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Los expertos lo tienen claro: la soledad no deseada es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo. “Absolutamente. Podemos estar solos y sentirnos satisfechos, o estar solos sin desearlo, y aquí es cuando surge el sufrimiento de la soledad no deseada. La soledad no deseada surge de la discrepancia entre las relaciones sociales que tiene una persona y las que le gustaría tener. Vivimos en un frenesí constante, con muchas demandas y responsabilidades, rodeados de tecnología y redes sociales, en el que priman las relaciones superficiales frente a la profundidad”, nos comenta María Orosan, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja, miembro del cuadro médico de Top Doctors.
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Un mayor riesgo de padecer problemas de salud
Nos preguntamos hasta qué punto están relacionadas la soledad y el aislamiento social con un mayor riesgo de padecer problemas de salud. Y la experta parte de una idea clara: las personas somos seres sociales, necesitamos del otro. “Cuando te sientes solo y no tienes con quién contar, para obtener apoyo y/o aliviar tu malestar, puedes entrar en un bucle de pensamientos y emociones que generan sufrimiento. El aislamiento social es un factor que contribuye a la morbimortalidad, especialmente en personas ancianas o con problemas crónicos o tendencias depresivas”, nos explica, confirmando, por lo tanto, que el riesgo de que aumenten los problemas de salud existe.
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Los beneficios de las relaciones sociales
Lo que está comprobado es que el hecho de tener buenas y saludables relaciones sociales tiene, sin duda, beneficios para la salud. La psicóloga nos comenta que está comprobado que tener relaciones sociales saludables disminuye el estrés y el deterioro cognitivo, nos mantiene activos y disminuye el deterior cardiovascular. “Además, el sentimiento de pertenecer a un grupo nos estimula mentalmente y mejora nuestra autoestima, a la vez que contribuye a la liberación de serotonina, la hormona de la felicidad. Para prevenir la depresión, es fundamental mantenerse activo y obtener los beneficios que reporta el vínculo con los demás, como la empatía y la cooperación”, cuenta María Orosan.
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Personas que buscan estar solas
Tenemos en cuenta los beneficios pero, pese a ello, hay personas que, sin embargo, prefieren la soledad. “Dentro de los distintos rasgos de personalidad, existen personas introvertidas, que prefieren pasar su tiempo libre descansando, encontrando la estimulación en su interior u observando lo que sucede a su alrededor, sin necesidad de interactuar. Por otro lado, hay personas que prefieren evitar tener relaciones sociales, debido a que las asocian con consecuencias negativas. Esto, en la mayoría de los casos se debe a experiencias negativas previas”, nos explica la psicóloga.
“En cualquier caso, considero que es importante no llegar a extremos: ni es positivo tener la necesidad de relacionarse constantemente hasta el punto de no tener tiempo para descansar o para uno mismo ni aislarse del mundo externo. Se trata de encontrar el equilibrio de cada uno, para sentirse en armonía consigo mismo y con los demás”, argumenta.
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Consejos para combatir los problemas de soledad
¿Qué consejos daría, por último, la experta para combatir estos problemas de soledad y aislamiento?
- Escucharnos a nosotros mismos. Es importante prestar atención a las emociones propias, para aprender a identificar cómo nos sentimos y qué necesitamos. Un ejemplo: me siento triste, necesito hablar con una persona querida para sentirme mejor o estoy cansada, necesito tomarme la tarde para mí y descansar. Aprender algo nuevo, cuidarse a uno mismo, tratarse con cariño y aceptación, como si fuéramos nuestro mejor amigo.
- Empatizar y conectar con los demás. Además de escucharse a uno mismo, es importante escuchar a los demás, para conectar con ellos y estar en sintonía con el mundo exterior. Entrar en grupos donde haya aficiones comunes o apuntarse a clases conjuntas, puede ayudar a conectar y encontrar el sentimiento de pertenencia a un grupo, con todas sus consecuencias positivas.
- También es recomendable hacer llamadas o planificar encuentros con personas importantes para nosotros, para recuperar la confianza y prevenir el aislamiento.
- Tener unas expectativas realistas sobre nosotros mismos y sobre los demás nos ayudará a disfrutar de lo que tenemos, en vez de frustrarnos por lo que no tenemos o lo que no nos pueden ofrecer y aislarnos. En ocasiones es necesario reajustar dichas expectativas.
