además de esta atención plena, como comenta el psicólogo, existen otros consejos a los que debemos prestar atención: "A corto plazo, y sobre todo a largo plazo, es adecuado aprender técnicas internas de desconexión que permitan un aprendizaje que cada vez funcione mejor y que progrese. Pueden ser técnicas de desactivación, manejo de la respiración diafragmática, focalización de la atención en aspectos poco habituales, diversas técnicas distintas de meditación o cualquiera que ayude a que la persona aprenda a auto proporcionarse un estado de calma mental que resulte accesible cada vez que se necesite en el día a día. A veces es necesario cambiar el estado psicofisiológico".
-La diferencia entre decirse "tengo que" o "quiero"
Poner en práctica estas técnicas requiere querer hacerlo. Aunque al principio puede, incluso, generarnos estrés tener que hacerlo, los resultados comienzan a verse a corto plazo, y son tan positivos que agradecerás haber invertido tu tiempo en ello. Para vivir bien, en un estado de bienestar físico y emocional, resulta fundamental ser consciente de lo que está sucediendo y saborear cada minuto al máximo. Acepta tus emociones y pensamientos, descansa (lo necesitas), practica la escucha activa, sé consciente de tus sentidos, y, también, disfruta del proceso. Notarás un gran cambio.