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Es una de las preguntas del millón: ¿cuándo conviene hacer cardio, antes o después de entrenar la fuerza? ¿En qué orden es más conveniente? Nosotros también nos lo hemos planteado y se lo hemos consultado a Laura Pérez, Coordinadora de Fitness de Metropolitan Balmes, quien nos confirma que es una duda muy habitual. “La respuesta a esta pregunta resulta ser el eterno debate en el sector fitness, y es que aunque lo cierto es que lo ideal es adaptar la rutina y el orden según cada persona o como se sienta más a gusto, desde Club Metropolitan recomendamos entrenar previamente la fuerza y posteriormente el cardio”, nos explica. Todo depende, claro está, de los objetivos que tengamos. Y la propia experta nos explica que no existe una respuesta completamente correcta, aunque invertir el orden, empezar con cardio, puede tener un impacto negativo a la hora de trabajar la fuerza, ya que puede disminuir el resultado debido a la fatiga. “Por el contrario, entrenar previamente la fuerza, puede maximizar los resultados a nivel fisiológico y así alcanzar un rendimiento más eficiente con menos fatiga muscular”, nos comenta.
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© Getty Images¿Cuáles son los beneficios por separado de ambos tipos de entrenamiento?
Beneficios de los ejercicios de cardio
El entrenamiento cardio es una parte esencial del ejercicio físico para estar en forma. Esta característica se puede trabajar tanto con el apoyo de máquinas, sin material y con clases dirigidas como el running, cycling o body combat. “La práctica habitual de ejercicios cardiovasculares impacta notablemente sobre el organismo al aumentar el nivel de energía, incrementar la resistencia física, ayudar a controlar los niveles de colesterol además de mejorar notablemente el sistema inmunológico. No solo sirve para quemar calorías y bajar de peso, sino que también contribuirá a tener un buen estado de forma, mejorar el sistema cardiovascular y a eliminar toxinas”, nos detalla la especialista de Metropolitan.
Beneficios de los ejercicios de fuerza.
Mientras, el entrenamiento de fuerza tiene numerosos beneficios para el cuerpo y la salud en general. Algunos de ellos incluyen, el aumento de la masa muscular y la fuerza, lo que mejora la capacidad funcional y reduce el riesgo de lesiones. Además, el entrenamiento de fuerza ayuda a acelerar el metabolismo, lo que puede facilitar la pérdida de peso y el mantenimiento de un peso saludable. También fortalece los huesos, mejora la postura, la estabilidad y puede tener efectos positivos en la salud mental, como reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. En resumen, el entrenamiento de fuerza es una parte muy importante de un estilo de vida saludable y activo.
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© Getty Images¿Cómo pueden funcionar también cuando se practican los dos juntos?
“El entrenamiento cardiovascular y el entrenamiento de fuerza son dos componentes importantes de un programa de ejercicio completo. Combinar ambos tipos es apostar a caballo ganador, dado que nos aporta tanto los beneficios a nivel muscular como vascular. No debemos centrarnos en actividades únicamente cardiorrespiratorias con el objetivo de perder peso, ya que está científicamente demostrado que los entrenamientos de fuerza tienen un efecto mayor en el gasto energético además de contribuir en el aumento de la masa muscular y así reducir el exceso de porcentaje graso”, nos comenta Laura Pérez.
Así, en su opinión, se aconseja realizar un mínimo de 2-3 entrenamientos de fuerza semanales para obtener mejoras sustanciales, siempre y cuando nuestro contexto nos lo permita, esto no implica que realizando menos sesiones no se obtengan resultados. En estos entrenamientos incluiremos principalmente ejercicios de fuerza complementándolos con un trabajo cardiovascular al final de la sesión. “Para poder llegar mejor a tus metas aconsejamos siempre ponerse en manos de un profesional para que te ayude alcanzar tus objetivos”, concluye.
