13 síntomas de que los 'superalimentos' te están intoxicando, como le ocurrió a Liam Hemsworth

Todos estamos acostumbrados a ver a las celebrities como prescriptores de hábitos de vida saludable. Y dentro de estos, el consumo de lo que algunos llaman superalimentos es una tendencia muy popular. Pero es importante recordar que no todos estos alimentos son realmente beneficiosos para la salud. De hecho, su consumo excesivo puede provocar problemas graves. Esto es lo que le ocurrió al actor Liam Hemsworth, que tuvo que dejar su dieta vegetariana y replantear completamente su alimentación. Y es que en 2019, Hemsworth tuvo que ser operado de una piedra en el riñón debido a lo que comía. Culpó públicamente a los smoothies de espinacas que solía consumir regularmente. ¿Por qué este alimento que, en un principio, parece tan saludable le provocó un cálculo renal? "El problema radica en el exceso de oxalato en el cuerpo", aclara Sally K. Norton, licenciada en Ciencias de la Nutrición por la Universidad de Cornell (EE.UU).

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El exceso de oxalatos en la dieta

Las dietas modernas, incluyendo aquellas que excluyen el gluten, siguen una pauta cetogénica o incorporan una gran cantidad de verduras de hoja verde y, a menudo, contienen una alta concentración de oxalatos. Se trata de sustancias químicas producidas por muchas plantas como mecanismo de defensa, y en grandes cantidades pueden ser sumamente perjudiciales para la salud.

Sorprendentemente, alimentos que generalmente se consideran saludables, como las espinacas, los boniatos, la cúrcuma, las semillas de chía, las frambuesas y las almendras, poseen un contenido particularmente elevado de oxalatos. Por ejemplo, un simple smoothie de espinacas preparado con leche de almendras puede contener entre 800 y 1.000 mg de oxalatos, una cantidad que supera ampliamente el límite seguro recomendado, que se encuentra alrededor de los 250 mg al día.

El exceso de estas toxinas en nuestro organismo puede desencadenar una serie de problemas de salud, que van desde la formación de cálculos renales hasta trastornos intestinales, dolor en las articulaciones, inflamación, dificultades para concebir, enfermedades autoinmunitarias, depresión, alteraciones en el sueño, osteoporosis, fatiga crónica y dificultades cognitivas.

Esta sustancia puede ser dañina en exceso. De hecho, la cantidad que una persona puede ingerir sin sufrir efectos perjudiciales es baja, generalmente entre 150 a 200 mg al día. Dietas con más de 600 mg al día se consideran altas y pueden causar problemas. "Es fácil superar la ingesta de 250 mg al día que define una dieta rica en oxalato, especialmente si estás intentando comer bien según los estándares actuales. Los smoothies de espinacas que se tomaba Liam Hemsworth por la mañana y que le llevaron a una intervención quirúrgica por un cálculo renal, registraban más de 1.000 mg", recuerda la experta en Nutrición, que acaba de publicar el libro Superalimentos tóxicos (Ed. Alienta).

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¿Por qué es dañino el oxalato?

"La sobrecarga de oxalato da lugar a las dos bases esenciales de toda enfermedad: toxicidad y deficiencia. El oxalato es tóxico por sí mismo. Ya esté en el tracto digestivo o en los vasos sanguíneos, en los huesos o en el cerebro, una cantidad excesiva puede revolver las estructuras celulares y los sistemas energéticos y alterar la función celular básica. Las exposiciones más leves a estos peligros podrían no tener unos efectos evidentes e inmediatos en la salud, pero el estrés metabólico persistente y una inflamación crónica leve consecuencia de la toxicidad pueden acabar en enfermedad", alerta Sally K. Norton. Lo preocupante, continúa la especialista, "es que muchas personas no son conscientes de los peligros del exceso de oxalato en su dieta".

Además, la falta de correlación inmediata entre la ingesta de oxalato y la excreción en la orina ha llevado a la comunidad médica a subestimar la conexión entre los alimentos ricos en oxalato y los problemas de salud. Esto hace que sea difícil diagnosticar a las personas que podrían estar en riesgo.

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Síntomas de un exceso de oxalatos en el organismo

Como señala la especialista de la Universidad de Cornell, cualquier combinación de estos indicadores, "quizá sólo de algunos", debería levantar sospechas y motivar una consulta:

1. Orina turbia, indicativo de exceso de cristales en la orina
2. Infecciones recurrentes por levaduras o infecciones de vías urinarias, molestias intensas en las ingles
3. Vejiga irritable episódica, micción nocturna frecuente, micción dolorosa o frecuencia urinaria alta (disuria)
4. Cálculos renales recurrentes
5. Hinchazón, dolor o debilidad articular periódica, con bursitis, tendinitis, artritis
6. Malestar digestivo o dolor abdominal no explicado
7. Niebla mental, problemas de ánimo, otros problemas neurológicos no explicados
8. Signos de vasoespasmo (flujo sanguíneo bajo): frialdad, entumecimiento, dolor, síndrome de Raynaud en manos o pies, angina
9. Dolor inexplicado, como escozor en la boca y dolor en los dientes, o escozor en los genitales, ano o tracto urinario
10. Fracturas óseas sin causa aparente
11. Recuperación lenta o incompleta de una lesión o cirugía
12. Densidad ósea baja o densidad ósea mixta con una región alta y otra baja
13. Problemas de piel o de visión inexplicados