¿Alguna vez te has sentido rodeado de idiotas? Puede ser que te sorprenda esta pregunta, pero lo cierto es que todos, en alguna ocasión, hemos sentido que estábamos cerca de gente que no nos entendía o con la que no nos entendíamos. De esa idea parte el libro de Thomas Erikson, especialista en interpretación de patrones de comportamiento y análisis de la personalidad, además de experto en lenguaje personal, Rodeados de idiotas, Los cuatro tipos de personalidades (o cómo entender a quienes tanto cuesta entender).
En él, trata de dar respuesta a preguntas que seguro que te has hecho en alguna ocasión: ¿Alguna vez te sientes incomprendido? ¿Has intentado razonar con alguien y habéis acabado a gritos? ¿Has salido de una reunión pensando que estás perdiendo el tiempo? O, lo que es peor, a veces parece que la gente no entiende lo que le dices, aunque lo expliques con claridad... El autor ideó un revolucionario método de clasificación del comportamiento que divide a las personas en cuatro grupos, que identifica con colores: los rojos, los amarillos, los verdes y los azules. Y en el libro da herramientas para identificarlos e interactuar con ellos, y nos permite, además, mejorar nuestras habilidades sociales y afrontar los conflictos en nuestra vida personal y profesional, con el fin de sacar lo mejor de nosotros mismos y de los que nos rodean. Si quieres saber más sobre ellos, no te pierdas nuestra conversación con el autor, con quien hemos tenido la ocasión de hablar con motivo del lanzamiento del libro.
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‘Rodeados de idiotas’, sin duda un título llamativo para un libro. Le cuento que todas las personas que lo han visto sobre mi mesa le han echado un ojo, ¿era su objetivo al elegir dicho título, levantar interés, expectación?
Sí, de esta forma, eso es lo que quería, quería un título que fuese una especie de interrupción para decir ¿qué es esto? Y es reconocimiento también. Es decir, que hay cierto impacto dramático en el título para captar la atención en un mundo de muchas distracciones. Y el reconocimiento es importante, porque cuando dices yo me he sentido así, rodeado de idiotas, entonces, efectivamente, piensas que ese es el libro que necesitas leer y, al menos, lo ojeas. Hay títulos mucho más provocativos. Entre mis títulos, los hay más provocativos, incluso.
¿Qué podemos encontrarnos en ‘Rodeados de idiotas’? Convénzanos de que va a engancharnos desde la primera página…
Puedo deciros que, si eres un ser humano, y alguna vez has experimentado un malentendido o si has perdido tiempo con personas que parece que no te escuchan, si tú tampoco a veces has sido capaz de entenderlas, si has estado en un conflicto innecesario… Entonces, puedes sacar partido al leer este libro, pero todo depende de vosotros.
Lo primero, ¿por qué piensa que a veces nos cuesta tanto entendernos?
Creo que la razón principal es poca autopercepción, poca conciencia de uno mismo. No vemos cómo somos y nos encontramos metidos en nuestra propia cabeza. El 95% de los fallos que cometemos tiene que ver con nosotros, dicen los psicólogos. Puede ser cierto. Sí, la mayor parte de nuestros pensamientos son sobre nosotros mismos, y eso a veces nos lleva a meter la pata. Entonces necesitamos prestar atención a los demás, necesitamos entendernos para poder entender a otras personas. Es difícil y lleva tiempo. Por lo tanto, normalmente no lo hacemos.
¿Piensa que todas las personas pueden encajar en los cuatro grupos de personalidad a los que hace referencia?
Creo que todas las personas normales pueden ser clasificadas con esta herramienta o con otra. Es importante entender que esto no cubre todo, esto no te va a dar el ciento por ciento de la personalidad de la persona. Hablamos de comportamientos, necesitamos saber cuáles son sus motivaciones, sus valores fundamentales, etcétera. Pero te da una base, algo en lo que puedes confiar, orientarte, y a partir de ahí, hay que aprender más de las personas. Hay personas que serán difícil de categorizar con cualquier herramienta, y eso son los psicópatas. Realmente no cuadran en ninguno de estos métodos.
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¿Cuáles son las características que mejor pueden definir a cada grupo?
- Las personas rojas son dominantes, piensan rápido, son muy ambiciosas, muy exigentes de su entorno, competitivas. Unas las encuentro un poquito bruscas, incluso agresivas, lo que puede ser cierto a menos que le preguntes a la persona roja que te dirá: “Bueno es que yo hablo así, no estoy enfadada”. Están orientadas en la tarea, les gusta obtener resultados, cueste lo que cueste.
- El amarillo es el alegre, el que sonríe, los divertidos, hacen bromas. Ven el cielo siempre soleado, aunque esté lloviendo, porque hay que ser positivo; la vida es bella. Hablan mucho, escuchan poco, son excelentes comunicadores, pero de una forma unívoca. Están un poquito centradas en sí mismas y a veces hablan demasiado de sí mismas. Son especialmente creativas, muy buenas en resolver problemas.
- Los verdes también son personas orientadas a las personas, pero de forma calmada, hacia dentro, podrían ser interpretadas como un poquito tímidas, precavidas. Les gusta estar en equipos de 3, 4 personas, 5 personas ya es una muchedumbre, ya es una manada. Escuchan muy bien, escuchan lo que dices, se acuerdan de lo que dices, pero sobre todo si es de algo negativo. No les gustan los cambios, les gustan que las cosas sigan siendo como antes porque si no eran mejor antes, desde luego ahora son peores.
- Y el azul, son los ingenieros, los contables, los que controlan todos los detalles, pruebas; les encanta la calidad, cuestionan las cosas, “por qué, por qué, por qué”. Escarban y escarban hasta llegar a lo que quieren saber, tal vez escarban demasiado porque a veces hay que pararse. Pero muchas veces se quedan demasiado en lo teórico y pueden quedarse encasquillados con su Excel.
¿Es mejor pertenecer a un grupo que a otro en cuestiones de liderazgo?
Pues es una pregunta interesante porque en Suecia puedes poner a cualquier tipo de persona de color y serán aceptadas como líderes. Por ejemplo, en una posición de dirección, pero, normalmente es cierto que los líderes suelen ser bastante rojos, en la parte oriental del mundo suelen ser rojos y azules. Aquí hay más rojos y eso no es porque sean mejores líderes, a veces pueden ser líderes terribles, pero tienen esa capacidad de dar codazos y entonces viven con el hecho de que es duro llegar a la cumbre y son capaces. Ellos lo que quieren es el trabajo hecho te guste o no. Entonces creo que la mayor parte de las combinaciones de colores pueden ser buenos líderes si se forman para ello. Depende también de cada organización.
¿Puede haber personas que compartan rasgos de diferentes grupos, un comportamiento rojo con rasgos azules, por ejemplo?
Totalmente, todas las combinaciones existen, normalmente somos combinaciones de dos colores, es lo más común. El 80% es una combinación de dos colores, el 15% es una combinación de tres colores como yo; hay personas con solo un color de forma natural, pero es el 5%, eso no significa que no puedan actuar de otra forma, pero de forma natural son un solo color.
Imaginemos que combinamos rojo y azul, eso no significa que no puedes actuar como una persona amarilla en un momento, depende del contexto, pero, normalmente en plena libertad, tiendes a comportarte como eres: azul y rojo.
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¿La distribución en esos grupos tiene algo que ver con el género, con ser hombres y mujeres? ¿Es decir, hay más mujeres en uno u otro grupo o es una distribución similar?
La distribución es bastante similar, pero no es idéntica. Algunas personas piensan que esto es controvertido, pero este tipo de herramientas, si vemos los datos, vemos que hay un comportamiento, un patrón, que distingue a hombres y mujeres. En concreto, las mujeres suelen estar más orientadas a las personas y los hombres a las tareas. Es decir, nos interesan los coches, los ordenadores, los gadgets… Las mujeres están más enfocadas en las relaciones, y el asunto es que luego esto se hace complementario y somos bastante similares. Pero todas las herramientas muestran esto, los datos están ahí, nadie ha probado lo contrario de hecho, lo que es interesante.
¿Con qué grupo suele ser más sencilla la relación social?
Es imposible responder, porque depende de quién eres. Si eres azul, es más fácil asumir que te lleves mejor profesionalmente o románticamente con otro azul, podría ocurrir. Pero también podría ocurrir que te atraiga el factor amarillo, porque no son como tú para nada. Así que, depende más tanto de ti como de la otra persona. Es una pregunta interesante, pero es difícil de responder. Los opuestos se atraen, imaginemos una relación de opuesto, pero luego hay que vivir juntos, planificar vacaciones, comprar una casa, criar un hijo… Y, con una persona que es muy diferente de ti, pues aparecen los conflictos. Así que, ¿quién sabe con quién es más fácil vivir?
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¿Piensa que es la empatía, ponerse en el lugar del otro y tratar de entenderle, una cualidad importante?
Totalmente. La empatía es excepcionalmente importante, sobre todo, hoy en día. De hecho, hay un estudio muy impactante de la Universidad de Michigan de Estados Unidos sobre la empatía. Es un estudio en curso y, hasta ahora, han visto que en el mundo industrializado hay un declive de la empatía, ha bajado en los últimos 30 años un 40%. Está decreciendo, lo que son malas noticias. Pero también es muy interesante ver que el mayor cambio, el mayor declive, ocurre en 2005. Y, ¿qué ocurrió en 2005? Dos cosas aparecieron: una, Facebook, dos, el smartphone. No digo que es la única razón, pero no lo podemos dejar de lado.
¿Por qué piensa que tantas veces nos podemos sentir incomprendidos, que la comunicación resulta tan complicada?
La mayor parte de las personas no están entrenadas en comunicarse de una forma eficaz, sencillamente, piensan en voz alta. Pocas personas piensan lo que dicen.
Hoy en día, hay que formarse profesionalmente para interactuar en un contexto dado con cierto tipo de persona. Por lo tanto, empezar sabiendo cómo nos manifestamos, cómo somos. Tenemos que prestar atención a todas las piezas del puzle. Y, aun así, es difícil comunicar, porque, bueno hay una regla de oro, el libro sagrado, que es tratar a los demás como nos gustarían que nos tratasen. Es un pensamiento bonito, habla del amor y la comprensión. Sin embargo, es erróneo, no funciona, porque si tratas a los demás como te gustaría ser tratado, vas a equivocarte con la mayoría de las personas, porque no son como tú. Es decir, si te utilizas como una referencia, vas a dar en la tecla de al lado. Es un pensamiento muy bonito, pero no funciona en la práctica. Por lo tanto, nos equivocamos a menudo, nos comunicamos, pero no conectamos. ¿Qué puedo decir?
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¿Nos cuesta escuchar al otro?
Sí, es muy muy difícil. Exige también entrenamiento. Solo hay un color que es de forma espontánea una persona que escucha bien, es el verde. Más o menos, el 45-48% de las personas son verdes, pero el resto nos cuesta, estamos en nuestra cabeza.
Escuchar de forma profesional es una habilidad, es una competencia. Oír lo que dicen, ya es un esfuerzo, lo que escuchar, más todavía, entender ya es muy difícil, pero se puede practicar. De hecho, doy pistas en el libro sobre cómo escuchar activamente.
'La diversidad es la única vía posible’, ha afirmado en alguna ocasión. ¿Es la mezcla la mejor opción posible a la hora de formar equipos?
Sí, efectivamente habría que mezclarlos lo más posible. Si tienes rojos, amarillos, azules y verdes, y todas las combinaciones en un equipo, es la mejor forma, lo creo. Creo desde luego en la diversidad. Sin embargo, habrá diferentes formas de ver las cosas y de pensar, varias perspectivas… Es bueno para resolver problemas. Sin embargo, requiero una cosa, y es que el jefe del equipo pueda lidiar con todos los colores al mismo tiempo, independientemente de su color. Y eso no es fácil, porque los que están a la cabeza de los equipos muchas veces no tienen esas habilidades. A veces, de hecho, la cosa se complica.
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¿Qué consejos nos daría para tratar de mejorar nuestras habilidades sociales y afrontar los conflictos en nuestra vida personal y profesional?
Lo primero sería aumentar nuestra autopercepción, nuestra autoconciencia. No me canso de decirlo, y no es un cliché, consiste en saber cuál es nuestro punto de partida.
Si uno está en un conflicto, ¿por qué? Es decir, ¿tienes la sensación de que estás rodeados de idiotas? Muchas personas lo sienten así. Lo curioso es que, hay personas que se sienten más rodeadas de idiotas que otros, ¿por qué? Son como imanes de idiotas en cierta forma. ¿Por qué? Es una cuestión de poca autoconciencia. No entienden, no se entienden. Y ellos a veces son la causa del conflicto, muy a menudo. Entonces, hay que mirarse al espejo y ver cómo te presentas, cómo eres, cómo te ven las personas cuando te conocen y estoy seguro de que ellos ven lo mismo que yo veo. Muchas personas no lo hacen. Entonces, esa autopercepción que nos falta en muchas partes del mundo, es algo poco frecuente y eso también requiere un autoestudio, un autoexamen, una autoinvestigación, aprender sobre uno mismo. Efectivamente, es una habilidad desarrollar esa autoconciencia, y es fundamental para una buena comunicación.