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Con la llegada del otoño, muchos de nosotros experimentamos emociones que pueden llevar a sentirnos un poco más tristes o decaídos. Este fenómeno se debe a una combinación de factores: el cambio de estación y de tiempo, la disminución de la luz solar, así como las presiones y el estrés de la vida cotidiana. Es muy importante saber que no hay necesidad de ocultar estas emociones. En lugar de reprimirlas, hay que expresar lo que se siente. Ya sea a través de la escritura en un folio en blanco o verbalizando los sentimientos, el acto de enfrentar estas emociones puede ser el primer paso hacia el bienestar emocional.
Además, la meditación y la conexión con uno mismo también son herramientas muy útiles para abordar estos estados de ánimo alterados. Tomarse un tiempo para cerrar los ojos, meditar o simplemente disfrutar de la quietud puede ayudar a reconectar con uno mismo y entender mejor lo que se siente. Otro de los ejercicios más simples es sonreír. Y es que el cerebro se cree que estamos bien cuando sonreímos, incluso, si forzamos nuestra sonrisa. Todo esto nos lo cuenta nuestra experta en neurofitness Catalina Hoffmann, que además nos trae un nuevo ejercicio de razonamiento perfecto para esta época del año. ¡Dale al play!
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