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mujer ordenador© Getty Images

¿Existe un vínculo entre las personas altamente sensibles y las enfermedades autoinmunes?

Una experta nos explica que se estudia cómo una mente hiperestimulada y sensible puede provocar más fluctuaciones de cortisol que pueden desencadenar alteraciones en el sistema inmunológico


Actualizado 13 de septiembre de 2023 - 10:35 CEST

Tal vez has oído hablar de las personas altamente sensibles, conocidas también por la sigla “PAS”, un término utilizado desde 1990 (cuando se publicó el ensayo ‘The Highly Sensitive Person. How to Thrive When the World Overwhelms You’, de la psicoterapeuta Elaine Aron) para describir a las personas con una alta sensibilidad emocional y sensorial, tal y como nos confirma María Real Capell (@mariarealcapell), farmacéutica, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrina, que añade que a estas personas los cambios de entorno les afectan más que al resto, y también son personas capaces de notar detalles que otras personas no notarían.

“Las luces brillantes, los ruidos fuertes… estos estímulos sensoriales también pueden notarlos más las personas PAS”, nos comenta la autora de Cuando el cuerpo se rebela(Grijalbo). Se estima que entre el 15% y el 20% de la población mundial es PAS, sin ninguna distinción entre sexo y género.

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El vínculo entre PAS y problemas de salud mental

Lo cierto es que, hasta el momento, se ha tratado de buscar el vínculo que tiene esta alta sensibilidad con problemas de salud mental, como pueden ser el estrés, la ansiedad o la depresión. Pero no se ha ahondado tanto en la relación con otros problemas de salud. Pues bien, hay certezas que constatan que estas personas pueden tener más riesgo de padecer una enfermedad autoinmune, entre las que se encuentran el lupus, la artritis reumatoide, la enfermedad celiaca o la esclerosis múltiple, entre otras. “Se ha visto que una mente hiperestimulada -porque nota mucho más todos los estímulos- y sensible puede provocar más fluctuaciones de cortisol que pueden desencadenar alteraciones en el sistema inmunológico”, nos explica la experta.

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mujer pensativa © Getty Images

 

La hormona del estrés

Está implicada, por lo tanto esta conocida hormona del estrés. La experta nos explica que es necesaria para sobrevivir, pero en exceso no la queremos, ya que puede hacer que se agraven las enfermedades autoinmunes. “El cortisol en exceso produce inflamación y la inflamación es la gasolina de las enfermedades autoinmunes, por eso los pacientes que tienen enfermedades autoinmunes tienen que seguir un estilo de vida que controle la inflamación y el exceso de cortisol”, nos explica María Real. No podemos perder de vista que una persona muy sensible se abruma más rápido que otros. Aparecen, o pueden aparecer, más dificultades para hacer frente a las situaciones de estrés, lo que hace que se pueda llegar a activar active esa alarma en su cuerpo para atacarse a sí mismo.

Teniendo todo esto en cuenta, la experta, que narra su propia experiencia con las enfermedades autoinmunes en su libro, nos explica que ser una persona PAS es una característica de la personalidad. “Entonces es interesante que si una persona con Enfermedades Autoinmunes ve que todo le afecta demasiado aprenda con un profesional de la salud mental a gestionar esta sensibilidad para vivir más tranquilo”, recomienda para concluir a quienes sientan que pueden padecer este problema.