Si sueles estar atenta a las tendencias, seguro que te has fijado en que, cuando vas a tu farmacia, abundan los suplementos en un formato que se ha ido haciendo hueco poco a poco, en formato gominola, las conocidas gummies. Sin duda, son una tendencia en auge, por lo que nos hemos planteado cuáles son sus pros y sus contras. “No es algo nuevo que haya suplementos en formas diferentes, lo que sí es novedoso es que cada vez hay más marcas que los están ofreciendo gummies”, nos comenta la farmacéutica Meritxell Martí, alma mater de Farmacia Meritxell en Andorra, con quien hemos querido hablar para aclarar todas nuestras dudas sobre estos suplementos. ¿Son una buena alternativa? ¿Aportan ventajas con respecto a otros formatos?
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“Es cierto que muchas veces estamos hablando de suplementos nutricionales u otros productos y nos dan pereza esas formas farmacéuticas como podrían ser las cápsulas o los jarabes, con un sabor no del todo agradable de ingerir. Si fuera más fácil de tomar, seguro que seguiríamos la pauta y no abandonaríamos el tratamiento. La industria farmacéutica es cada vez más es sensible a este problema, y se plantea opciones por si queremos o necesitamos tomar suplementos, para que sea más sencillo, llevadero y sobre todo agradable”, comenta.
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¿Contiene toda la dosis completa? ¿Se puede formular igual que una cápsula?
En opinión de Meritxell Martí, si el producto está bien formulado, debería contener toda la dosis, aunque sí es cierto que una forma en gelatina o en un excipiente similar tiene una limitación, tan sencilla como la consistencia. “Es por ello que existe la desventaja de que algunas veces es literalmente muy difícil que contenga el mismo contenido que podría tener una cápsula u otra forma. Sin embargo, se puede redosificar, equiparando con más número de gomas por dosis”, nos cuenta la experta, que añade que esta forma nos limita también el tipo de ingrediente, pues no todos son compatibles con este formato, como es el caso de aquellos que quedan suspendidos o son difíciles de solubilizar, o incluso los que tienen un sabor muy fuerte, difícil de enmascarar.
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¿De qué están hechas?
Las gominolas están elaboradas principalmente de gelatina, esta gelatina generalmente es de origen animal, por lo que no son aptas para veganos. Sin embargo, hay otras formas elaboradas con agar agar, que sí lo serán. Otra opción es la pectina de frutas como puede ser la de la manzana. Para ajustar la textura suelen llevar almidones, de maíz, maíz modificado o de arroz o tapioca. Deben llevar aromatizantes, colorantes, endulzantes y agentes de recubrimiento para evitar que sean muy pegajosas. Estos agentes de recubrimiento suelen ser aceites vegetales (como el de coco) o cera de carnauba.
¿Llevan todas azúcar?
“La duda que podemos tener en el momento de pensar que son dulces o golosinas es que van a contener azúcar, por lo que pueden hacernos engordar o ser incompatibles en algunas enfermedades como la diabetes. No tienen por qué llevar azúcar, pero es cierto que por el mismo concepto del producto, se espera un producto dulce, entonces se añade azúcar o edulcorantes artificiales”, nos cuenta. Así, como azúcares suelen llevar jarabe de maíz u otras glucosas o fructosas, o azúcar puro como el de la caña de azúcar. También pueden usarse edulcorantes artificiales como puede ser el xilitol, eritritol, maltitol, aspartamo, sucralosa o Stevia. La desventaja de los edulcorantes artificiales es que pueden provocar malestar abdominal, inflamación intestinal, flatulencia y problemas gastrointestinales cuando se ingieren en exceso. En todos los casos, la experta nos cuenta que es obligatoria la indicación de su contenido en el etiquetaje.
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¿Contienen muchos colorantes y aromatizantes?
Para que este producto sea atractivo es habitual que lleve tanto colores vistosos como aromas diferentes, aunque no obligatoriamente deben ser artificiales. Como colorantes naturales, se puede optar por jugos de frutas, extractos vegetales como podría ser la espirulina, la propia vitamina B, los carotenos o la remolacha
Si contienen colorantes artificiales, este color será mucho más llamativo y estable. Hay que matizar que son absolutamente todos autorizados y utilizados frecuentemente en la industria alimentaria. Otra de las características inherentes a las gummies es el sabor, nadie duda que tienen que tener un sabor agradable, y de nuevo podemos encontrar saborizantes naturales, como son extractos de frutas o hierbas, aunque también pueden llevar aromatizantes artificiales también autorizados y utilizados en la industria alimentaria. De nuevo, en ambos casos, deben estar incluidos en el etiquetaje del producto.
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¿Se puede controlar la dosis?
“Ante esta pregunta, la respuesta es sí, pero para ello hemos de ser conscientes de que no son caramelos y que realmente son suplementos o productos activos en el organismo. Es por ello que siempre hemos de respetar la dosis que nos indican. Aunque en ocasiones, porque nos parece que no es tan activo o que no pasa nada, aumentamos el número de tomas. Este es el gran problema y es por ello que la mayoría de los productos contienen botes con tapa difícil de abrir. Sin duda en el caso de los suplementos o productos para niños, los debemos dejar fuera de su alcance para evitar la sobredosificación”, nos cuenta Meritxell Martí. Además, explica que quizás es también uno de los motivos por lo que la dosis de seguridad, en general, suele ser más baja, evitando la sobreingesta.
¿Es más agradable la ingesta?
Tal y como explica la farmacéutica, esta es la gran ventaja de estos productos, es mucho más fácil y agradable comer un caramelo blandito masticable que una pastilla áspera que alguna vez se encallará en la garganta. Eso sí, advierte de que en personas mayores, a las que les cuesta deglutir, hay que evitar estas formas, para prevenir un posible atragantamiento. Además, si se trata de productos demasiado pegajosos que se peguen en los dientes, pueden ser incómodos en el caso de llevar dentadura postiza o brackets.
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¿Más fáciles de tomar para los niños?
Sin duda, nos puede costar mucho dar vitaminas, minerales o incluso medicamentos a los niños, por lo que esta forma puede ser la más fácil de tomar. De hecho, siempre ha habido formas similares para niños, lo único que actualmente parece más evolucionado, como pueden ser las diferentes formas de las gomas (ositos…), los sabores más agradables… Eso sí, como ya he mencionado antes, hemos de tener en cuenta que deben estar estrictamente lejos de su alcance.
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¿Son solo gominolas?
Meritxell Martí, nos explica que no hay solo gominolas, sino que sin duda hay muchas formas farmacéuticas o suplementos nutricionales, a los que podríamos denominar golosinas, más que gominolas. Así, podemos encontrar los siguientes formatos:
- Gummies o gominolas. Con las especificaciones que he comentado en los anteriores puntos, contienen gelificantes. Sobre los edulcorantes, realmente no es peligroso el contenido de azúcar si solo vamos a tomar una unidad, el riesgo sería ingerir bastantes. Las hay en forma de gusanitos, ositos, frutas…Podemos encontrar con Omega 3, con vitaminas simples o multivitaminas, con plantas o sustancias sintéticas, como podría ser la melatonina, y con diferentes funciones para la caída del cabello, para adelgazar, para mejorar la calidad del sueño…
- Caramelos blandos masticables. Estos suelen contener aceites de palma, coco, lecitina de soja. No tienen por qué contener azúcar, aunque pueden contener otro tipo de edulcorantes como el Stevia. Quizás en este campo podremos encontrar más fácilmente diferentes fibras o productos para la acidez estomacal.
- Piruletas. Pueden estar elaboradas con o sin azúcar, y son literalmente caramelos con palo. Suelen ser más habituales en productos para evitar los mareos del embarazo con vitamina B6 y jengibre, por ejemplo y para dejar de fumar, con azúcar de caña y triptófano que calma la ansiedad.
- Caramelos masticables duros. De la misma forma que los caramelos blandos, suelen estar todos los que se pueden masticar o disolver en la boca, desde melatonina de efecto rápido a caramelos para evitar acidez estomacal o mejorar las digestiones.
- Láminas de gelatina. Estos productos suelen ser más habituales en productos para la halitosis, con fuertes extractos mentolados, o melatonina de absorción rápida.
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La opinión de la farmacéutica
“Son beneficiosas pues van a ayudar a ingerir mejor los activos que vamos a tomar y con ello continuar el tratamiento necesario. También son beneficiosas en niños y personas a las que otra forma les será difícil de tomar”, nos comenta la experta, que apunta que, sin embargo, debemos tener precauciones, entra las que destaca las siguientes:
- Seguir estrictamente la dosificación recomendada.
- Tener en cuenta la composición en cuanto a los excipientes, si se es intolerante a alguno de ellos, o si se es diabético en el caso que contengan azúcar.
- Observar la composición, y realmente valorar si el contenido en variedad y cantidad de los ingredientes va a ser suficiente para su efectividad.
- Valorar la estabilidad de la fórmula, pues nos encontramos que muy frecuentemente están mal o no bien formulados, en consecuencia, se deshacen, se quedan pegados o no son como parece en las fotos del envase.
“Me parece en general bien que haya la posibilidad de tomar, por ejemplo, unas gominolas con Omega 3, o que unos caramelos sean buenos como complejo vitamínico. Aunque la mayoría de veces se quedan algo cortos en formulación y es necesario añadir más suplementos. Como indico anteriormente, es muy frecuente que sean formas inestables, y se deshagan o que la presentación, en lugar de agradable se convierta en desagradable. El farmacéutico debería ser quien acepte la venta o no de estos productos en su farmacia, aunque por desgracia no siempre están en el canal farmacéutico al estar autorizados como alimentos, lo que podría ser incluso peligroso por desconocimiento de la dosificación o del etiquetaje, ya que de por sí son atractivos”, concluye la farmacéutica Meritxell Martí.