Seguro que has escuchado hablar de la llamada dieta cetogénica, también conocida como keto, un tipo de alimentación que se caracteriza por ser baja en carbohidratos, lo que lleva al organismo a un estado de cetosis, para obtener energía a través de las grasas y se ha utilizado durante años. Es, además, moderada en proteínas y alta en grasas saludables. Lo cierto es que se ha convertido en una de las dietas de las que más comentarios se hacen, aunque lo cierto es que, como siempre recordamos, cualquier dieta debería hacerse bajo control, con el asesoramiento de un experto, que la adapte a nuestra salud y a nuestras necesidades.
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Y, además, que nos ayude a detectar posibles errores, muy habituales, que podemos cometer y que pueden influir en que la dieta no sea del todo eficaz. Los expertos de Neutrient, firma especializada en suplementos avanzados, nos presenta cuáles son esos fallos más comunes que debemos evitar al seguir esta dieta, que resumen en estos 7.
Lee también: ¿Qué grasas puedo consumir en una dieta cetogénica?
- Consumir demasiada proteína. Aunque, como decíamos, la dieta keto incluye un consumo moderado en proteínas, algunas personas pueden excederse en su consumo. Es un error, pues esto puede llevar al proceso de gluconeogénesis, en el cual el cuerpo convierte el exceso de proteínas en glucosa, lo que puede interferir con la cetosis y dificultar, de esta forma, la pérdida de peso.
- No comer suficientes verduras bajas en carbohidratos. Otra de las características de una dieta cetogénica saludable es que debe incluir una variedad de verduras bajas en carbohidratos, entre las que se encuentran espinacas, brócoli, col rizada y coliflor. El motivo es que estas verduras son ricas en nutrientes y fibras que son importantes para mantener la salud y el equilibrio nutricional. Por eso, cuando no las comemos en cantidad suficiente, nuestra dieta no será correcta.
- No beber suficiente agua. Durante la cetosis, el cuerpo excreta más agua y electrolitos, lo que puede llevar a la deshidratación. Por este motivo, es esencial beber suficiente agua para mantenerse hidratado y apoyar el funcionamiento óptimo del cuerpo.
- Consumir demasiados alimentos procesados "keto-friendly". Lo ideal es comer alimentos naturales, los que se han bautizado como reales. Por eso, aunque existen productos procesados que se comercializan como "keto-friendly" (amigables con la dieta keto), muchos de ellos contienen ingredientes artificiales, edulcorantes y otros aditivos que no son saludables.
- No prestar atención a la calidad de las grasas. Como decíamos al comienzo, la dieta keto enfatiza el consumo de grasas saludables. ¿Dónde podemos encontrarlas? Buena fuente de ellas son el aguacate, los frutos secos, las semillas y el aceite de oliva. Eso sí, es importante seleccionar fuentes de grasa de alta calidad y evitar las grasas trans y saturadas poco saludables que se encuentran en los alimentos fritos y procesados.
- No ajustar la ingesta calórica. Ojo con las calorías que consumes. Y es que, aunque la dieta keto puede ayudar en la pérdida de peso, se requiere un equilibrio calórico. Y es que si consumes demasiadas calorías, incluso la provenientes de grasas saludables que citábamos anteriormente, es posible que no veas los resultados deseados. Por eso debes asegurarte de tener en cuenta tus necesidades calóricas individuales y ajustar tu ingesta en consecuencia.
- No tener en cuenta la calidad de las proteínas. Si bien es importante consumir suficientes proteínas en la dieta keto, también es esencial considerar la calidad de las fuentes de proteínas. ¿Cuáles deberías incluir en tu dieta? Opta por carnes magras, pescado, aves de corral sin piel y fuentes vegetales de proteínas, como tofu y tempeh. Evita las carnes procesadas y altas en grasas saturadas.