Colágeno y otros suplementos para que no te duelan las articulaciones en otoño

Con la llegada del otoño, ¿has notado que te duelen más las articulaciones? Es normal. Y es que con el cambio de estación, aunque en estos momentos estemos experimentando temperaturas que son más altas de lo habitual, nuestros huesos y articulaciones se resienten. 

No es tanto el frío en sí lo que causa el problema, sino los cambios en la presión atmosférica. Cuando esta disminuye, los músculos y tendones tienden a contraerse y tensarse, lo que provoca rigidez en las articulaciones. 

Asimismo, cumplir años también nos expone a sufrir dolor articular. Como explica el doctor Carlos Esteve de Miguel Honou, especialista en cirugía ortopédica y traumatología, "a medida que envejecemos, el cartílago tiende a degenerarse, volviéndose más blando y frágil. Esto conduce a que la superficie de la articulación se vuelva más irregular, lo que a su vez provoca limitaciones en la movilidad, dolor e incapacidad".

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¿Cómo sé si es dolor articular?

Las articulaciones son las áreas de conexión entre dos o más huesos del cuerpo, como los codos, las rodillas o las caderas. En estas áreas se incluyen tanto los huesos como los tejidos blandos como el cartílago, los ligamentos y los tendones. El dolor en las articulaciones puede manifestarse como molestias punzantes, agudas o leves en estas zonas. Si no existen otras enfermedades que puedan explicar este dolor, el motivo más común detrás es la degeneración del cartílago, un tejido que recubre las superficies óseas que forman parte de las articulaciones.

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¿Puede la dieta prevenir el dolor en las articulaciones?

La doctora Yaiza Acosta, médico deportivo y especialista en nutrición y dietética, explica la importancia de seguir una adecuada rutina de entrenamiento y mantener una alimentación rica en nutrientes para el óptimo cuidado del sistema osteoarticular. En este sentido, la dieta mediterránea es la más apropiada.

Asimismo, hay que evitar un exceso en la ingesta de grasas o carbohidratos, ya que puede tener un impacto negativo en el peso corporal, lo que, a su vez, puede perjudicar las articulaciones. El aumento de peso adicional ejerce una carga adicional sobre las articulaciones, especialmente las de carga, como las rodillas y las caderas, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas articulares o empeorar los existentes.

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El ejercicio ayuda a prevenir el dolor 

Asimismo, mantener una actividad física regular no es sólo un método de prevención, sino también de tratamiento, de forma que deportes como la natación o el ciclismo, contribuyen a fortalecer los músculos para evitar que la articulación quede flácida y con esto se pueda aumentar la rigidez.

En cuanto a los ejercicios, la fisioterapeuta, entrenadora personal y embajadora de MARNYS, Crys Dyaz, recomienda comenzar los entrenamientos con un calentamiento apropiado. “Calentar de 5 a 10 minutos mejorará el flujo de sangre y oxígeno a los músculos y, además, nos ayudará a la concentración”.

Además del calentamiento previo, la entrenadora incide en la importancia de incluir en nuestra rutina ejercicios que promuevan el fortalecimiento de los huesos y articulaciones. “Los mejores serían los de resistencia y aquellos que involucran trabajar con nuestro propio peso. De esta forma, se previene la pérdida de densidad ósea y se fortalecen los músculos que rodean los huesos. Entre estos ejercicios podemos encontrar levantamiento de pesas, pilates o entrenamientos aeróbicos como correr o bailar.”

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, si bien el ejercicio es necesario, tampoco hay que pasarse y hay que descansar. Así lo indica Crys Dyaz: "cuando realizamos actividad física sometemos a nuestro cuerpo a unos niveles altos de estrés, sobre todo cuando hablamos de ejercicios de alta intensidad. Descansar permite a nuestro cuerpo recuperarse”.

Por otro lado, complementar la dieta y el ejercicio con colágeno asimilable también está demostrando ser una importante ayuda, tanto en el tratamiento como en la prevención.

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¿Cómo me ayuda el colágeno? 

El colágeno es una proteína que se encuentra de forma natural en el cuerpo y constituye una parte importante de la piel, los huesos, los tendones y los ligamentos. La producción de colágeno comienza a disminuir alrededor de los 25 años y se reduce un 1% por año a partir de los 30. Esta disminución natural puede causar molestias articulares, además de aumentar el riesgo de enfermedades como la artrosis. Aunque se encuentra en alimentos como caldos o gelatina, el cuerpo absorbe una pequeña cantidad. Por eso, los suplementos de colágeno pueden ser útiles para mantener la salud de articulaciones, huesos y músculos.

El colágeno es el suplemento más utilizado para la salud articular. Este, además, suele acompañarse de otras sustancias que también ayudan. 

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Condroitina

Se trata de otra sustancia que se recomienda para el cuidado de las articulaciones. Esta se encuentra de forma natural en el cartílago y puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la movilidad en personas con osteoartritis, ya que contribuye a mantener el cartílago sano y amortiguar las articulaciones. Es comúnmente utilizado como suplemento en personas con osteoartritis o problemas articulares.

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Glucosamina

La glucosamina es un compuesto que se encuentra de forma natural en el cartílago de las articulaciones y se utiliza para su formación y reparación. Al igual que la condroitina, se usa con frecuencia en personas con osteoartritis.

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Calcio 

Es un mineral esencial que desempeña un papel fundamental en la salud de los huesos y los dientes. También es necesario para la función muscular, la transmisión de señales nerviosas y la coagulación sanguínea. Contribuye a mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis, además de ser crucial para la contracción muscular adecuada y el funcionamiento normal del sistema nervioso.

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Ácido Hialurónico

Quizá lo asocias solo al rejuvenecimiento de la piel, pero lo cierto es que esta sustancia también se utiliza para el alivio del dolor articular. El ácido hialurónico es una sustancia viscosa que se encuentra en el líquido sinovial de las articulaciones y en la piel. Se utiliza en suplementos para ayudar a lubricar y amortiguar las articulaciones, reducir el dolor y mejorar la movilidad.